PELÍCULAS

El concepto cine independiente ya ha perdido su sentido, ahora a cualquier producto hecho con poco dinero se le pone esta etiqueta. Películas como esta, detrás de la que se encuentra la todopoderosa FOX, pasan por independientes y compiten en Sundance, festival en el que hace años que no se puede confiar, puesto que ahora mismo decir que una película es independiente hace más referencia a unos parámetros estilísticos que a los pormenores de su producción. Si aceptamos cine independiente como película de bajo presupuesto sujeta a unos parámetros estilísticos y narrativos, Martha Marcy May Marlene es puro cine independiente.

Lo cierto es que más allá de erróneas etiquetas y falacias varias, la película funciona. Se trata de un drama acerca de una chica joven que es captada por una secta/familia poligámica/orgiástica, su salida de ella y su intento de volver al mundo real ayudada por su hermana y el marido de ésta.

El debutante Sean Durkin entrega una cinta intensa aunque ligeramente irregular en la que destaca la ya mencionada Elizabeth Olsen con una interpretación de muchísimo nivel. Un drama que combina dos líneas temporales de manera acertada, sin confundir al espectador y sin la necesidad de complicados recursos de montaje. Una película tensa, de las que te mantienen en tensión constante por la certeza de que algo terrible va a pasar en cualquier momento.

Las dos líneas temporales en las que se divide la película son aquella en la que vemos como el personaje de Olsen es captada por la secta, como se integra en ella y el momento en el que decide abandonarla, mientras que en la segunda se nos cuenta las dificultades para reinsertarse en la sociedad, o mejor dicho, volver a relacionarse con su grupo de iguales como tal. En la primera línea temporal echamos de menos algo más de explicación acerca de cómo llega a la secta, como se adapta y el porqué  de su decisión de abandonarla, y en la segunda hay momentos en los que las acciones de la protagonista parecen estar un tanto fuera de lugar en pro de buscar un golpe de efecto sin tener en cuenta la coherencia narrativa.

A pesar de todo, se trata de una excelente película dramática que nos presenta a un director y a una actriz a los que habrá que tener muy en cuenta en el futuro.