CRÓNICA

X Resurrection Fest
Korn, Soulfly, Refused, Fear Factory, Motörhead
15 de Julio de 2015 por Ruben Cougil Viveiro, Lugo 3812 lecturas

Diez años. El Resurrection Fest cumplía una década de vida y lo celebró a lo grande. Entre los días 15 y 18 de Julio la localidad lucense de Viveiro revivía un evento único en Europa. Esta vez con más bandas, mejores instalación y una cuidada organización. Más de 80 bandas se dieron cita sobre las tablas de los tres escenarios disponibles. Hardcore, metal extremo, punk, rock, post-rock, electrónica, etc, etc… Un ambiente espectacular en un marco incomparable junto a bandas punteras de cada una de las escenas que tuvieron cabida en este cumpleaños. El Resu revalidó además su título como el festival más importante de rock de nuestras fronteras y conquistó los corazones de casi 55.000 asistentes, que configuraron un nuevo record histórico para el evento. Aquí os dejamos nuestras impresiones. Enjoy!

JUEVES

La décima edición del Resurrection Fest abría sus puertas para dar comienzo al circuito oficial un Jueves 16 de Julio. A las 14h Brothers Till We Die desvirgaron el Chaos Stage. La joven formación metalcore-beatdown madrileña es todo energía y, aunque les tocó la difícil tarea de actuar con las puertas del recinto recién abiertas, mucha gente se esforzó por llegar a tiempo para verlos. Además, aprovecharon la tesitura para grabar un videoclip para el corte Cain Et Abel.

No llegamos a tiempo para ver a los donostiarras melodic-hardcore Adrenalized, una pena ya que acto seguido se tendrían que marchar para acudir a tiempo a su cita con el Xtreme Fest en Francia, dónde también tocaban. Y preparados estaban Jardín de la Croix alrededor de las 14:50h encendiendo las luces del Chaos Stage dispuestos a hacer lo que mejor saben: post rock progresivo de calidad. Otro set corto y disfrutable a partes iguales que invitaba a dejarse llevar, aunque quizá la hora no era la más apropiada.

La carpa atendía ahora a los hardcore belgas Nasty, que ya había visitado este festival en 2010 y que volvieron a generar los pogos más desmadrados, esta vez presentando su recién editado “Shokka”.

Los encargados de quitar el lustre al Main Stage fueron los vigueses Aphonnic, los cuales ofrecieron un set de 35 minutos que incluía temas de su último trabajo “Héroes”. Aphonnic es una banda muy querida en tierras gallegas y eso se nota. La afluencia de público a las 15:40h con un sol de justicia fue digna de admirar propiciando que el escenario principal no se les quedara grande. Muy buen sonido, actitud y puesta en escena.

Los conciertos de Misanthrope y Landscapes se solaparon en los dos escenarios restantes así que nos decantamos por los punk hardcore ingleses Landscapes, otros pertenecientes a la corriente the wave, con grandes similitudes a Defeater que también estarían presentes. Nos quedamos sin ver a Misanthrope y su metal extremo, pero nos consta que la cosa salió sobre ruedas.

Heart of a Coward serían la segunda banda en pisar el Main Stage a las 18:50 en la cual la aglomeración de gente empezaba a ser importante. La banda de metalcore inglesa ofreció un concierto razonablemente bueno repasando sobre todo temas de su último disco “Severance” y algún que otro adelanto como Hollow, que estará incluído en su próximo trabajo “Deliverance” que verá la luz en Octubre.

The Algorithm y Oathbreaker también se solaparon, así que decidimos echarle un poco de electrónica al asunto y fuimos a ver a los de Perpignan. Apuntados a última hora, The Algorithm fueron una de las sorpresas del festival gracias a un sonido algo diferente al resto de bandas, donde las potentes bases electrónicas se fusionaron con los riffs y los ritmos de batería del resto de sus componentes.

Después le tocaría el turno a Devil Sold His Soul, que tuvieron que hacer frente a un público algo parado y a un sol que no animaba mucho a cambiar de actitud. Aún así no cesaron en su empeño y siguieron con sus combinaciones de post rock y metal sin perder intensidad. En sala deben ser mucho más disfrutables

Sobre las 18:45 había que elegir entre Defeater en el Ritual Stage ó Betraying The Martyrs en el Chaos Stage. Esta vez optamos por ver mitad de uno y mitad de otro. Los death metal parisinos salieron a escena con un sonido mediocre que fue mejorando a medida que pasaban los minutos y Defeater se comieron la carpa en un concierto inolvidable para muchos fans que deseábamos verlos en algún momento.

Los que ya empezaron a subir la intensidad esta jornada del jueves fueron Soulfly a base de repasar su ya dilatada carrera. Eso sí, más por las ganas del público que por lo que la banda demostró encima del escenario. Algo que tristemente ya a pocos sorprende.

Resultaba realmente emocionante volver a ver a Suicide Silence en el festival ya que en 2012 fue uno de los últimos conciertos que dió su anterior vocalista Mitch Lucker en vida. No dejaron lugar a dudas: Suicide Silence es una banda que está aquí para quedarse y la incorporación de su nuevo frontman Eddie Hermida (el cual confesó que estaba muy contento de estar en Viveiro ya que su padre es gallego) junto con un genial disco bajo el brazo hicieron que brillasen aún por encima de la luz del sol dejándonos un concierto inolvidable (con aparición de los resu kids incluída).


Todo el mundo preparado para Refused. El Main Stage estaba a reventar. Las caras de incertidumbre acerca de qué nos íbamos a encontrar y muchos nervios por descubrir el setlist y comprobar si caerían muchas de “A Shape of Punk to Come”, y aunque estábamos en lo cierto, los temas nuevos pertenecientes a su recién estrenado "Freedom" se alternaban con total normalidad conformando un concierto homogéneo, energético, potente y divertido.Una vuelta a los ruedos digna de admirar.

A Comeback Kid y Decapitated también les tocó a la misma hora. Momento de elegir. Comeback Kid son viejos conocidos de los asistentes al festival. Un directo demoledor y el público entregado, tal y como ocurre cada vez que los vemos. Además, pudieron estrenar en nuestras fronteras canciones de su nuevo trabajo “Die Knowing”.

Después de tanta intensidad, vino bien la llegada de la banda de Zakk Wylde y compañía que con sus Black Label Society pusieron el toque de heavy metal en el festival, siendo uno de los grupos que mejor sonaron en el festival, demostrando que la profesionalidad es un grado. Digamos que fueron el “descanso” perfecto antes de la llegada de Cannibal Corpse, una banda que posiblemente no vayamos a escuchar muchos días en nuestra casa pero que es como poco recomendable ver una vez en tu vida. Sus cuellos deben tener más músculos de los normales porque si no, no se entiende el headbanging continuo al ritmo de su brutal death metal.

Berri Txarrak arrasaron. Uno de los mejores directos del festival a la altura del Main Stage. Con un setlist más cañero de lo habitual, se metieron a la gente en el bolsillo de una forma espectacular.

Toundra no tuvieron su mejor noche. Quizá porque ya era tarde (2:30am) o porque el sonido no acompañó en ningún momento de la actuación, pero el caso es que fue mediocre para la calidad y saber hacer de los madrileños. En todas y cada una de las ocasiones en las que ido a verlos he alucinado, en el resu su actuación dejó un poco que desear abriendo paso sin mucho ruido a Defclones, una genial banda tributo a Deftones.

VIERNES


¡Por fin es viernes! Como se suele decir. Llegamos al recinto justo cuando daba comienzo el concierto de los franceses Dagoba en el Chaos Stage sobre las 14:50h del mediodía. La formación metalera ya había visitado tierras gallegas en otras ocasiones y aseguraron estar muy contentos de volver a estar aquí. Su directo fue impecable, ganando de seguro muchos fans que todavía no se habían acercado a su música. Dieron la talla pese al horario.

Y tras una visita fugaz al stand de Jägermeister para degustar ese diabólico licor caminamos hasta el Main Stage para ver a Get Dead, banda californiana de punk rock relativamente joven y que cuenta con el apoyo de Fat Wreck Chords. Muy buen y divertido directo.

Dr Living Dead y Death By Stereo tocaron al mismo tiempo, así que nos decantamos por los segundos. La banda de hardcore punk de Los Angeles estaba repartiendo bien fino en la carpa y los 40 escasos minutos que duró el concierto sirvieron para hacer un buen repaso de sus mejores temas.

El momento más psicodélico lo firmarían unos Kadavar que con su rock de tintes stoner y su buen hacer conseguirían convencer a más de uno que no los conocía como fue nuestro caso. Muy compenetrado se mostró el trío alemán que en las próximas semanas editará su tercer álbum de nombre “Berlin”.

Anti-nowhere League quizás no era el grupo que más gente fue a ver en el festival pero muchos fueron los que estuvieron pendientes de que tocaran su clásico tema “So What”, famoso por ser versioneado por Metallica años atrás.

Backyard Babies quizás ya no tienen la energía de antaño, en mi memoria estaba su show del Festimad del 2001, pero dieron un show que fue de menos a más y donde destacó la actitud de su carismático guitarrista Dregen por encima de todos, muy enchufado.

Llegados a este punto tocaba ver a una leyenda viva del rock como es Ian Fraser Kilmister, más conocido como Lemmy. Sin duda alguna verla encima de un escenario ya hace que la gente mantenga el interés en su banda Motörhead , aunque se nota que el paso de los años es igual para todos. Se echó en falta igual más interacción por parte de Lemmy, el cual se mostró poco hablador y muy parado, como si estuviera cogiendo fuerza para “Ace of Spades” y “Overkill”, los dos hits con los que terminaron un show que ante todo sonó a las mil maravillas.

Hora de comer algo, el cansancio hacía mella en nosotros pero no queríamos perdernos nada. Otra parada técnica para repostar algo en las barras. Por cierto, opinamos que el precio de las consumiciones era un tanto elevado para el poder adquisitivo medio de los asistentes. Tirón de orejas. Y ya empezaba la actuación de Alexi Laiho y los suyos. Quién se iba a imaginar que Children Of Bodom seguían estando en forma. Quizá el sonido no era tan atronador como degustaríamos en otros conciertos como que vendrían a continuación como el de In Flames, pero era decentemente bueno y la banda es espectacular en su conjunto.

Terror en su primera presencia en el Resurrection ofrecieron al público lo que se esperaba de ellos, siendo posiblemente el mejor concierto de hardcore de todo el festival. A pesar de la baja de su cantante, que fue suplido magníficamente por el bajista, no pararon de ver como su público bailaba a base de circle pit, pogos, o cualquiera otra variante propia del hardcore. La gente les tenía muchas ganas y eso se notaba.

No se, pero pocas expectativas teníamos de un buen concierto de In Flames. Quizá fuese porque el último disco nos ha decepcionado un poco o porque ocurre que si una banda a la que quieres de forma personal ficha por una multi como Warner, las cosas se pueden ir al garete muy rápido y la magia se pierde. Primer acorde y todo el mundo callado. In Flames dieron un conciertazo potente, salvaje y lleno de hits de todas sus épocas. Actitud, fuerza, ganas y la sensación de estar pasándoselo bien. La voz de Anders Fridén flojeaba por momentos, eso sí. Y el detalle curioso es que un espontáneo del público (llamado Javi) tuvo la oportunidad de subir a cantar un tema entero, y sinceramente, lo bordó.

SÁBADO


Y así, casi sin tiempo para mucho más, empezamos la jornada del sábado, la más potente para la mayoría, con Monuments, que representaba el primer concierto del día en el escenario principal.

Teníamos muchas ganas de verlos y no defraudaron. “The Amanuensis” sigue funcionando estupendamente en directo. Los carismáticos miembros de la banda junto a su multi funcional vocalista hicieron de su actuación algo memorable.

A continuación, las bandas nacionales In Mute y Dawn Of The Maya hicieron lo propio en el Chaos Stage y Ritual Stage respectivamente. Las dos bandas gozan de una grandiosa buena forma y se han convertido en un referente del metal en nuestras fronteras. Y todo lo conseguido es a base de esfuerzo, dedicación y mucho trabajo. Pudimos ver la mitad de cada uno y comprobar con orgullo como estas dos formaciones liaban un buen embrollo sobre las tablas.

Seguidamente, nos acercamos a ver a Carnifex, un referente del death metal que van de la mano de Nuclear Blast y que arrasaron el Main Stage. Una demostración de clase y estilo lanzando cañonazos procedentes de su “Die Without Hope”. Más relajados vimos ya a Syberia, que se pasaron por el Chaos Stage, lo que agradecimos dado el predominante carácter metal y hardcore del festival. Tuvieron la oportunidad de mostrar algunos temas de su segundo disco que será editado próximamente si su apuesta de crowdfunding sale bien.

Skindred por su parte se llevaron el premio a concierto más divertido del festival. Y es que aparte de sonar bastante compactos cuentan entre sus filas con un verdadero showman, su frontman Benji Webbe, que no paró de animar en todo el show. En muy poco tiempo se metió al público muy rápido en el bolsillo haciendo que no pararan de seguirle el juego durante todo el concierto.

Nada más terminar nos dirigimos a ver a Ne Obliviscaris, que a pesar de no poder contar con su bajista y tener varios problemas de sonido se mostraron bastante profesionales. Particularmente, se echaron de menos más temas de su “Portal Of I” pero por lo demás un show que mereció la pena ver.

Otros repetidores fueron los alemanes Heaven Shall Burn, otra vez en el escenario principal repasando temas de toda su carrera hasta “Veto”. Los reyes europeos del melodic death metal brindaron otro de sus potentes shows, aunque con un sonido poco más que regular, en donde destacó el enorme circle pit con la torre de sonido en su centro.

Todavía asombrados por esto nos repartimos para ver a Moonspell, que hizo un show donde igual se echó en falta algún tema más de sus inicios, y a Dog Eat Dog, que nos ofrecieron otro gran concierto que supo conectar con el público rápidamente. Desde los noventa no venían a España y eso se notaba.

Uno de los grupos que más saber estar demostraron encima del escenario fue el grupo del bueno de Danko Jones. Un frontman que a pesar de no contar con un público muy fiel no paró de irradiar energía a raudales encima del escenario. Muy gracioso el momento en el que dijo que le quitaran el humo, que ellos no iban a luchar contra dragones. Carisma a más no poder, lo que aprovechó la organización para subir a los resu kids al escenario y darle un carácter más familiar al concierto.

El festival no paraba y en esta ocasión tocaba ver en el Chaos Stage a un grupo que seguramente no dejó indiferente a nadie, como fue el de Dark Funeral, sobre todo por su apartado vocal y su puesta en escena, lo que aprovechamos tras unos pocos temas para movernos a ver a Strung Out. Tras su cancelación hace dos años había ganas de verles y desde luego no defraudaron gracias a su mezcla de hardcore y punk melódico.

Ya casi a medianoche llegó el momento por el que claramente parece que más público fue al festival: el concierto de los californianos Korn que llegaban para tocar su disco de debut de forma íntegra. Tras varias visitas anteriores a España quizás por lo que más sorprendieron fue por su sonido, mucho mejor de lo esperado. Durante la primera parte del show se centraron en tocar su primer disco sin apenas descanso, con gaita incluida, antes de dar paso a otros hits de la banda donde el componente más animado fue su nuevo batería Ray Luzier.

La anécdota del festival la protagonizaron la banda polaca Behemoth, cuando al final de su concierto sacaron una bandera de España con su logo que mucho confundieron con la bandera franquista. La pitada propiciada por la confusión fue de escándalo. Eso sí, antes de ella el grupo ya había dado uno de los conciertos que más convenció, sobre todo a su público, gracias su gran puesta en escena y profesionalidad.

Ya para terminar el festival nos fuimos a ver a Fear Factory. Mucha expectación se sentía pese a ser ya las 2am y estar gran parte del público cansado. Un set de una hora que se hizo corto. Quién iba a decirlo pero tras 9 albums y 15 años de carrera podemos decir que Dino, Burton y sus secuaces están en plena forma. Una presión sonora inédita. Ejecución y precisión a raudales.

Y así dimos por terminado este X Resurrection Fest. Habían sido tres días (cuatro, si contamos con la fiesta de presentación) sin apenas descanso donde también queremos destacar la importante labor de la organización. Pese a cada vez ser más grande se sigue disfrutando de un ambiente familiar donde se cumplieron los horarios y apenas había que hacer colas para casi nada, lo cual se agradecía bastante. Muchas gracias también a todos los que nos ayudaron a cubrir el máximo de conciertos posible y a Carlos Meira por la edición de las fotos que véis en esta crónica. En fin, como ellos mismos dicen ya queda menos para la edición del próximo año. Allí estaremos.


Texto: Rubén Cougil y Rubén González
Fotos: Carlos Meira

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