ENTREVISTA

Para el oyente que esté familiarizado con vuestro material, impacta la evolución que habéis sufrido desde “Black Nécora”. En “Deimos” mantenéis intacta vuestra esencia, pero el sonido es diferente y hay un marcado giro hacia la melodía. ¿Cómo surgió esta nueva aproximación a vuestra música?

Surgió de forma totalmente natural, no es que nos propusiéramos hacer un disco con más o menos melodía. Simplemente nos dejamos llevar por lo que nos pedía el cuerpo y también las canciones.

También se aprecia una mayor madurez compositiva, más dinamismo, espacio y detalles en los temas. ¿Es fruto de lo que habéis aprendido desde los tiempos de “Black Nécora”?

Cada canción que compones te enseña algo. Todo lo que hemos grabado hasta ahora sin duda va marcando un camino, y creo que es bueno que esto también se note a través de los altavoces y le llegue al oyente.

Por otro lado, habéis pasado de tener pocas guitarras solistas en los discos a hacer unos cuantos solos excelentes. Se nota que habéis machacado mucho es aspecto, ¿no?

Como te digo, no le hemos prestado una particular atención a los solos, sencillamente nos dejamos llevar. Supongo que llega un momento en que apetece hacer cosas que no has hecho antes, y plasmar en el disco facetas tal vez hayan pasado más desapercibidas en anteriores trabajos.

¿Es esta la versión de MortSubite con la que estáis más satisfechos?

Sí, estamos muy contentos con el repertorio que llevamos ahora, es muy, muy disfrutable, y también estamos encantados con la nueva formación.

¿Os seguís considerando una banda deathcore? ¿O directamente las etiquetas no significan nada para vosotros?

Las etiquetas son necesarias y cumplen la función de ayudar a asimilar la increíble variedad que existe dentro de esto que llamamos ‘Metal’. Pero más allá de usarse como una aproximación, no tienen mucho más sentido para nosotros.

Acudís a la mitología griega para titular el álbum. Ya en “Black Nécora” había temas como “Ekpyrosis” (una creencia de los filósofos estoicos) que apuntaban a vuestra querencia por la cultura clásica. ¿Quién es “Deimos”? ¿Por qué lo elegisteis para titular el disco?

Deimos es el hijo de Ares, el dios de la guerra. Este tiene dos hijos, Fobos (el miedo) y Deimos (el dolor, el lamento). El primero le precede siempre en las batallas, y el segundo le sigue cuando cesa la violencia. El disco trata sobre las batallas del ser humano contra el tiempo, y de cómo, tras ser derrotado en cada una de ellas, lo único que deja a su paso son lamentos. Pasamos nuestra vida entera librando una guerra que sencillamente es imposible que ganemos.

Cuando os entrevisté con motivo del lanzamiento de “Black Nécora” me di cuenta de lo importantes que son las letras en MortSubite. Ya has mencionado que “Deimos” trata sobre las batallas del ser humano contra el paso del tiempo, y títulos como “Clepsidra”, “Cronófago” o “Gnomon”, así como esa guitarra que imita el tic tac de un reloj en la intro, son perfectos ejemplos de ello. ¿Qué pretendéis explicar con este álbum? ¿Intentáis relacionar de algún modo los conceptos de “terror” y “tiempo”?

Es exactamente eso. Hablamos del tiempo, de las distintas formas en que podemos interpretarlo, algunas más científicas y otras más esotéricas. Hablamos de nuestros inútiles intentos de vencerlo y permanecer, pero, sobre todo, de nuestra imposibilidad de hacer absolutamente nada que detenga su avance.

La moraleja podría ser “el tiempo no está de nuestra parte”, ¿no?

Podría resumirse así. El universo no permite que la sangre derramada en el suelo vuelva atrás y se meta otra vez en las venas de un muerto para revivirlo: esto solo va en un sentido, y es hacia adelante, hacia la muerte.

Al igual que la portada de “Black Nécora”, la de “Deimos” también está protagonizada por un animal, algo parecido a una langosta. ¿Qué representa?

Es el reloj Cronófago. Es un objeto real, se encuentra en la Biblioteca Taylor en el Colegio Corpus Cristi de Cambridge, y solo marca la hora exacta cada cinco minutos. En los lapsos intermedios puede parecer que los segundos y los minutos pasan más despacio, mas rápido, e incluso invertir su sentido y retroceder. Es una metáfora muy potente de la flexibilidad y elasticidad del tiempo, pero también una reflexión aterradora sobre cómo, una vez ha sido devorado un instante, nunca más volverás a vivirlo.

Me interesa mucho el proceso de preparación de las letras y del concepto del álbum. Sé que en la música participáis todos, pero ¿pasa lo mismo en las letras? ¿Hay mucha labor de investigación detrás de ellas? Aparte de la cultura griega, a la que ya he aludido, ¿en qué os inspiráis para darles forma?

Las letras también son una tarea colectiva. Es un proceso muy interesante porque a veces genera debates en los que todos aprendemos algo. En principio se propusieron temas, y cuando vimos que este era particularmente interesante, empezamos a hacer lo que llamamos “minería de datos”, es decir, recopilar entre todos un montón de conceptos relacionados que después ya, entre uno o dos, se van esculpiendo para dotarlos de una espina dorsal que vertebra el álbum. Las fuentes que nos han inspirado esta vez son de lo más variado: la cultura clásica, la filosofía budista e hinduista, la física de partículas, la Historia, la ciencia ficción, la religión, la poesía… Prácticamente de cualquier parte.

Después del excelente trabajo que habéis hecho, ¿os fastidia que las letras puedan pasar desapercibidas?

En absoluto. Creo que la gente ve en nuestras letras un punto atractivo que tal vez otras bandas no le dan. Nos esforzamos mucho en dotar a nuestras canciones de contenido y en alimentar un background filosófico que ha acompañado a la banda desde su mismo origen. Y en general llaman mucho la atención, recibimos muchos comentarios al respecto y la prueba es que llevo ya unas cuantas preguntas hablando del tema en esta misma entrevista, lo cual me parece genial.

El tiempo también se ha cebado con vosotros. “Deimos” lleva grabado desde abril de 2015 y dado que Raúl dejó su puesto en la batería, optáis por retrasar su salida hasta que la banda esté completa de nuevo y preparada para girar. ¿Ha sido dura la espera?

Muy dura, sobre todo en los primeros meses, con los discos recién llegados. Pero cuando nos pusimos a buscar batería y nos dimos cuenta de la cantidad de buenos músicos que querían participar en el proyecto, lejos de desmoralizarnos nos dimos cuenta de que la atención que estábamos recibiendo era bestial y que el interés por la banda no ha dejado de crecer. Nos sentimos muy reforzados tras haber pasado por nuestro nuevo origen.

“Deimos”, el tema-título (que pone punto y final al álbum), es mi favorito. Tal vez por ser el que se sale de la norma (junto al instrumental “Péndulo”) y tener unas características más atmosféricas y emotivas. ¿Cómo salió ese tema? ¿Fue complicado de componer?

No particularmente. Como te comento, todo ha ido fluyendo todo de manera muy natural, y en este tema nos pedía el cuerpo mas atmósfera, así que encontramos en él mas efectos, que dan una humedad a las guitarras y al bajo que adquieren un color diferente al de las demás canciones.

Precisamente la letra de “Deimos” explica muy bien el estado en el que se encuentra este país. Hay terror al cambio, algo que juega a favor y manejan muy bien quienes ostentan el poder. “Utilicemos su miedo para vencer el nuestro”, decíais en un tema de “Black Nécora”. Os obsesiona la desigualdad del mundo y el abuso de los poderosos, ¿no?

El terror al cambio no es algo de ahora ni de aquí, sino algo íntimamente unido al hecho de ser una persona, un ser humano. Como a cualquiera con conciencia, nos afectan y nos influyen las luchas que nos toca librar en nuestro tiempo. Con respecto a la desigualdad y a los poderosos, es obvio que sabemos muy bien cuál es nuestro bando.

Aunque no expreséis vuestras ideas en plan punk contestatario, sois una banda muy política. Y ya no sé si pesimista o, a tenor de todo lo que está sucediendo, realista. ¿Creéis que tiene solución un país profundamente dividido que, según parece, se va a quedar al borde de unas terceras elecciones?

Creo que nuestro contenido es sobre todo filosófico más que político, aunque supongo que es inevitable que en algún punto las dos cosas se entrelacen, sobre todo cuando la actualidad está en un punto caliente, donde nos estamos planteando conceptos fundamentales acerca de la sociedad y nuestro papel dentro de ella. En cuanto a la pregunta que me haces, yo veo una solución muy fácil: la extinción completa de la raza humana. Por los medios que sean, desde el primero hasta el último.

“Explorar y expandir nuevas formas de existencia/Hacer todo con nada, avanzar más con menos/Dudar que la masa sea la última frontera/Superar para siempre el pasado protésico”. Es un extracto de “Transhumanista” y tal vez un resquicio a la esperanza, ¿no?

Desde luego, “Transhumanista” es una canción con un mensaje positivo. Habla sobre la supervivencia de la conciencia después de que el cuerpo se pudra, de la inmortalidad, de preservar para siempre aquello de bueno y noble que se supone que debe tener cada ser humano. Trata el tema de la trascendencia sin pasar por el fétido filtro de las religiones, de hacer llegar más allá a la humanidad por nuestros propios medios, de emanciparnos de una vez de la cantidad de dioses que hemos tenido que cargar como un lastre durante casi toda nuestra historia.

Muchas gracias por todo. Enhorabuena por haber editado un álbum tan compacto e inspirado como “Deimos”, y, como siempre, la última palabra es vuestra.

Muchas gracias a vosotros. Por haberle prestado atención a nuestro trabajo entre los cientos de álbumes que salen cada mes y por hacer un gran trabajo con la web. No cambiéis nunca y un gran abrazo desde Burgos.


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