CRÓNICA

El Reno Renardo
El Reno Renardo
15 de Marzo de 2014 por Ángel Rodríguez Sala Studio 54, León 3144 lecturas

Punto 1: los orcos leoneses han comido mogollón de petit suisse, porque la estatura media debía superar el 1,95. No se veía nada desde mi 1,79.

Punto 2: El Reno Renardo triunfa. El lleno de la sala así lo confirma. Y León es una ciudad complicada, os lo aseguro.

Vale, odio que las bandas hagan esperar al público cuando ya no entra nadie más y el ambiente está más que caldeado, pero cuando acabó el concierto ya no me acordaba de los tres cuartos de hora de retraso. Sólo tenía (y aún me dura) esa risa floja que se te queda después de cantar a pleno pulmón “No Hay Huevos” o “Camino Moria”.

El set empezó fuerte tras la “Típica Intro” con “Ancho Cipote”. Público desbocado y buen sonido desde el principio, todo aderezado con pisotones, empujones y la imbécil de turno silbándome al oído. Desde esta especie de jardincito zen que se había convertido mi ubicación vi como despacharon un set un tanto desigual, con poca presencia del nuevo disco, sólo “Majestad, Cuidado con la Gravedad”, “Festival” y “Orcos de Mordor” acompañaron a la obligada (por votación popular) “No Hay Huevos”. Sí es verdad que tocaron temas de todos los discos, algunos poco comunes como “Ni Una Sola Parada”, lo que daba de morros una y otra vez al gañán que no hacía más que pedir “Crecí en los 80” porque era la única que se sabía. Aunque claro, al final… la tocaron. Yo eché de menos “Americano”, o directamente el “Mongomix” enterito. Aun así, clásicos como “Mi Casa”, “Tu Hamster” o “El Reno Renardo” sonaron cojonudas, no se puede contentar a todo el mundo cuando tienes tanto temazo.

Estos ayatolás del freak metal tienen una propuesta escénica de lo más buenrrollista. Algún chascarrillo entre tema y tema, las risas en “El Bogavante” (¡qué frikada de tema señores!), las imperdibles caras de Jevo Jevardo cuando hace las partes instrumentales y las grandiosas apariciones del Reno en persona se complementan a la perfección con una parte técnica notable. Solos incendiarios, voz clavada y potente y bajo y batería en su sitio. Eso sí, los coros hay que trabajarlos, que desafinamos que da gusto.

Como ya es habitual, hicieron un buen paripé con la mini-versión “Chicken es Pollo”, donde se intercambian papeles e instrumentos y donde vimos cómo Iván maneja la guitarra casi igual de bien que la batería, pese al lapsus inicial donde tuvo que preguntar cómo empezaba la mítica “Seek & Destroy”. Después de eso, clásico paripé con los bises más esperados y “Fibergrán” como sintonía para desalojar el local, que ya nos íbamos mereciendo unas cervezas para recuperarnos de la audición perdida, por aquello de los silbidos ultrasónicos.

¡Paz y prosperidad hermanos orcos!



Fotos: Álvaro Sánchez (www.alvarosanchezx.com)

COMENTARIOS

1 Comentarios

  • #1
    USER_AVATARel 31 de Marzo de 2014
    Khaoz
    Bien, he repetido paripé dos veces en 5 líneas. Soy un crack.


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