stoner rock / heavy metal / stoner metal
 Red Fang

CRÓNICA

Red Fang + The Shrine + Lord Dying
Red Fang, The Shrine, Lord Dying
26 de Enero de 2014 por OttoBislevic Sala Bikini, Barcelona 1852 lecturas

Treinta minutos suelen ser más que suficientes para saciar la mayoría de placeres humanos, pero los treinta minutos que ofrecieron Red Fang como teloneros de Mastodonhace exactamente dos años y dos días, si bien bastaron para dejar claro la clase de banda que son y lo magnífico del álbum que venían a presentar ("Murder the Mountains", 2013), no fueron suficientes para saciar a los allí presentes. Resultaron un aperitivo, generaron una deuda pendiente, nos dejaron con ganas de más, de mucho más, y eso se notó en la cantidad de gente que acudió a la Sala Bikini de Barcelona la pasada noche de domingo esperando cobrarse la deuda.

Muchas nuevas barbas, tattoos y camisas de cuadros habían crecido desde la última visita del cuarteto de Oregón. Nuevos y viejos, todos fans. Un público predispuesto, entregado y literalmente rebosante -nunca había visto habilitar la sala anexa para permitir un mayor aforo- que presagiaba y deseaba una gran velada dominical.

Otras dos bandas completaban el cartel: Lord Dying y The Shrine. De los primeros, vecinos de Red Fang, con "Summon the Faithless" (2013) bajo el brazo, sólo pude escuchar el último acorde cuando entré en la sala, así que nada puedo decir, lo siento. De The Shrine, que presentaban álbum debut "Primitive Blast" [2012], decir que, pese a entretener, dudo muy mucho que su música o sus conciertos pasen a la historia.

Llegó la hora. Turno de los de Portland. Venían a defender nuevo larga duración "Whales & Leeches" [2013], pero pasearon por igual por sus anteriores discos, "Red Fang" [2009], y "Murder the Mountains" [2011]. Todos los temas, sin excepción, ejecutados con maestría y precisión, sonaron contundentes y con un sonido y pegada muy trabajados (no hay casualidad en el éxito). Nos obsequiaron con "Hank is dead", "Blood like cream", "Doen", "Throw up", "Wires", "Malverde", "Crows in Swine", "Number thirteen", "Into the eye", "Voices of the dead", "Prehistoric dog" y "1516" entre otras… y así hasta una hora exacta –y muy justita otra vez- de canciones redondas, muchas de ellas convertidas ya en himnos de pegadizos estribillos y cambios de registro y estilo aquí y allá –se mueven entre el metal, aquello que llamaron stoner, hardcore, etc, con igual comodidad-. Tanto las más metaleras cantadas por Bryan Giles como las cantadas por Aaron Beam funcionan bien en disco y en directo, evocan una personalidad propia, repletas de la energía y las buenas vibraciones que exudan estos músicos.

Con tan sólo tres álbumes en la mochila y una horda de seguidores, Aaron, Bryan, David y John, son los cuatro tipos que puedes encontrarte al final de la barra de cualquier bar con constante aliento a cerveza (se vanaglorian de ello en sus clips), pero sus canciones los muestran como cuatro currantes del mundillo, con mucha música a sus espaldas, con ganas de hacer disfrutar a la gente tanto como ellos disfrutan, de transmitir la pasión que ellos sienten por la música. Y eso se nota.

Si bien puede ser criticable por alguien la ampliación o apertura de estilos en su último disco, así como la gran promoción y difusión que está teniendo la banda (actuación en el show de David Letterman; aparición en su nuevo videoclip de Fred Armisen, actor y cómico de Saturday Night Live y de la brillante Portlandia, serie que a base de sketches muestra la sociedad de ese foco cultural americano que es la ciudad de Portland), algo que está provocando que su popularidad crezca como la espuma, nadie puede –al menos hasta ahora- negarles un éxito que tiene todos los aires de ser curradísimo y merecidísimo. Estos tipos no son unos mozos “imberbes” y muestran una profesionalidad y entusiasmo que ya quisieran muchos. Puede parecer que les están llevando en volandas hacia el estrellato, pero, maldita sea, se lo merecen. Esperemos que dure. Mi voto lo tienen.

Ah, tanto Bryan Giles en su último videoclip como el roadie del merchandising llevaban camisetas de Federation X. Banda a reivindicar que sacó nuevo disco el año pasado ("We do what we must", 2013) y que algunos pocos echamos de menos ver por aquí de nuevo (hace mucho ya desde su visita a una Sala Magic vacía en 2006). Esperemos que este “empujón” sirva para que nuestros deseos se cumplan y alguien los traiga.

Una cosa más, cuando era pequeño, para diferenciar si un disco era rock u otra cosa, subía el volumen de mi cadena a todo trapo, fuese la hora que fuese, y si los temas funcionaban de narices y me hacían vibrar, lo etiquetaba como rock. Así de sencillo. Dile a tu pareja, a tus vecinos, a tus compañeros de piso, a tus padres, que salgan a dar un paseo, o lo que quieran, porque vas a poner uno de los discos de Red Fang y vas a dedicarte a subir volumen, joda a quien joda. Verás cómo funciona.

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