PELÍCULAS

Nader y Simin son un matrimonio que ha intentado durante mucho tiempo abandonar Irán en busca de una vida mejor para su hija adolescente. Sus planes se vienen abajo cuando al padre de Nader le diagnostican Alzheimer. La negativa de Nader a seguir con los planes provoca la separación matrimonial y ante el abandono del hogar por parte de Simin, Nader se ve obligado a contratar a una mujer que se encargue de los cuidados de su padre mientras él trabaja. Un día, al llegar a casa, se encuentra al anciano atado a la cama y tumbado en el suelo inconsciente. Este acontecimiento desatará una compleja historia judicial entre dos familias.

Convertir un melodrama en una gran película es algo que sólo está al alcance de unos pocos y Farhadi sin duda demuestra ser uno de ellos. Alrededor de dos matrimonios y sus respectivas familias, el también guionista iraní, construye un drama judicial soberbiamente tejido, dotando a los personajes de una admirable complejidad que se contagia inmediatamente a la historia. El guión saca petróleo, oro y diamantes de un pozo en el que solo parece haber un argumento para un telefilm de sobremesa. Otra virtud que la película hace evidente, es la capacidad de levantar cierta perplejidad en el espectador occidental sin mosquear a la censura iraní, tocando temas que provocan debate entre los espectadores como la religión, la política, la sociedad iraní, el aborto, el divorcio y la custodia de los hijos con una sutileza encomiable.

También sorprenden las grandes interpretaciones de todo el reparto, destacando la labor de sus cinco personajes principales, habiendo sido premiados dos de ellos en el Festival de Berlín. 


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