CRÓNICA

Sábado noche. Sala Apolo a medio llenar, casi tres cuartos. Últimos compases de Be Forest, teloneros shoegaze de los que se empieza a hablar. Se cierra el telón. Minutos de charla. Llega el momento. Brian King (voz y guitarra) y David Prowse (batería) empiezan a montar su set y calentar el ambiente con la tensión habitual del pre-concierto, de saber que los protagonistas se apoderan de la tarima. Se animan, se acerca el señor King al micro. Nos da las gracias, anuncia que es su primera vez aquí como cabezas de cartel -han habido hasta dos anteriores visitas al Primavera Sound de la Ciudad Condal- y empiezan a desgranar su repertorio.

La emoción estalla. El público enloquece. Sobretodo, en las primeras filas se monta revuelo. Vemos gente joven en las posiciones de lujo y gente con más de treinta en la retaguardia. Hay gran ambiente y suenan como un caballo desbocado. Señoras y señores, estos son Japandroids. Riffs, sudor y redoble de ritmo. La energía y la inmediatez es lo suyo, su terreno, su cometido. Tienen dos discos en el mercado: "Post Nothing" de 2009 y "Celebration Rock" de 2012 -la foto interior de la portada es de su actuación del Primavera, quiénes les han traído a España-.

Como anuncia el intenso frontman son de Vancouver, Canadá...Este dúo merece más de un aplauso y una reverencia genuflexa. El único pero: quizás necesiten un cuerpo a su cabeza pensante y ejecutora ya que su formación de dos requiere en algunos pasajes de bajo y segunda guitarra solo para llegar a ese tope que rozan con las yemas de los dedos, que les catapulté por encima del listón, ustedes escoge, a conciertos de mayor envergadura, al estadio, a la locura del mainstream. Imaginamos que, hay mucha injusticia en este mundo pero, los años se los brindarán en bandeja de plata pero ahora es el momento justo, perfecto, sin más, 'su momento'. Sabemos que la historia/indust ria es imprevisible (más ahora) pero es un honor tenerlos en una sala como Apolo para demostrar que la etiqueta post no les interesa ni les define y que ellos solo quieren celebrar el rock como demuestran sus versiones de AC/DC, casi anecdóticas en dos ocasiones, la intro punteada del clásico "Today" de Smashing Pumpkins y el cierre con el “For The Love Of Ivy” de The Gun Club.

Personalmente, me sentí como en aquellos conciertos de bandas del otro lado del charco que llegan con cuentagotas a nuestro país y tocan en salas de petit comité como Heliogábal. Me trasladé a los años en que la sala Garatge (celebran sus veinte años) traía a Refused o Green Day. Me sentí como en aquella carpa destartalada del Sant Feliu Hardcore Fest en la época en la que veías a Moksha o Unsane. Antes de acercarme al Paralelo, estaba muy cansado pero ellos consiguieron que bailase, que me moviera, que me metiera en el pogo aunque fuera unos segundos, que volviera a mi adolescencia, que sintiera que merece la pena luchar por nuestros sueños,...canté, moví el esqueleto, desempolvé las estáticas vértebras de mi cuerpo, volví a sentir el rock. Japandroids: apoteosis rockera en apenas una hora.