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 Smashing Pumpkins
Mellon Collie and the Infinite Sadness
ZONA-ZERO
90
121 VOTOS
86
+
Smashing Pumpkins

Mellon Collie and the Infinite Sadness

Publicación:
Octubre 1995
Sello:
Virgin
Productor:
Alan Moulder
Género:
pop-rock
Estilos:
alternative rock

MEDIA

Tracklist

  • Dawn to dusk
  • 01.Mellon collie and the infinite sadness
  • 02.Tonight, tonight
  • 03.Jellybelly
  • 04.Zero
  • 05.Here is no why
  • 06.Bullet with butterfly wings
  • 07.To forgive
  • 08.Fuck you (An ode to no one)
  • 09.Love
  • 10.Cupid de locke
  • 11.Galapogos
  • 12.Muzzle
  • 13.Porcelina of the vast oceans
  • 14.Take me down

  • Twilight to starlight
  • 01.Where boys fear to tread
  • 02.Bodies
  • 03.Thirty-three
  • 04.In the arms of sleep
  • 05.1979
  • 06.Tales of a scorched earth
  • 07.Thru the eyes of Ruby
  • 08.Stumbleine
  • 09.X.Y.U.
  • 10.We only come out at night
  • 11.Beautiful
  • 12.Lily (My one and only)
  • 13.By starlight
  • 14.Farewell and goodnight

Miembros

  • Billy Corgan: voz, guitarra, piano
  • James Iha: guitarra, voz
  • D'arcy Wretzky: bajo, voz
  • Jimmy Chamberlin: batería, voz

Análisis

por el 24 Ago 2003
19648 lecturas
Hoy en día, las discográficas tienden a publicar discos más bien breves. Si un grupo tiene 30 canciones, finalmente solo forman parte del álbum 12 o 13, pero casi nunca más. Se pueden entender que es preferible algo breve pero bueno de principio a fin que algo muy largo, de calidad intermitente y que llegue a aburrir. Por eso, si se publicase hoy “Mellon Collie and the Infinite Sadness”, muchos se quedarían tan perplejos como gratamente sorprendidos. ¿Por qué? Básicamente porque este es un doble disco (y no se trata de un recopilatorio), porque cuenta con 28 canciones de gran calidad y porque dura casi dos horas, y todo ello al precio de un disco normal. Estamos por lo tanto, ante uno de los proyectos musicales más ambiciosos de la historia de la música moderna, con un Billy Corgan inmenso, así como el resto de la banda.

Este disco, se empezó a gestar dos años antes de su publicación en 1995, cuando Corgan empezó a experimentar en su estudio privado, y compuso alguno de los temas, como “Bullet With a Butterfly Wings”, que llegó a ser uno de los 6 sencillos del disco, y podrían haber sido muchos más… Pero básicamente, el grueso del disco se compuso entre agosto y marzo de 1995, para salir definitivamente en noviembre de ese mismo año.

Este trabajo, a parte de ser uno de los que han contado con una producción más trabajada y ambiciosa, fue también todo un adelanto en cuanto a sonidos y atmósferas se refiere. El genio, el cerebro de todo este proyecto, Billy Corgan, se dedicó a fusionar y trabajar con sonidos aparentemente incompatibles como era el pop, el punk, el rock, el grunge, el metal, el gótico y la música clásica. En cada uno de los temas que componen este “Mellon Collie and the Infinite Sadness” encontramos fusión, y ya que a los Smashing Pumpkins les dio buenos resultados, los grupos que les siguieron, han sabido darles réplica y se han atrevido a la fusión de estilos dispares aparentemente.

Este trabajo está dividido en dos cd’s, el primero llamado “Dawn to Dusk”, con 14 canciones, y el segundo, titulado “Twilight to Starlight”, también con 14 canciones como protagonistas. Ambos mezclan todos los estilos y tipos de canciones que componen el trabajo en global, y encontramos desde canciones instrumentales, más cercanas a la música clásica, como la canción que abre el primer disco, y que de paso da nombre al trabajo: “Mellon Collie and the Infinite Sadness” o la también preciosa “Cupid De Locke”. Luego hay otras más pop, como “1979”, una excelente canción. Otras son rabiosas y descaradamente rebeldes, con esa onda punk que no debe faltar en ningún buen grupo que pretenda enfrentarse a lo establecido. Temas como “Bullet With Butterfly Wings”, “Fuck You (An Ode to No One)” o “X.Y.U.”, son buenos ejemplos. Luego también encontramos ejemplos de temas más pesados, que no llegan a convertirse en metal, pero que se les acercan, como por ejemplo “Bodies”, “JellyBelly” o “Where Boys Fear to Tread”. En definitiva, estamos ante dos compactos de innegable calidad, en los que se mezcla de todo y con buenos resultados, y lo que a mí me parece más rescatable: que tras 28 canciones y casi dos horas, uno no tiene la sensación de haber estado escuchando algo repetitivo, sin aliciente alguno o prefabricado. Dos horas de puro disfrute musical.

Pero no todo está mezclado así como así, y la diferencia entre “Dawn to Dusk” y “Twilight to Starlight” es que el primer disco suena mucho más nítido, más depurado y preciosista, y el segundo, recopila los temas más oscuros, más sucios y deprimentes. Bueno, en verdad desde la primera a la última canción, los Smashing Pumpkins se mantienen fiel a su estilo y se dedican a indagar en lo negativo, desde el alma y el comportamiento humano hasta la sociedad, pero en el primer cd se explica de un modo, y en el segundo de otro. En ambos discos encontraremos música con toques clásicos, pop, rock, metal, punk, grunge y mezclas imposibles para la época, pero con un sonido difícil de explicar que las compila. Digamos que con “Dawn to Dusk” podemos pasar un rato más reposado y meditativo, mientras que con “Twilight the Starlight” necesitaremos estar más activos y dispuestos a escuchar gritos, guitarras distorsionadas y punzantes, atmósferas oscuras y repletas de violencia, desde la primera a la última nota.

En todo el disco, podemos encontrar muestra de la grandeza de estos 4 jóvenes que revolucionaron la música rock en los 90, calidad que no evita que Corgan sobresalga de entre todos ellos. Es un excelente guitarrista, compositor y aunque no sea un cantante de esos que con su voz abarca una gran gama de notas, si que es cierto que esa voz de pito, aguda y chirriante, sabe mejor que nadie hablar de dolor, de sufrimiento, de tristeza y melancolía, que al fin y al cabo, es el tema del que se habla en este disco.

Comentar como suelo hacer canción por canción, es bastante complicado, y es que 28 temas, cada uno con sus características y sus detalles maestros, podría pasarme varias semanas escuchando el disco y escribiendo, cosa que retrasaría más los planes de publicación de este análisis (algo que sería fatídico para más de uno, especialmente para alguien en concreto), así que me limitaré a rellenar con alabanzas el resto del análisis, pero de forma algo más generalizada.

Como ya he mencionado antes, encontramos canciones básicamente de corte clásico, es decir, melodía orquestada, como la magnífica “Mellon Collie and the Infinite Sadness”, que con unos acordes lentos suena realmente emotiva, y ya hacia el final se convierte en la introducción del gran éxito donde los haya de los Smashing Pumpkins. Me estoy refiriendo a “Tonight, Tonight”, esa canción que sonaba a pop rock por un lado y a música clásica por otro. A parte de eso, iba acompañada de un videoclip que fue premiado allá donde se veía, y que en su día revolucionó el concepto de clip musical y los efectos especiales que en estos se utilizaban. Una canción repleta de sentimientos, de emociones, de acordes maravillosos.

Como ejemplo del lado más salvaje de los Smashing Pumpkins, encontramos canciones como “JellyBelly”, que parece chocar directamente con su antecesora “Tonight, Tonight”. La batería de Chamberlain y la guitarra de James Iha son salvajes y pesadas, mientras que la melodía vocal y la segunda guitarra de Corgan, tienden más hacia la melodía. Explosiva combinación con inmejorable resultado.

Las raíces de los Smashing Pumpkins está en el rock gótico, en concreto en el primer grupo de Corgan, llamado The Market. Las características melodías decadentes y oscuras de ese género, ganan protagonismo en una de las que a mi parecer, son las mejores canciones. Se trata de “Zero”. El riff de guitarra, pesado, deprimente y decadente, aderezado con un solo de distorsiones a cargo de Corgan, dotan a esta canción de una consistencia inmejorable. En la misma línea decadente y pesimista empieza otro de los grandes éxitos del disco: “Bullet With Butterfly Wings”, que a pesar de su introducción más oscura, no tarda en desembocar en una canción rabiosa, de espíritu punk, y con mucho de ese grunge más pesado por el cual se llegó a catalogar a este grupo, en sus inicios como los parientes pobres del indie y el grunge.

En temas como “Love” podemos encontrar toques industrialoides, con bastantes arreglos electrónicos, distorsiones en las guitarras y en las voces y un ritmo mucho más pesado. Tras la sucia “Love” llega “Cupid de Locke”, una canción que contrasta con la anterior, por su inocencia, su melodía etérea y brillante y por su delicadeza. Estos cambios de género, esta combinación de estilos y los marcados contrastes entre canciones, es una constante en este disco, puesto que para que dos horas de música de un mismo grupo no lleguen a aburrir, también es necesario saber ordenar las canciones, puesto que un seguido de canciones machacona podría llegar a provocar migraña, o por el contrario, demasiadas canciones lentas y melódicas seguidas, podrían aburrir y provocar somnolencia. Así que este detalle es un punto más a favor de la producción y las mezclas, que han sabido poner cada canción en su lugar.

La experimentación en este primer cd, “Dawn to Dusk” también tiene una marcada importancia, especialmente hacia el final, con temas como la larguísima “Porcelina of the Vast Oceans” o “Take Me Down”. Esta última, recuerda mucho a un género que no se inventó hasta varios años después, y es el punk-pop. Es una canción con arreglos ambiguos, melosa y que en todo momento puede compararse a las composiciones (posteriores a esta) de Rivers Cuomo en Weezer.

El segundo cd, es de tendencia más dura, explícita y rabiosa. Aquí el rock más potente, las guitarras más emborrachadas y las voces más agresivas, cobran un plus en protagonismo. Buena muestra de ello es “Where the Boys Fear to Tread”, “Bodies” o “X.Y.U.”. Como contraposición a este tipo de temas, “Thirty-Three”, “In the Arms of Sleep” o “1979” (otro de los singles y clásicos de la banda), nos muestran unos Smashing Pumpkins mucho más melódicos, suaves y lentos. Siguen con la tónica de letras deprimentes, oscuras y pesimistas, pero con melodías tranquilas y para nada violentas.

Las canciones de corte más orquestal y clásico no tienen tanta presencia en esta segunda parte, pero por el contrario, hay más sonidos experimentales, más “rarezas” y más canciones que se salen de cualquier parámetro normal y establecido. Desde la potente “Tales of Scorched Earth” hasta la nana “Farewell and Goodnight”, pasando por “Beautiful” son buenos ejemplos de ello.

En vista de que lo musical es claramente sorprendente, y que dudo que haya alguien con suficientes argumentos como para decir que en este disco hay canciones malas, vamos a pasar a hablar de otros temas relacionados con el disco. Para empezar, el coverart y demás acompañamiento gráfico del disco, que es de muy buen gusto, con dibujos clásicos inspirados en los cuentos y dibujos de los años 20, que a su vez bebían inspiración de las leyendas e iconografía del siglo XVII y XVIII. Todo de gran calidad, especialmente teniendo en cuenta lo que había por entonces. Y lo mejor para los que tenemos un presupuesto modesto: dos cds y arte de calidad a precio normal. Seguramente, esto junto a la impresionante calidad musical, les llevó a vender más de 20 millones de copias de este disco en todo el mundo, convirtiéndolo así en uno de los más vendidos de la historia del rock alternativo.

Cuando se encerraron en el estudio a grabar este “Mellon Collie and the Infinite Sadness” (título que es un juego de palabras, puesto que la pronunciación en inglés de Mellon Collie equivale a Melancholy, por lo que el título verdadero sería “Melancolía y la Infinita Tristeza"), Corgan dijo al grupo, que tenían que hacer este trabajo como si fuese el último, y en cierto modo, para algunos lo fue. Para empezar porque tras esto, el grupo fue a menos, y ya ningún otro de sus trabajos llegó a valorarse tanto. Después, porque en 1996, durante una gira, el batería Jimmy Chamberlain y el teclista de la gira, Johnatan Melovin, fueron encontrados en una habitación con una sobredosis, con la diferencia de que Melovin estaba muerto. Chamberlain fue despedido, y el grupo se empezó a quebrar. Pero esto no es más que una historia de esas que todas las grandes bandas poseen.


Lo Mejor: Variedad y calidad a raudales.

Lo Peor: ¿Demasiado largo?
 


COMENTARIOS

121 Comentarios

  • 99 Excelente

    HMP
  • 92 Muy Bueno
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    Demonaz
    Gran disco, aunque demasiadas canciones lentas para mi gusto, me gustan más los dos primeros LPs
  • 97 Excelente
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    Cyclops
  • 96 Excelente

    Rafa Rodriguez Gomez
  • 87 Muy Bueno

    Molar Dog
  • 88 Muy Bueno
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    MrJack
  • 95 Muy Bueno
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    Pachi67
  • 95 Muy Bueno

    meneillos
    uno de mis discos favoritos de siempre. Un alarde compositivo insultante en el que creo que no sobra ni un minuto. La única respuesta posible a la pregunta "¿Demasiado largo?" es "NO"
  • 95 Muy Bueno

    oswaldo
    GRAN DISCO INCLASIFICABLE DE PRINCIPIO A FIN UNA GRAN BANDA MUY INFLUYENTE EN LOS 90 GRACIAS S.P. POR ESTE DISCO ES UNA BIBLIA.
  • 95 Muy Bueno

    Dark_Monkey
    Un disco que roza la perfección, lleno de grandísimos temas, versátil y con letras de tristeza y desamor que ponen los pelos como escarpias...sin embargo los últimos temas del CD 2 no terminan de llegarme, creo que están un escalón por debajo del CD 1 y de la primera parte del CD 2. Es una maravilla, pero el 100 lo reservo para el Siamese Dream.
  • 98 Excelente
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    starfucker
    Edito puntuacion. Hace dos años le di un 70 porque el disco tenia muchas canciones tranquilas y se me hacia demasiado pesado. Bien, dos años mas tarde las cosas han cambiado mucho. Despues de hacerme con toda su discografia debo decir que los Smashing son muy grandes. Este disco y "Siamese Dream" me parecen autenticas joyas de los 90. "Mellon Collie" en concreto es digno de alabar. Eso si, hace falta escucharlo mucho para acabar disfrutandolo.
  • 100 Excelente

    amafake
    sin palabras; no cometáis el error de dejarlo inexplorado
  • 99 Excelente
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    Opethfan
    Una autentica maravilla.Entre los cinco mejores discos de los 90 sin duda.
  • 100 Excelente
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    LuckyBoy
  • 80 Bueno
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    darko
    Me parece demasiado extenso, prefiero el Siamese Dream que esta mas compensado y variadito, en este para mi gusto hay demasiado corte somnífero y se repiten un poco. Por otro lado tiene autenticos temazos, temazos, si resumiera en un disco las mejores canciones de los dos me gustaria mas que Siamese Dream.
 

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