LAIBACH en Barcelona

Casi 10 años ha durado la espera para que la apisonadora regrese a la ciudad condal con el mayor de los espectáculos visuales de la actualidad.

Los padres de Rammstein, pioneros y provocadores de toda una generación de la subcultura musical y política, fueron captados hace años por el prestigioso sello británico de música alternativa Mute Records (Depeche Mode, New Order, Nick Cave).

Las técnicas creativas de Laibach son hilarantes y llenas de controversia, así lo llevan proyectando hace 37 años. Por ejemplo, coger un himno superventas de Queen y hacer pequeños cambios como cantarlo en alemán y con acento militar. A partir de ahí, sus piezas propias y versiones de The Beatles, The Rolling Stones, Europe y hasta del himno de Eurovisión son ejemplos de un humor devastador, hasta versionaron la quinta sinfonía de Beethoven, himno de la Unión Europa, con el famosos arreglo de Herbert von Karajan. Hace dos años consiguieron algo inaudito y surrealista, poder girar en Corea del Norte, su intención, como siempre, consistía en apagar el fuego con gasolina. La fama no va con ellos. Los manifiestos ideológicos, las pancartas, la chanza cobarde por los problemas del mundo tampoco. Pocos como ellos han entendido la provocación como un balcón desde el que escupir a lo establecido. Y todo con una ironía innata, dentro de la industria, como cerrando el círculo que ha de ser la música.

¿Resumen final de Laibach? "Todo arte está sujeto a manipulación política, menos aquel que habla el lenguaje de la manipulación. Es una fórmula sencilla y nosotros somos el mejor ejemplo".