CRÓNICA

Viernes previo al puente de la Constitución en Bilbao, última fecha del paso de Enter Shikari por nuestro país. Una parada importante, imagino que apuntada en rojo en la agenda de los británicos tras su polémica cancelación de hace un par de años.

Esta vez no hubo sold-out (no se si aquello habrá influido), pero los aledaños del Kafé Antzokia mostraban buen aspecto e incluso cola esperando la apertura de puertas. Un público en su mayoría joven que demuestra seguir siendo totalmente fiel a pesar de los contratiempos. Por lo visto había incluso algunos que esperaban desde primeras horas de la tarde.

Una vez dentro no hubo que esperar mucho tiempo para ver cómo caldeaban el ambiente los navarros Kelly Kapowsky, que gracias a la cercanía habían congregado también su propia base de fans. Al igual que en su primer y único disco abrieron con "Ahogado" y un sonido mejorable, pero conforme fueron cayendo casi todos los temas de "No se ve el final" fue subiendo la cosa en este sentido. No es fácil telonear a un grupo con el que no tienes demasiado en común, pero aún y todo estoy seguro que más de uno se llevó el nombre del grupo a casa. Con la inocencia del que abre su primera gira importante pero con unas ganas y frescura que otros van perdiendo por el camino movieron a la gente gracias a temas como "Su realidad" y sobre todo con su típico final versionando a The Prodigy que esta vez sí vino como anillo al dedo de lo que iba a suceder después.

Curiosamente, lo que sonaba en la sala esperando a Enter Shikari era ese pedazo de disco llamado "Invaders Must Die". Y casi sin cesar, el sinte inicial de "Solidarity" irrumpió volviendo loco al personal mientras el cuarteto se dejaba ver y empezaba a moverse de un lado para otro (aunque menos que en otras ocasiones). El primer circle-pit tampoco se hizo esperar, ya que a los 5 segundos del siguiente "The Paddington Frisk" unos cuantos vasos estaban volando por el aire (alguien me debe una birra). Me resulta extraño que la incluyan porque a pesar de ser rápida y movida la veo por debajo de cualquier tema de su discografía. Para compensar lo siguiente fueron dos muy coreados como "Destabilise" y un "Radiate" que hizo que Rou se colgara la guitarra. También cayeron un par de nuevas que no habían interpretado hasta llegar a España. Por una parte mola, pero me parecen demasiadas (al final serían tres) para no estar el disco en la calle y sobre todo habiendo tocado pocas más de una docena. La impresión que dan es que va a ser un disco diferente, menos caótico y más maduro y orgánico.

La segunda mitad estuvo mejor si nos atenemos a los temas escogidos, más esperados y lógicos al menos. A partir de "Gandhi Mate, Gandhi" todo se centró en "A Flash Flood Of Colour" y sus himnos más socorridos. Entre los momentos más destacables la participación de un fan prestando su voz en "Sorry, You´re Not A Winner", o cuando Rory pidió perdón (entre risas, también hay que decirlo) asumiendo su culpa en la citada cancelación, aunque a la gente poco pareció importar. Exceptuando este momento y algún "Eskerrik Asko" por parte de Rou el grupo no estuvo tan comunicativo como acostumbra. "The Last Garrison" fue la mejor acogida de las nuevas, y no me extraña, me parece de largo la mejor.

En plena recta final "Constellations" puso el momento mágico, aunque no la acabo de ver en un bis, y justo antes de cerrar la gente se lanzó a pedir "System! Meltdown!" a modo de cántico sin suerte alguna, ya que con "Zzzonked" se acabó lo que se daba. Con esto de las nuevas tecnologías ya sabes qué van a tocar antes de entrar por la puerta, pero sin duda se echaron de menos junto con otras como "Juggernauts" que por cierto, debía estar en el set. Concierto correcto en el que Enter Shikari darán la cuenta por saldada, pero con un repertorio bastante mejorable y no tan redondo como en otras ocasiones.