Babel

No resulta excesivamente complicado entender las razones que llevaron a Mumford & Sons a probar las mieles del éxito con su debut. “Sigh No More” era un disco muy cuidado, con un sonido cercano al neo-folk que tanto se lleva últimamente, a medio camino entre la intimidad de un Bon Iver y la épica de Arcade Fire, pero con un punto que les hacía más accesibles de lo habitual, lo que daba como fruto singles tan bien hechos como “The Cave” o “Little Lion Man”.

En los tres años que separan su primer disco de esta continuación, los ingleses ha conseguido hacerse un hueco entre los grandes reclamos de los festivales europeos, e incluso de poner un pie en EEUU, algo siempre complicado para las bandas que vienen de las Islas Británicas. Así que siguiendo esa máxima que dice que si algo funciona, mejor no tocarlo, es como han facturado su esperado “Babel”.

Y es que solo hace falta darle una vuelta a su nuevo trabajo para ver que las diferencias con respecto a su debut son mínimas. Si acaso, destacar una mayor presencia de los arreglos de piano, pero obviando esto, nos encontramos con una continuación en toda regla. Temas tan vitalistas como las iníciales “Babel” o el single “I Will Wait” podrían haber entrado en “Sigh No More” sin ningún tipo de problemas.

El álbum nos invita a sumergirnos en la intimidad de piezas como “Ghost That We Know”, “Reminder”, pasando por las enérgicas “Lover Of The Light”, “Hopeless Wonderer” o la oscura “Broken Crown”. Incluso tienen algún corte que huele a himno de estadios (“Lover’s Eyes”). Un trabajo bastante completo dentro de lo que es su discurso.

Así pues, y si no hay grandes sorpresas, este “Babel” está predestinado a seguir el mismo sendero que su hermano mayor. Y bien merecido que lo tiene.