Atentos A... Vol. 2

Con mucho gusto os ofrecemos la segunda entrega de nuestra renovada sección Atentos A... en la que nuestros colaboradores escogen lo mejor del underground para ponerlo al servicio de todos los lectores. En este segundo volumen volvemos a hacer un recorrido ecléctico por el mundo, desde Salamanca hasta Australia, desde el post-rock hasta el metal extremo. Como siempre os proporcionamos streamings de las recomendaciones. Esperamos que disfrutéis, y todos los comentarios son bien recibidos.

SannhetCuriosamente, el reconocimiento de esta banda llega con el salto a la fama (o al menos a las portadas más “in”) de Liturgy, también de Brooklyn, al haberles hecho de teloneros en muchas fechas. Y, si bien los estilismos no son exactamente iguales, sí hay nexos que los unen. La base aquí también consiste en hacer un black metal instrumental lo más maleable posible, con esa batería incesante y con capas de guitarra lo suficientemente difusas, todo ello con un sonido nada nítido, y completando la fórmula con pasajes prog o in crescendos dignos del post-rock más ligero. Sin aspavientos ni altibajos, sin rabia contra religión alguna. Sutilidad con su puntillo trve moderno.




EmptinessNo podemos hablar de estos belgas como un grupo novel, pues tienen 4 discos ya, contando el último y maravilloso “Nothing but the Whole”, además de ser el lugar de experimentación musical de dos miembros de los blackers Enthroned, pero los periodos largos y continuados en su carrera sin noticias ni novedades, unido a una procedencia muy poco dada a parir figuras del metal extremo, ha hecho de Emptiness un secreto muy bien guardado. En cuanto a lo musical, la atmósfera de opresión y la gran metodología a la hora de crearla (nada sobra, todo muy estudiado) infunden de entrada respeto y sorpresa. ¿El estilo? Quién sabe si black, si death… o si un poco de ambas. Aquí no manda la etiqueta, sino esa sensación de desasosiego que se han comprometido a crear y que es tan difícil de encontrar en un disco de metal.


 

Anai ArrebakCualquier seguidor de Jousilouli o Naiz Roxa es conocedor del estado mental de Matxet y de la locura que empapa a todos sus proyectos, pero seguro que más de uno no se ha atrevido aún con Anai Arrebak, el artefacto que ha diseñado junto a su hermana Margarita. Pop, rock y funk envueltos en el color violeta que emanan luces de neón. Con un EP que han ido presentando en los últimos años ha llegado la hora de dar a conocer su primer disco, que en estos momentos solo lleva unos días en la calle. Por último recomendar también su directo, de lo más bailable que puedes encontrar en el panorama actual.




10991099 vienen de Noruega para entregarnos un segundo disco de post-rock con clase. "Young Pines" nos trae a una banda que se desliga del crescendocore casual para construir temas en los que la melodía toma el mando. Su decisión de estructurar las canciones en torno a un tema principal que se va desarrollando los aleja de las propuestas más típicas del género, sin abusar de los trémolos, los crescendos y las murallas de sonido. Al contrario, el suyo es un estilo suave y gentil con gran carga seductora y un puntito de smooth jazz. Un álbum como no escuchábamos desde los tiempos de los recomendadísimos fineses Magyar Posse.




UnaxManoxAlxCuelloDesde Salamanca con buena tralla. Así podríamos resumir el EP de debut de xUnaxManoxAlxCuello, y es que en apenas ocho minutos se dan cita la agonía, la disonancia, la visceralidad y la velocidad necesaria para llevar al hardcore a los niveles más altos de ruidera. Powerviolence y screamo de alto octanaje que suena gordo y también necesario. Mención especial al último tema, un despliegue de influencias en plan broche de oro.




6h33Aunque cada vez son menos, sigue siendo todavía habitual encontrarse con determinadas bandas en las que la sombra de Mike Patton sigue estando presente. Éste es el caso de 6h33, banda francesa de metal experimental, que se encarga en su tercer disco "Deadly Scenes" de mezclar estilos como el swing o el progresivo con toques circenses creando un sonido que los emparenta con otras bandas como Dog Fashion Disco o Carnival In Coal.




The OccupantsTras la desaparición de la prometedora banda australiana Cog, que recogía influencias varias de grupos como Tool, Deftones o Isis, los miembros del grupo decidieron seguir con otros proyectos musicales. Así, mientras su batería decidió unirse al grupo Floating Me, los otros dos tercios de Cog formaron una nueva banda llamada The Occupants. Una formación que con cierta calma pero con paso firme se ha encargado de editar desde hace dos años una serie de singles, cinco en total, a cada cual más prometedor y que ha convertido la espera de su álbum de debut en quizás una de los lanzamientos más esperados del presente año.




AlkaloidMorean (Dark Fortress, Noneuclid) – voz, guitarras. Christian Muenzner (Spawn of Possession, Ex-Obscura, Ex-Necrophagist) – guitarras. Danny Tunker (Aborted, Ex-God Dethroned) – guitarras. Linus Klausenitzer (Obscura, Noneuclid) – bajo. Hannes Grossmann (Blotted Science, Ex-Obscura, Ex-Necrophagist) – batería. Los que conozcan la vida y milagros de los músicos citados no necesitarán más alicientes para abalanzarse sobre el debut de Alkaloid, “The Malkuth Grimoire”. A quienes les resulten ajenos, decirles que este quinteto practica una suerte de metal extremo técnico y detallista en el que no hay lugar para virtuosismos vacuos. Ecos de Metallica, Morbid Angel, Cynic o Dissection pasados por el tamiz progresivo y moderno de estos estratosféricos músicos, en lo que se puede considerar una visión desde otra perspectiva del enorme “Metatheosis” que editó Noneuclid la pasada temporada.




Subterranean MasqueradeDiez años ha tardado en llegar "The Great Bazaar", el segundo largo de Subterranean Masquerade, pero la espera ha merecido la pena. En esta ocasión, el israelí Tomer Pink (cerebro de la banda), cuenta con la valiosísima aportación de Kjetil Nordhus, vocalista de la siempre interesante agrupación noruega Green Carnation, que ha relegado a una posición más residual al habitual Paul Kuhr (Novembers Doom). ¿El resultado? Un álbum más accesible, clásico, luminoso y emotivo, que despliega unos logradísimos pasajes de inspiración oriental. La única pega, su escasa duración: no llega a los cuarenta minutos. Pero gracias a temas tan redondos como “Tour Diary” o “Blanket of Longing”, eso es pecata minuta.