industrial metal / nu metal
 Spineshank
Self Destructive Pattern
ZONA-ZERO
80
49 VOTOS
77
+
Spineshank

Self Destructive Pattern

Publicación:
Septiembre 2003
Sello:
Roadrunner Records
Productor:
GGGarth, Mike Sarkisyan, Tommy Decker
Género:
metal

MEDIA

Tracklist

  • 01. Violent Moodswings
  • 02. Slavery
  • 03. Smothered
  • 04. Consumed (Obsessive Compulsive)
  • 05. Beginning Of The End
  • 06. Forgotten
  • 07. Self-Destructive Pattern
  • 08. Tear Me Down
  • 09. Stillborn
  • 10. Falls Apart
  • 11. Fallback
  • 12. Dead To Me

Miembros

  • Jonny Santos: voz
  • Mike Sarkisyan: guitarra, coros
  • Robert Garcia: bajo, coros
  • Tommy Decker: batería, electrónica

Análisis

por el 23 Jul 2003
8774 lecturas
Spineshank, uno de los grupos sorpresas del 2001, ya está de nuevo aquí. En esta ocasión con el que es su tercer álbum de estudio, Spineshank demuestra una agradable evolución, y es que este disco “Self Destructive Pattern” resulta agradable de escuchar desde la primera vez.

El grupo liderado por Jonny Santos, ha dejado de lado la mayor brutalidad y agresión de sus guitarras, para entregarnos una placa repleta de buenísimos detalles, de guitarras tan poderosas como melódicas, y sobretodo, una madurez compositiva y lírica que se hace notar, y sobretodo, que resulta refrescante.

Lo cierto es que musicalmente hablando, no aporta demasiado, puesto que poco queda por inventar en esto del nü-metal. El giro musical del grupo se requiere más bien a una búsqueda de la simplificación de sonido, que les permitirá llegar a muchas más personas. Pero ¡ojo! Esto no quiere decir que se hayan vuelto descaradamente comerciales o que hayan renunciado a ese sonido tan característico que conquistó a más de uno en el 2001, sino que han sabido adaptar su música a los nuevos tiempos. Melodías y estribillos fáciles de recordar, pero que no se hacen melosos o pegajosos, tal y como suele suceder con muchos grupos que alcanzan el éxito.

En este disco, Jonny Santos canta muchísimo mejor, y esa es una de las principales sorpresas que me he llevado con este nuevo trabajo. Otros detalles muy a tener en cuenta son la coherencia que en todo momento presentan los instrumentos, con los mínimos arreglos, todos ellos de carácter electrónico, lo que confiere al disco un sonido más próximo y recordable.

El primer tema del disco es “Violent Moodswings”, que tal vez sea el tema más violento y agresivo del disco, y por lo tanto, el que recuerda más a los anteriores trabajos de la banda. Aquí Santos berrea, y el sonido de los instrumentos resulta más cercano al hardcore, aunque como es fácil darse cuenta, en los estribillos y las seguidillas, el grupo ya introduce ese elemento, ahora más importante, de la melodía poderosa que al mismo tiempo se puede recordar fácilmente. Es un gran tema, con todos los alicientes necesarios para gustar. Le sigue “Slavery”, que con unas distorsiones de guitarra, abre la canción. A continuación, encontramos más hardcore y agresividad, especialmente vocal por parte de santos, pero aquí la base sonora, y sobretodo el estribillo, destaca mucho más la melodía, pero no melodías en el sentido de música pegadiza sin más, sino melodía en el sentido de una composición armónica, una composición agradable que seduce tanto por su potencia como por su fragilidad. Más de una ronda de gritos y guitarras afiladas aderezan el tema, que finaliza con poder tras unos segundos de pasividad. Sin lugar a dudas, un comienzo explosivo, que habrá mantenido bien altas las expectativas de los fans, así como habrá cautivado a los recién incorporados a Spineshank.

La tercera pieza del disco es a mi parecer de lo mejorcito del disco y de la banda. Se titula “Smothered”, y es la perfecta conjunción entre riffs modernos, melodías y estribillos de esos que perfectamente se pueden reproducir en cualquier emisora, letra interesante con estribillos repetidos hasta la saciedad (lo que la convierte en más recordable si cabe) y especialmente me gusta la composición. No hay grandes alardes en forma de solos, de caos controlado o de instrumentaciones orquestarles, sino una guitarra, un bajo y una batería combinados a la perfección. No hay huecos ni desperdicios a lo largo de los casi tres minutos de duración del tema. Para que os habrías una idea, el tema podría ser semejante al “Infest” de Papa Roach (grupo con el que han compartido cartel más de una vez), pero sin rapeos y con más fuerza. Una canción muy recomendable.

Las tres canciones anteriores resultaban bastante interesantes y homogéneas, por lo que resulta chocante el siguiente tema: “Consumed Obsessive Compulsive”. Aquí siguen en la línea de buena calidad musical, con una lírica más crítica y ácida (cargada de sarcasmo y reproche), pero especialmente se diferencia de las anteriores por sus cambios de ritmo. Al contrario que en las anteriores, aquí uno se puede llevar alguna sorpresa, y es que los cambios y los relevos entre instrumentos son constantes e inesperados. Algo similar sucede con “Beginning of the End”, canción más melódica, con una composición más calmada, que estalla con rábia en el estribillo. Tal vez abusen un poco de repetir la estructura de la canción para rellenar, pero el excelente trabajo de Tommy Decker, el batería y también el encargado de los efectos electrónicos que perfectamente incorporados a la melodía, rellenan y perfeccionan el resultado final.

“Forgotten” empieza muy emotiva, con un sonido muy variado en el resto de decurso musical. Melodías con base electrónica, que están más cerca de la pasividad que del guitarreo, se mezclan con los estribillos, también melódicos, sin agresión en ningún momento, pero con mayor presencia de los riffs de guitarra. “Self Destructive Pattern” es el tema que da nombre a este trabajo, y ahí en medio del disco, nos sorprende con mucha rabia en el 80% del metraje. El resto de canción corresponde al estribillo, que rompe por completo con el sonido casi caótico, para introducirnos en melodías con fuerza, cercanas a las power ballad.

En octavo lugar llega “Tear Me Down”, canción en la que sobretodo al principio, me recuerda a la música de “Low”, tema del último trabajo de los Foo Fighters, y en lo vocal, se me hace terriblemente similar a Anthony Kiedis, cantante de los Red Hot Chili Peppers. Los estribillos, por el contrario, profundizan en la melodía más agresiva, creando un tema bastante interesante.

Ya en la recta final, con canciones como “Stillborn”, Spineshank aprovechan para volverse más agresivos, como si llevasen durante todo el rato esperando para explotar. Lo cierto es que la canción no baja de ritmo en ningún momento, o por lo menos, los instrumentos, ya que Santos cambia de registro con asombrosa facilidad, y pasa de desgañitarse a prácticamente susurrar, mientras que de fondo, un ritmo hardcore evita la pasividad del corte. “Falls Apart” tiene una estructura similar, más agresiva con fragmentos en los que Santos canta más suave, y donde de fondo, los instrumentos siguen a lo suyo. Sin lugar a dudas, aunque este sea un recurso ampliamente utilizado, es también una de las formas más efectivas de evitar la monotonía y la simplicidad en los temas.

Definitivamente, Spineshank me ha convencido con este trabajo, y eso que aun queda el broche final a cargo de “Fallback” y “Dead to Me”. La primera es mucho más guitarrera, con un riff variado, que en el estribillo se acerca al punk melódico, pero que antes de caer bruscamente, remonta potencia y vuelve a sonar a nü-metal, tal vez no suene al nü-metal de los verdaderamente grandes, pero sí que resulta obvio que Spineshank se ha ganado a pulso una plaza en el segundo escalafón de bandas de nuevo metal. “Dead to Me”, es compleja y retorcida. Los cambios de ritmo son frenéticos y constantes. Gritos y hardcore dando paso a fragmentos electrónicos, que a su vez encadenan con más hardcore, y finalizan desembocando en unas melodías más que buenas.

En definitiva, Spineshank ha vuelto con fuerza, con poder, con madurez, y también con buenas melodías. Una producción de excepción, y variedad de sonido, que lo convierten en una inversión sobre seguro. Tal vez les falta algo para hacerse grandiosos (porque grandes ya lo son), pero les queda tiempo de sobra para demostrar cualidades. Ahora, mientras escuchamos el disco, tendremos que esperar a ver si definitivamente pasan o no por nuestro país.


Lo Mejor: La madurez de las composiciones.

Lo Peor: Al final no sorprende.
 


COMENTARIOS

49 Comentarios

  • 83 Muy Bueno
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    Michael_Scott
  • 80 Bueno

    Eldarion_2
  • 75 Bueno
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    Black_sheep
  • 85 Muy Bueno

    amalio
  • 90 Muy Bueno
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    daron
    height of callousness me parecía un disco mítico. En este, kizás no se llegue a los mismos niveles de brutalidad y mala ostia, pero aún así, me parece un disco con muy grandes canciones
  • 60 Mediocre

    hollow_life
  • 70 Bueno
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    knifemark
  • 65 Bueno

    sicsicsic
    respecto a the heigh of callousness es un bajon considerable, no es un mal disco pero... le falta algo
  • 69 Bueno

    Interloper
    Un disco bastante entretenido, pero que puede acabar cansando un poco...
  • 65 Bueno

    Pikolin
    Facilón y simplón comparado con los anteriores, una pena.
  • 80 Bueno

    Hed-eK
    Para mí, su mejor disco. Eso sí, su canción New Disease no la supera nadie.
  • 30 Malo
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    Sepulchaos
    no me gustan
  • 40 Malo
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    the_berzerker
    Qué pena de grupo, a decir verdad, Spineshank me encantó con su anterior disco, The height of callousness, 11 temas directos y brutales, en este la cosa se ha comercializado demasiado, y es una pena porque el grupo prometía, me parece un álbum la mar de soso. La culpa la tiene el puto vocalista Jonny Santos, que en su anterior trabajo me parecía un cantante de puta madre, pero decidió que quería cantar más tranquilo. Gran error. Por suerte el resto del grupo ya lo ha echado y están en la búsqueda de otro frontman que los devuelva a su genial pasado.
  • 100 Excelente
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    gonzalo
    muy buen disco y un directo de pm
  • 80 Bueno

    al-0
    me quedo con el anterior, este es mas comercial y el directo q hicieron en la sala jam muy pobre
 

DISCOGRAFÍA