Empecé hace un año largo a leerme este manga, y no me arrepiento. Los enemigos tienen MUCHO carisma (si te moló la ambigüedad de Orochimaru en Naruto, ¡prepárate!), empatizas a hierro con casi todas las situaciones, la estética es fresquísima (huye de tópicos: es más estrambótica que la de Dr. Slump pero cuando hace falta cae en el molotodismo de Dragon Ball) es un manga con MUCHÍSIMO recorrido aún (767 capítulos... y los que quedan) y los combates con los final bosses son épicos a lo película de vaqueros.
Pese a que tengo claras sus virtudes, no sé exactamente lo que me vuelve loco de este shōnen de piratas. Porque la estrategia narrativa que propone es sencilla como el mecanismo de un chupete. Las arcas suelen basarse en este sencillo esquema:
1º Primer enfrentamiento fallido con el nuevo final boss
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2º Aventura en la que los protagonistas descubren un lugar o ciudad nuevos, conocen a sus habitantes y descubren una verdad que les da un motivo importante para volver a luchar y vencer al final boss. Las habilidades de los protagonistas no crecen o al menos no es mostrado: sí lo hace su motivación y entusiasmo.
3º Segundo enfrentamiento con el final boss y sus acólitos: preparaos para la épica. Esta vez toda la tripulación interviene, teniendo cada uno su correspondiente antagonista.
4º Flashback explicando la historia y motivos del enemigo de manera que el lector se convierte en una máquina de empatizar.
5º Final, resolución del conflicto y propuesta de nuevo objetivo o aventura.
Memorizadlo porque va a ser vuestro pan de cada día en este manga. Os habréis dado cuenta que es el viejo esquema de introducción-nudo-desenlace pero con los inicios y finales de cada acto desdibujados. Es una estructura que lleva funcionando en su cita semanal con la Weekly Shōnen Jump durante los últimos diecisiete años así que sí, podemos decir que pese a su sencillez es MUY efectiva. Pero lo que hace de este manga algo especial son los los personajes. Todos y cada uno de ellos están muy bien caracterizados tanto en lo referente a estética como a personalidad, y se hace MUY difícil no conectar con ninguno de ellos. Y la cantidad ingente de personajes secundarios alcanza extremos obscenos. Todos y cada uno de ellos cuidados con el mimo más denodado.
El tema principal del manga es la AMISTAD,así con mayúsculas y negrita: dónde empieza y dónde acaba. No despreciéis este manga por centrarse en un tema tan manido, porque os estaríais perdiendo uno de los tratamientos más tiernos que se han hecho jamás de este eterno concepto. Momentos lacrimógenos por doquier, que posiblemente os harán replantearos muchas de vuestras lealtades y deslealtades cotidianas. Y las historias detrás de los protagonistas suelen ser para echar la lagrimilla.... la de Chopper aún me hace temblar. O el puñetazo en la mesa que supone la Declaración de Intenciones en Enies Lobby que ilustra la siguiente imagen:
Aparte y digna de mención es la carga política de toda la historia. No es una historia de moralinas: todo lo contrario. Hay muchas gamas de grises. De entrada, los protagonistas son piratas que sueñan con grandes tesoros... pero en el seno de la tripulación principal hay tantas visiones de la piratería como piratas. Y, desde luego, son de los más honrados de toda la historia. Os encontraréis piratas generosos, marines despiadados, figuras neutrales pasivas, civiles con pasado turbio, figuras históricas demonizadas injustamente y otras entronizadas de la misma manera y en general muchas versiones verídicas de una misma historia... el mundo de One Piece tiene poco que envidiar en riqueza al real. Mi ovación personal para Eiichirō Oda.
¿Hay algún fan, aparte de Davemaster? ¿Qué pensáis? ¿Os hace felices esta epopeya de piratería y amistad?
Os dejo con una de esas anécdotas curiosas que agradan a los fans: las posibles inspiraciones reales de muchos de los grandes protagonistas de esta historia.