CRÓNICA

Lleno total. Sin duda, es la característica más destacable de lo que el viernes aconteció en la sala Music On de Madrid. El estreno de la nueva formación surgida de las cenizas de Nuevenoventaycinco levantó una expectación que dificilmente se ve en la presentación de una banda de nuestro país. Por desgracia, diversos problemas empañaron lo que se preveía como una noche muy grande. Para empezar, la sala no estaba en absoluto acondicionada para un evento de este calibre, con una inmensa barra de bebidas situada muy cerca del lugar donde se encontraba el escenario, y la visibilidad de éste (que estaba prácticamente a ras de suelo) era prácticamente nula a poco que se alejase uno de él. Asimismo, tuvimos que aguantar una larga espera entre las dos actuaciones de la noche (que unido a la gran cantidad de gente presente, provocó la impaciencia y pitidos de muchos), y las bandas tuvieron varios problemas de sonido, especialmente en lo referente a la voz, que en ocasiones dejaba de escucharse. Music On dio la impresión de ser una sala excelente para salir de marcha los fines de semana, pero no un local preparado para ofrecer conciertos.

Pero a pesar de todo, las bandas supieron amoldarse a la situación, y ofrecieron un atractivo set que palió, en gran parte, los problemas de la sala. Same Old fueron los elegidos para abrir esta noche de estreno, y lo hicieron bastante bien, con una atractiva propuesta de hardcore de cambiantes estructuras al más puro estilo de Glassjaw y mucho movimiento. El grupo de Vitoria se desenvolvió con soltura en el escenario, ofreciendo de este modo una excelente presentación para su primer disco.

Tras la ya mencionada hora de espera (que solo al final descubrimos que en realidad no era tal, sino que se trataba de una sesión de DJs de la que la mayor parte de la gente ni se enteró, pues estaban atentos al escenario), Zoo, los grandes protagonistas de la noche, hicieron su aparición sobre la tarima, vestidos de traje y con unos pasamontañas que se quitaron casi de inmediato. La formación ofreció un concierto debut vibrante, en el que las canciones de su primer trabajo, a pesar de los diversos problemas técnicos, sonaron con mucha fuerza y cuerpo. “Desde el desastre”, “Hombres de Papel” o “En el espejo” son solo algunos de los temas con los que el trío madrileño se metió en el bolsillo a un público expectante y entregado, reservando el corte que da nombre al nuevo disco para el bis.


Asi pues, noche de estreno con diversos altibajos y problemas en la que, a pesar de todo, Zoo demostró que todo el revuelo que se ha generado a su alrededor está más que justificado, y presentan una fuerte y atractiva apuesta de un sello también recién nacido, La Incubadora Records. Para todo hay una primera vez, y es habitual que en ella se cometan errores. Lo importante es, sin duda, saber solventarlos para siguientes ocasiones. No me cabe duda de que, en el caso de Zoo y La Incubadora, así será.




Fotos: Enrique Sedano