ENTREVISTA

Crónicas del Colapso por César Aguilar
20 de Diciembre de 2016 3202 lecturas
Cada vez tengo más claro que no es conveniente cerrar las listas de lo mejor del año antes de tiempo, pues es habitual que se queden fuera grandes discos al pecar de impaciencia. Este podría ser el caso de “Collapse”, la nueva obra de los vigueses Agónica, que, editado el pasado 9 de diciembre, viene a rematar lo expuesto en su debut –“A New Onset” (2013)– pero otorgándole un barniz de mayor brutalidad, modernidad, técnica y capacidad compositiva a un death metal que a cada referencia se nutre de más fuentes. Ismael Couñago (bajo) y Marcos Chao (voz) nos hablan de la laboriosa concepción del álbum y de los problemas que tuvieron que superar para editarlo.

Ya habéis cumplido más de diez años en activo. ¿Cuándo empezasteis con Agónica pensabais que ibais a durar tanto? ¿Y que seríais capaces de editar un disco tan bueno como “Collapse”?

Ismael: Ohhh, gracias por la parte que nos toca. Bueno, cuando empiezas a tocar y ves que esto realmente te gusta sabes que va a ir para largo, y sinceramente espero seguir tocando hasta el fin de mis días. Que Agónica dure más o menos depende de nosotros, pero estoy seguro que todos seguiremos amando la música, aunque Agónica no exista.

Ya digo que el disco me ha parecido excelente. Supongo que estáis satisfechos con el resultado, ¿no?

Ismael: ¡Por supuesto! Dentro de nuestras posibilidades lo hemos hecho lo mejor posible y hemos aprendido mil cosas para seguir mejorando en próximos álbumes.

¿Cómo ha sido el proceso de composición del material? ¿Habéis empleado más horas y os ha dado más quebraderos de cabeza comparado con los anteriores?

Ismael: Si ahora me pongo a pensar en todo creo que me da un soponcio (risas). La composición siempre es algo complicado, y más para nosotros que no nos conformamos con cualquier cosa. Ahora mismo también estamos algo más liados de tiempo y coincidimos muy poco todos juntos, pero la tecnología ayuda y nos permite avanzar más rápido. En lo que a este disco se refiere, fue David Veiga (guitarra) quien trabajó las ideas principales y luego fuimos puliendo detalles antes de que nuestro productor tocase nada. Queremos que nuestros temas vayan lo más cerrados posible al estudio.

Sin falsas modestias: ¿pensáis que “Collapse” os ha colocado entre los mejores grupos de death metal del estado o todavía tenéis que trabajar para conseguirlo?

Ismael: Vaya, me pones en una tesitura complicada. Opinamos que hemos hecho un discazo, por qué no decirlo, pero ahora mismo hay un nivelón brutal en lo nacional. Lo que sí hemos hecho ha sido dar un golpe en la mesa diciendo: “Hey, somos esa banda gallega a quien ni Dios hace caso, ¿nos escucháis ahora?”. Este es el camino, confiamos muchísimo en “Collapse” y queremos que nos abra puertas que hasta ahora teníamos cerradas. Seguiremos hasta conseguirlo.

Tercera referencia en estudio y tercer cantante con el que contáis. ¿Tenéis gafe para los vocalistas o es que para un grupo de metal extremo es difícil mantener una formación estable hoy en día?

Ismael: Se puede decir que la banda tiene gafe desde hace mucho tiempo, no solo en lo que a formaciones se refiere, hay mil anécdotas para contar. Como comentaba antes, es complicado llevar una banda hoy en día debido al trabajo, los horarios… la vida en general. Toda la gente que ha pasado por la banda la ha abandonado por este tipo de motivos, porque Agónica requería más atención y ellos sabían que no podían dársela. Personalmente nos llevamos bien con todos los antiguos miembros, por supuesto no hay mal rollo con ninguno. Llevamos ya unos años con esta formación, y ojalá sea la definitiva. Tenemos mucho feeling en el local, en los directos y también de fiesta por ahí (risas).

Coincidiendo con estos cambios de vocalista (y no sé hasta qué punto como consecuencia de ellos), en cada referencia habéis mudado de piel hasta el punto de parecer una banda prácticamente nueva (por supuesto, manteniendo unos puntos de referencia muy claros como pueden ser el thrash o el death melódico) en cada una de vuestras ediciones. ¿Cómo veis estas mutaciones de la banda desde dentro?

Ismael: Está claro que cambiar de miembros tiene que influir en las composiciones, de lo contrario significaría que no hay aportación de todos, como pasa en otras bandas. Con Agónica, además de que estos cambios puedan influir en mayor o menor medida, nos gusta hacer discos diferentes, componemos sin ideas prefijadas. Lo bueno es que la gente que nos sigue y conoce dice que se nota la esencia y nuestro sonido, a pesar de haber evolucionado. Eso sí que nos gusta, saber que ya estamos marcando un sello de identidad dentro del estilo.

Marcos es un vocalista más brutal que Carlos Rey. ¿Ha influido su presencia en la radicalización de “Collapse”?

Ismael: Es que Marcos es muy brutal (risas). Eso le pasa a cualquier banda, estás componiendo una música y dependerá del vocalista que la cante que se vaya a un estilo u otro. Está claro que es lo primero en lo que te fijas cuando oyes un disco, así que sabíamos que con él el disco iba a quedar muy brutal, como bien dices.

Otra característica de las composiciones del nuevo disco es que son más enrevesadas, técnicas y en la mayoría de los casos, más largas. En mi opinión ya “A New Onset” pedía esta especie de revolución, e incluso en la anterior entrevista que os hice os pregunté sobre si planeabais extender los temas y me dijisteis que no lo descartabais, que le dais a cada tema lo que va pidiendo. ¿Cómo decidís este cambio? ¿Planeáis los álbumes con antelación, respecto a ciertas ideas previas o surgen sobre la marcha?

Ismael: Para nada, como comentaba antes, surgen sin ideas prefijadas. Para este disco, David Veiga tuvo un peso mayor en la composición. Él también es muy brutal, como Marcos, y si le sueltas la correa se abren las puertas del infierno (risas). No sabemos cómo hacen otras bandas, pero en Agónica alguien tiene una idea y se trabaja sobre ella. Si cuaja y tiene feeling entre nosotros pues la llevamos hacia adelante.

Habéis hecho acopio de nuevas influencias, como pueden ser el deathcore o el death más técnico, tipo Obscura (o incluso, haciendo patria, Thirteen Bled Promises), y vuestra música las ha asimilado perfectamente. El metal actual es muy híbrido, es usual que las bandas se apropien de tramas de otros estilos para enriquecer sus respectivos discursos. Hoy día es complicado encontrar grupos que se circunscriban a un género concreto y etiquetar es más difícil. ¿Qué os parece esa forma de maduración, de evolución? Y, por otro lado, ¿qué opinión tenéis del metal del siglo XXI?

Ismael: Entre tanta música y tanta banda alguien tiene que innovar o destacar por diversos detalles. Hay bandas a las que se les ve a leguas que simplemente quieren rizar el rizo por decir: “Mirad que complicado lo hemos hecho”. Somos seguidores de muchos tipos de metal, pero hacemos música y por consiguiente canciones. No estamos aquí para meter mil breakdowns ni trescientas polirritmias sin más, todo tiene que tener un sentido. Sabemos que no inventamos la pólvora, pero tampoco lo buscamos. Solo queremos disfrutar haciendo música.

Vuestro método de grabación es muy curioso. Habéis grabado otra vez en Portugal, pero en dos estudios diferentes: uno para las guitarras y la batería y otro para la voz y el bajo. Luego lo habéis llevado a Auryn Studios para que Tristán Iñiguez (ex Darkness By Oath, The Great Wound) le dé su toque particular. ¿Por qué ese método de trabajo? ¿De verdad os cuadra trabajar así? ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene?

Ismael: Llevamos dos discos grabados con la misma persona, no queremos ser repetitivos en cuestión de sonido. Si algo nos saca de quicio a todos en Agónica es que las bandas suenen igual porque se ha puesto de moda un estudio. Eso es muy aburrido. Teníamos claro que, dentro de nuestras posibilidades, sacaríamos un sonido diferente a anteriores álbumes. Siendo sincero, los planes no salieron exactamente como queríamos desde un principio, pero son cosas que pasan. Hemos vuelto a trabajar con Pedro Mendes porque a nivel musical nos entiende perfectamente, tiene grandes ideas y sabe exprimir nuestro estilo y nivel. Fuimos con André por buscar ideas externas para las partes vocales y de bajo. Siempre es más enriquecedor que aporte alguien externo y además con el que nunca hemos trabajado. Tristán es un buen amigo y ya se había ofrecido a trabajar con nosotros hace tiempo, pero no tuvimos la ocasión. Ahora que lo hemos hecho no podemos estar más contentos. Sacó un sonido que nunca tuvimos, aportó ideas… Es un profesional tremendo, desde aquí le damos las gracias a todos, pero a él sobre todo. Ya sabe por qué.

¿Y no os veis grabando de un modo más ‘tradicional?

Ismael: Ya que no creamos la pólvora musicalmente, al menos innovamos en las grabaciones (risas). Ya veremos qué se tercia para el siguiente, pero estoy en que mezclaremos estudios. Como digo, no queremos sonar igual disco tras disco.

Antes de la grabación, Kike se lesionó y no pudo grabar el disco, pero las baterías las compuso él y supongo que Marcelo Rubén Aires las grabó escrupulosamente, siguiendo sus instrucciones. ¿Cómo tomáis la decisión de grabar sin contar con Kike? Supongo que para él fue doloroso, ¿no?

Ismael: No es plato de buen gusto para nadie, pero cuando Kike se lesionó y comenzó el tema de la rehabilitación supimos que algo teníamos que hacer, y él fue el primero en decirlo. Compusimos las baterías con un ordenador, Kike realizó todo, y luego entre él y Marcelo las “humanizaron” en el estudio. Marcelo es un batería impresionante. Supo adaptarse a nuestra composición y darle el realismo que Kike le hubiera dado.

El pasado 2 de diciembre tocasteis en Oporto. ¿Qué tal se encuentra Kike? ¿Hay ya planes de gira? ¿Bajaréis esta vez de Despeñaperros o es complicado que cuadren las cuentas?

Ismael: Se encuentra perfectamente, por suerte su mano se recuperó bien. Ahora estamos volviendo a las andadas y recuperando el bloque sonoro que éramos hace un tiempo. Estamos viendo cosas para el 2017, ya hay algunos conciertos cerrados, pero como bien dices el tema “cuentas” es complicado. Por supuesto que queremos ir a todos los sitios que podamos, haremos todo lo posible por visitar al menos ciudades importantes a nivel nacional. Si alguien escucha “Collapse” y nos quiere en su zona, que sepa que aquí estamos para repartir death metal en cualquier escenario.

Hablando un poco de las letras y de la inspiración lírica para este disco. ¿Qué es eso que ‘colapsa’ (o se derrumba) en el título? ¿La sociedad?

Marcos: Exactamente, y no solo la nuestra, prácticamente cualquier sociedad actual está en caída libre. En Oriente Medio las matanzas están a la orden del día desde hace siglos, en Japón piensan de una manera que roza lo enfermizo, en Occidente no hace falta ni que diga cómo estamos, etcétera. Que conste que en Agónica se me ha dado pista libre para escribir a gusto sobre lo que yo quisiera, por eso el resultado es muy personal y como cualquiera de los demás podrá decirte, soy un hater peligroso (risas).

Todas las letras del disco están hiladas de forma que cada una trata de algo que empuja a la civilización hacia un punto de no retorno en el que, al final, en medio del caos, alguien tendrá que imponerse para volver a empezar; de eso habla precisamente "Ruling With Violence". La inspiración me viene de la cantidad de estupideces y desgracias evitables que pasan cada día. Me crispa la actitud de la gente, y mezclo ese sentimiento con un poco de filosofía de Nietzsche y Maquiavelo. Mientras escribía, lógicamente no pensaba en meter filosofadas para quedar guay, simplemente cuando me puse a examinarlo me di cuenta de que coincidía bastante en temática con lo que pretendía contar. Las letras en conjunto intentan hacer una reflexión y si alguien entiende el concepto y se conciencia respecto a alguno de los temas que tratan, el trabajo habrá merecido la pena.

Por cierto, la del tema título es bien curiosa, porque no sé si habláis desde el punto de vista de un Dios que no puede hacer nada porque el mundo se vaya a pique. ¿Podéis explicar un poco esa letra? Me tiene intrigado.

Marcos: Pues no se trata de un Dios sino de un individuo que se siente orgulloso de no formar parte de ese derrumbe social. Cree estar por encima de la sociedad y prefiere el rechazo de los demás a ser aceptado por gente que desprecia. Esto se mezcla con una cierta envidia por esa felicidad de los que sí se encuentran dentro del colapso, mientras él vive amargado luchando a contracorriente. Al final de la letra se hace un pequeño resumen en el que dice “estoy fuera del colapso, pero formo parte de él aunque no quiera, y no tengo forma de escapar”. Seguro que una vez explicado al releerlo podréis ver en qué momento se habla de cada una de estas cosas. A diferencia de “A New Onset” (que habla de un nuevo comienzo), las letras de “Collapse” son negativas y catastrofistas, y el culmen de esa negatividad sería pensar que no se puede hacer nada para evitar que todo se vaya a pique.

La de “Strangers Isolation” toca un tema muy candente como las redes sociales y el exceso de información actual en Internet. Es curioso que una banda death metal trate estos temas. ¿Os preocupa esta era de la hiperconexión, que todo se haya convertido en una competición superficial para conseguir ‘likes’?

Marcos: Me alegra mucho que os hayáis parado con esta letra en concreto. Es una de mis favoritas porque toca de lleno algo muy actual. Con la palabra "superficial" has dado en el clavo. La hiperconexión está bien, es una herramienta muy útil, pero es como unas tijeras: puedes usarlas para confeccionar ropa o para amputarle las orejas a tus amigos. Lo que podría ser el medio de comunicación perfecto, por desgracia se ha convertido en algo dañino. Hay un bombardeo constante de información inútil, de, como dices, competiciones de ‘likes’ a ver qué chica de Instagram te la pone más dura o cuál es el Youtuber que más estupideces dice por minuto, la red se llena de niños que se escudan tras una pantalla para tocarle las narices a todo el que se encuentran. La interacción entre la gente se limita a teléfonos móviles, redes sociales, Tinder... Nos estamos volviendo estúpidos, en resumen. Puede sonar a tontería, pero me recuerda bastante al concepto de ‘Matrix’. Estamos sustituyendo el mundo real por el virtual, porque así huimos de nuestros problemas y nos convertimos en quien no podemos ser en la realidad sin necesidad de esforzarnos.

¿Qué expectativas tenéis con este disco? ¿O tal como está el patio en el mundo de la música sois prudentes y no tenéis ninguna?

Ismael: Lo que venga bienvenido sea, no cerramos puertas a nada. Fuimos más optimistas tiempo atrás, pero las ganas no nos las quita nadie todavía. Queremos que se escuche nuestro nombre en todo el país y en gran parte del extranjero. Día a día Blood Fire Death trabaja en ello y ahora mismo estamos inmersos en la campaña de prensa, así que veremos cómo se tercian estos meses y si “Collapse” nos hace un hueco en la escena metalera.

Y la última. ¿Os veis superando “Collapse”? ¿Tiene Agónica música para rato?

Ismael: ¿Cómo quedaríamos si te dijese que no? (risas). Llevamos años haciendo música, con mejor o peor resultado, pero aquí seguimos y nuestra idea es quedarnos. Como fans de la música sabemos que toda banda tiene un disco “top”, ¿será este el nuestro? Yo, sinceramente, no lo creo. Así que el tiempo dirá.

Pues esto es todo. Desde mi humilde posición de redactor, animar a todos los amantes del buen death metal a escuchar “Collapse”: seguro que no saldrán decepcionados. Muchísimas gracias por vuestro tiempo, y, como siempre, la última palabra la tienen los entrevistados.

Ismael: Muchísimas gracias a ti… bueno, a vosotros, por hacernos un hueco. Sabemos que hay millones de bandas con buenos discos, pero “Collapse” tiene algo especial, y es que mejora con cada escucha. Así que dadle una oportunidad, y, sobre todo, id a conciertos porque no somos nadie sin los consumidores de música en vivo. Agónica somos una banda de directo, venid a comprobarlo. Un saludo a todos los lectores de Zona-Zero.

https://agonica.bandcamp.com
https://www.facebook.com/agonicaband
  


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