PELÍCULAS

por el 15 de Enero de 2013
Pues no, no ha resultado ser un homenaje descafeinado ni una prostitución de nuestros recuerdos infantiles. ¡Rompe Ralph! es ante todo una muy buena película, ¿sorprendente? no tiene por qué.

Dirección: Rich Moore
Guión: Phil Johnston, Jennifer Lee

Nota: 82
Es normal que el espectador cuando se enfrenta al cine de animación siempre vaya cargado de sus filias y fobias, de sus prejuicios y sus corporativismo. Que en este tipo de cine sus guionistas y directores nunca se tengan en cuenta es el gran ejemplo de esto. Hace medio año veíamos como Brave se aupaba extraordinariamente gracias al nombre del estudio que llevaba detrás, y por mucho que su responsables se empeñaran en hacer algo mediocre nada podía cambiar la percepción inicial del espectador: Pixar = buen cine. Curiosamente Disney vive una situación inversamente proporcional, en plena renovación artística, buscando su hueco entre el público, veía como en los últimos diez años no paraba de dar tropiezos ¿El caso más dramático? comprar Marvel y no poner tu logo al inicio de sus películas, no fuera que el espectador empiece el visionado haciendo una mueca. La compra en 2006 de Pixar y la nueva posición de John Lasseter, director y gurú de Pixar, como el gran jefe de los dos estudios tampoco pareció dar excelentes resultados, si bien Tiana y el sapo, Bolt y Enredados cosecharon un relativo éxito no llevaron a Disney a la primera linea de fuego. Además, aunque se consiguieron resultados históricos (en lo económico y en lo artístico) con los proyectos heredados antes de la compra de Pixar, no pareció que Disney acertara en darle continuidad a tal cima de calidad. Up, Los increíbles, Wall-e y Buscando a Nemo, es un espectacular poker que no se ha alargado. Si, hay que matizar y decir que Toy Story 3 es inmensa, pero no son las secuelas las que crean precedentes, son las nuevas obras el auténtico termómetro de cualquier estudio. Y esas hace cuatro años que se ausentan.

¿Y por que tanta verborrea Disney-Pixar/Pixar-Disney? básicamente vengo a decir que la linea que separa los dos estudios está muy difuminada. Comparten directivos, medios y distribución (¡y en los créditos se mandan agradecimientos!). La calidad de sus películas difícilmente vendrá dada por el nombre del estudio, ahora más que nunca son sus artistas los que dictaminan el resultado, personas con nombre y apellidos. Es a ellos a los que hay que aplaudir. 


Y es que el cine tiene estas cosas, quien lo diría, en un extraño lance de los acontecimientos Disney apuesta por cuatro personas con cero vinculación con el estudio. El primer par encabezado por Rich Moore y Jim Reardon. Los dos firman el argumento, y Moore además es el director, entre los dos suman 57 capítulos de... ojo al dato ¡Los Simpson!, y no estoy hablando de las últimas temporadas, me refiero a su época dorada. A esto añadidle a Moore sus trabajitos en El crítico y 70 episodios de Futurama, incluyendo sus películas. Para rematarlo, Reardon es co-guionista de Wall-e. El otro par, Phil Johnston y Jennifer Lee, completos novatos en grandes producciones.

Ellos cuatro vienen a ser el soplo de aire fresco que supone ¡Rompe Ralph!, y es que viéndoles puedo entender como el estudio más carca del planeta se ha aventurado con esta temática. ¡Rompe Ralph! es un reto en sí misma, tiene que satisfacer a los gamers, a los retros, a los críos, a sus padres, a cualquier aficionado del cine y a todos aquellos que alguna vez pensaron que era imposible convertir este mundillo en una película mainstream, y encima sin profanar sus monumentos. 

Realmente los cameos gamers duran 15 minutos contados, lo suficiente para darnos cuenta de que son totalmente necesarios ¿Alguien se imagina ese mundo paralelo sin Ken y Ryu tomándose unas copas al final de la jornada? Yo no. Los más avispados sin duda disfrutarán con los muchos detalles que ofrece la película, verla más de una vez es obligatorio. Tema aparte es el de los homenajes, Ralph y Felix Jr. son Donkey Kong y Super Mario, rememorando su primera incursión en los videojuegos. 


Una vez pasado el aluvión de guiños, nuestro héroe (o anti-héroe), va a topar con Vanellope, la estrella del show, y allí se podría decir que es donde empieza la película. Lo que inicialmente parecía un viaje divertido por mundos digitales acaba siendo una historia entrañable en el mundo de la piruleta. Vanellope es un personaje bugeado, y como tal, se le impide participar en el videojuego de Karts al que pertenece. Su “pixlexia” no solo la convierte en marginada, sino en objeto de maltratos y burlas. Tardamos poco (nosotros y Ralph) en ver que el mundo de Sugar Rush es un infierno rosa. Una dualidad muy curiosa que ayuda a aguantar la sobreexposición al colorido. Los puntos más cómicos son servidos por Felix Jr. y Calhoun, un romance tan o más extraño como la amistad de los dos protagonistas. Su momentazo en las arenas movedizas de Nesquik es para aplaudir, y los flashbacks del marido de Calhoun son desternillantes. Aunque si te pones a pensar un poco Calhoun no deja de se otra desgraciada infeliz, enésimo producto de esos malvados programadores que deciden cual es tu historia y quien es el bueno y el malo. El Rey Candy, como buen malo de la peli que es, desafiará el poder creativo de los programadores y cambiará el código fuente a su placer. Vamos, que es un cheto (hace trampas). 

Y volviendo a Vanellope, menudo bicho, malhumorada, dulce y bromista a la vez. Un ser hecho a si mismo, una superviviente del hijoputismo que le rodea. No hay por donde cogerla, lo que ayuda a soltar un ooooh muy grande cuando se pone cariñosa. Ella es el catalizador de Ralph, le saca todo el potencial al protagonista, empezando por su bis amable y acabando por su maldad pragmática, la cual propicia el mejor momento de la pelicula y uno de los mejores del cine en 2012, pues en un duro golpe de realidad, Ralph decide devolver a Vanellope al más oscuro ostracismo, a base de golpes destructores y salpicado por los gritos y llantos de la niña. Ralph toca fondo, se da asco a sí mismo. A ese momento hay que añadirle el salto al vacío del final, que en un detalle magistral del guión rescatan para Ralph su dilema más profundo mientras se acerca a su muerte con el puño erguido. Me río yo de Iron Man en Los Vengadores


Esto es una muestra de que no estamos delante de un una peliculita que usa los videojuegos como trampolín. ¡Rompe Ralph! es una gran obra por méritos propios, con o sin Sonic guiñando un ojo. Un film a la altura de los mejores trabajos de Pixar, sin llegar a sus cumbres, un ejemplo de que la distancia entre Disney y Pixar es totalmente salvable si así se desea. Solo se necesita ambición. La que le faltará en 2013 a Disney y a su Planes, un spin-off de Cars. 

  


COMENTARIOS

3 Comentarios

  • #3
    el 16 de Enero de 2013
    PUXI
    Pues sí Kik, cuesta hacer una reseña sin meter algún tipo de spoiler (aunque si no la hubieses visto, ¿lo habrías pillado?), habrá que avisar la próxima vez.
  • #2
    USER_AVATARel 16 de Enero de 2013
    KiK
    Está guapo el análisis, menos mal que ya la había visto porque hay cosillas que no me hubiera gustado leer antes de ver la peli! Iré con cuidado cuando sea así
  • #1
    el 15 de Enero de 2013
    meneillos
    Muy buen análisis, muy entretenido. La peli aún la tengo pendiente, pero me apetece bastante


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