PELÍCULAS

por el 28 de Noviembre de 2011
Hace más de un siglo se publicó La interpretación de los sueños (Freud, Sigmund; 1899), una copia de ese libro cayó en manos de un joven Carl Gustav Jung. Recién licenciado y fascinado por las teorías de su colega empezó a tratar a sus pacientes con un método entonces conocido como el psiqueanálisis. Ambos genios empezaron a compartir correspondencia, trato, amistad y finalmente un enfrentamiento que dio lugar a dos teorías que cambiaron el conocimiento sobre nosotros mismos para siempre y de manera radical, todo esto porque un chaval de 25 años leyó un libro. Estos dos revolucionarios tuvieron el valor de navegar en el océano de la mente del ser humano, llegar a orillas que nunca antes nadie había tenido el valor de pisar, se introdujeron en ese peligroso y desconocido acompañante que tenemos todos y se hace llamar inconsciente. Si estos dos hombres llevaban el barco hacia orillas desconocidas como antes comentaba fue una mujer la que les ayudó a encontrar su destino, esta fue la psicoanalista rusa Sabina Spielrein, paciente de Jung y de Freud, ayudante de ambos y la primera psicoanalista infantil. La impresionante nueva película de Cronenberg hace justicia a los tres genios; y ya era hora.

Título: Un Método peligroso
Título original: A dangerous method
Director: David Cronenberg
Guión: Christopher Hampton y John Kerr
Intérpretes: Michael Fassbender, Viggo Mortense,. Keira Knightley, Vicent Cassel
Fecha de estreno: 25 de noviembre
Género: Drama
Nota: 95
Según leo en la revista Imágenes de actualidad corría el año 2002 y Cronenberg estaba rodando una infravalorada aunque excepcional película (como casi todo su cine) titulada Spider, dónde el protagonista Ralph Fiennes interpretába a un enfermo mental que trataba de reconstruir su pasado a través de sus recuerdos. En esas fechas, a la vez que rodaba la película de Cronenberg, Fiennes estaba interpretando en Londres una obra teatral de Christopher Hampton sobre la relación entre Freud y Jung titulada The talking cure. De manera bastante aguda el autor del artículo (Quim Casas) lanza esta suposición: “No es de extrañar que a los pocos meses, tras el rodaje de Spider, Cronenberg, quizá a través de Fiennes, se interesara por la obra de Hampton”. Desde el 2002, gracias a otra coincidencia, director y guionista comenzaron a un trabajo que ha cristalizado en una de las películas más estimulante de las que se han estrenado este año.

1904, un joven Jung (Fassbender) trabaja en una clínica suiza donde reside mientras su mujer espera a su primer hijo, en esto recibe a una nueva paciente; Sabien Spielrein (Knightley) una joven rusa con ataques de histeria y una obsesión por el sexo masoquista, fascinante por su inteligencia y belleza. Jung empieza a tratarla con las teorías publicadas años antes por el austríaco Sigmund Freud (Mortensen) por el que el joven doctor se siente fascinado. Según comienza la recuperación de Sabina Jung y Freud empiezan a entablar una relación en la que Freud considera a Jung como su posible heredero en su campo de trabajo, además Sabina ya recuperada se destaca como una mente brillantísima que aspira a convertirse en doctora siguiendo los pasos de Jung. Cuando la atracción sexual entre Jung y Sabina comienza a ser insostenible Freud le pasa a un peligroso paciente suyo; Otto Gross (Cassel) otro psiquiatra, adicto a la cocaína con unas ideas radicales sobre el placer y las barreras de la mente. Gross influye de tal manera en Jung que termina cediendo a los deseos de su inconsciente y comienza una relación extramatrimonial con Spielrein dónde la intelectualidad y el sexo más salvaje y dañino se dan la mano.

La relación llega a tal punto de no retorno que Jung decide cortar la relación con Sabina, ya doctora, y esta pasa a ser tratada por Freud y posteriormente se convertirá en su ayudante. La puerta que ha abierto Jung le ha conducido a un lugar de no retorno en todos los sentidos, respecto a su relación con Freud, a su trabajo y a sus teorías. El resto es conocido ambos genios terminaron la relación que les unía y dieron lugar a dos teorías psicoanalíticas que cambiaron el mundo.

Cronenberg se muestra pausado en esta nueva película, no da lugar a estridencias visuales, cosa que se agradece ya que lo importante de esta adaptación es el texto y no la forma, concepto que Cronenberg ha captado de manera brillante. Aún así no se niega a utilizar metáforas visuales tan propias en su filmografía como las calmadas imágenes de los tres protagonistas surcando el mar en grandes barcos o en pequeñas barcas de vela.

Estamos ante una película de actores, y los cuatro protagonistas la hacen suya interpretando a sus personajes a la perfección, destaca la potente actuación de Knightley en un papel con el que hubiera sido muy fácil caer en el histrionismo. Sin embargo la británica hace una muestra de poder interpretativo, pasando de los ataque s de locura a un juego de seducción con Jung y el propio espectador dónde a pesar de lo insano de la propuesta sexual uno se siente tentado de hacer lo mismo en esa situación.

A nivel técnico la película es impecable, el equipo de rodaje es el mismo con el Cronenberg lleva trabajando más de treinta años y se nota. La música de Shore quizás es el elemento más evidente en una película donde la sutileza es el catalizador.

En los 100 minutos de metraje el espectador estará pegado al asiento sin necesidad de retruécanos narrativos ni giros de guión imposibles, simplemente a través de los diálogos. Pasa del terror al drama, del drama a los puntos cómicos (principalmente en el personaje de Freud) vuelve al terror y termina en el drama en una montaña rusa fascinante para el espectador. A pesar de todo es será una película difícil en doble sentido, por un lado estamos ante una película de Cronenberg y su cine no suele gustar a todo el mundo y por otro el tema tratado que sigue siendo tan polémico como hace un siglo. Si no te gusta el estilo del director canadiense y eres de los que consideran el trabajo psiquiátrico y psicológico una gilipollez (no te preocupes ya había gente así en el siglo XIX) definitivamente no es tu película; tú te lo pierdes.

Lo mejor: El pulso que le da Cronenberg a la película. Keira Knightley. La reivindicación que se hace de un personaje histórico como Sabina Spielrein que influyó muchísimo en las teorías de de los dos hombres de su vida; Jung y Freud.
Lo peor: Nada
Veredicto: Peliculón.


  


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