PELÍCULAS

La película está ubicada en la transición capitalista de Estonia donde un gerente de nivel medio recibe orden de sus superiores de cerrar la fábrica que dirige por motivos más que cuestionables. El cierre de la factoría será el inicio de una serie de desgraciados acontecimientos para nuestro protagonista, perdiendo su empleo y a su mujer en escasos días. En medio de tal estado de confusión personal iniciará un particular descenso a los infiernos que le llevará a cuestionar los principales valores del ser humano. No será un camino fácil ni para el personaje ni para el espectador, ambos se verán en medio de un mundo tan surrealista como extraño. De hecho, durante casi toda la película, el protagonista parecerá estar tan perdido ante los acontecimientos como el propio espectador.

Una excelente trabajo fotográfico en blanco y negro que recuerda a los primeros trabajos de David Lynch o a Buñuel, situaciones kafkianas y referencias a La divina comedia son buenos ingredientes para promocionar una película surrealista. Pero, ¿hay algo más en La tentación de San Tony?

Ante una película tan extrema lo mejor es que cada uno saque sus propias conclusiones. Tras uno de los principios más demoledores que recuerde en una película, el espectador no tardará mucho en comprobar si La tentación de San Tony está hecha o no para él.


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