death metal / doom metal / progressive metal / folk metal
 Orphaned Land

CRÓNICA

Orphaned Land + Klone + Khalas + The Mars Chronicles
Orphaned Land, Klone, Khalas, The Mars Chronicles
02 de Noviembre de 2013 por Alberto Miranda Sala Copérnico, Madrid 1592 lecturas

Un ciclón oriental sacudió la capital el día 2 de Noviembre. Su epicentro se localizó en la Sala Copérnico, donde israelíes (Orphaned Land) y palestinos (Khalas) dieron toda una lección de hermandad que debería sonrojar a toda la clase política mundial. Una vez más, la música fue el cordón umbilical perfecto para demostrar que la unión hace la fuerza, y no la confrontación y la división. Klone y The Mars Chronicles fueron los testigos de excepción de la fiesta, junto a todos los presentes en la sala.

Con una puntualidad bastante inusual para lo que conocemos en este país, The Mars Chronicles abrieron el fuego (amigo), despachando durante media hora aproximadamente unos cuantos temas de su nuevo EP, una combinación muy acertada de djent y progresivo. Su puesta en escena fue sobria aunque dieron la nota llamativa al llevar todos lentillas negras, consiguiendo un efecto alienígena curioso. Como cóctel de bienvenida no estuvieron nada mal, y al despedirse ya estábamos todos esperando el entrante.

Los palestinos Khalas fueron el picante de la noche, “sinunaduda” (como diría el entrañable Radomir Antic). Enormemente fiesteros y con grandes ganas de subir a chicas al escenario, su show fue un torbellino de caña y buen rollo. Canciones enérgicas, bailables, tambores arábigos … estábamos viviendo un “Roots” pasado por el tamiz de lo oriental, en cualquier momento esperábamos bailarinas en el escenario haciendo la danza del vientre, cosa que (desgraciadamente) no pasó. Quizá cuando sean cabezas de cartel de algún show lo tengan en mente.

El ambiente se estaba caldeando por momentos, y después de sudar con Khalas la siguiente vuelta de tuerca la iban a protagonizar los franceses Klone, que venían dispuestos a martillearnos con su colosal y tremendo “The Dreamer’s Hideaway”. Una pena que el show fuera tan corto (solo 7 canciones) porque son una banda altamente disfrutable en directo, como nos demostraron con un set-list en el que sobretodo destacó su nuevo álbum. A pesar de abrir con la imponente “The Eye Of Needle part 2”, la voz cantante la llevó “The Dreamers Hideaway” (“Into the Void”, “Rocket Smoke” y “The Dreamer’s Hideaway”), bien secundadas por “All Seing Eye” e “Inmaculate Desire” para acabar finalizando con la atronadora versión de “Army Of Me”, a mi juicio mucho mejor que la original (abro paraguas por si algún hipster lee estas líneas). De todas formas esta canción fue el único pequeño debe del concierto: sinceramente creo que no es de recibo que si solo vas a tocar 7 canciones, una de ellas sea una versión (aunque sea muy buena), pienso que Klone tiene suficiente repertorio como para no tener que tirar de versiones. Aún así sería injusto quedarse con ese detalle, puesto que dieron un señor espectáculo, con un gran sonido y todo amenizado con los estrambóticos (cuanto menos) movimientos del cantante. A destacar también que el batería nos era altamente familiar, puesto que era el mismo de The Mars Chronicles… esto fue debido a que el batería oficial de la banda estaba girando en esas mismas fechas con su otro grupo, Hacride (cosas de estar metido en tropecientos mil proyectos). Aún así, no influyó para nada en el resultado final.

Y ya solo faltaban los reyes de la noche … y esos no eran otros que Orphaned Land. Con los primeros compases de “Through Fire And Water” fueron entrado uno a uno los componentes de la banda hasta llegar al clímax de la canción con todos ellos ya encima del escenario, para a continuación comenzar las hostilidades con la imperial “All Is One”. Su nuevo trabajo, del mismo nombre que la canción anteriormente mencionada, fue el protagonista indiscutible del set-list, cuyas canciones fueron cayendo sabiamente intercaladas entre algunas de sus 2 discos anteriores: “Barakah”, “The Kiss Of Babylon”, “Bird Of The Three”, “The Simple Man” … la complicidad entre grupo y público iba claramente in crescendo a medida que iba transcurriendo el show, cuando acaeció el momento emocionante de la noche: al empezar “Brother”, un miembro de Khalas subió al escenario para ataviar a Kobi Farhi (cantante), con un pañuelo palestino, en todo un símbolo de lo que significa esa canción, y la principal filosofía de este tour de 4 bandas: cristianos, musulmanes, judíos, todos unidos por una única religión, la de la música en general, y el metal en particular.

Con el público totalmente entregado desde hacía minutos, los israelíes continuaron regalándonos los oídos con más dosis de épica, tradición oriental, fiesta y sentidos a flor de piel gracias a temazos como “Olat Ha’tamid”, “Sapari”, “Let The Truce Be Known” y “Ocean Land”, permitiendo además, el lucimiento del batería con un solo magistral con el que recogió unos muy merecidos aplausos. Entre tanto, nos pudimos percatar del fino humor de Kobi (demostrándonos que se puede ser divertido sin hacer monólogos) y hubo que lamentar ciertos problemas con el sonido, especialmente con la “peculiar” guitarra de Yossi Saharon, de doble mástil siendo por un lado guitarra y por otro laúd de 8 cuerdas. Otra pequeña inconveniencia fue la (lógica) imposibilidad de poder plasmar en directo todas las orquestaciones y ambientaciones del sonido del grupo en estudio, haciendo que las canciones perdieran ligeramente esa magia que tienen en disco, detalle aplicable también a Khalas.

 Con “Children”, “El Meod Na’Ala” e “In Thy Nerverending Way” llegamos al bis, un bis que nos deparó los 2 últimos caramelos de la noche: la folclórica “Norra el Norra”, con todo el público botando sin parar y “Ornaments Of Gold”, haciendo una concesión a su primera época, la más agresiva y gutural. Con gran lástima, tanto por nuestra parte como por la de la banda, tuvimos que despedirles entre aplausos y vítores, no sin antes hacerse la foto de rigor desde el escenario con todos nosotros de fondo. Fue el perfecto colofón a una gran noche de hermandad metalera y un auténtico fórum y crisol de culturas (no como esa patochada buen-rollista que nos vendieron en Barcelona hace años), dejando claro que a pesar de los tiempos difíciles que vive la música en directo (sobre todo en Madrid), ésta es la verdadera religión universal que existe hoy día.

Fotos: Ana Bartolomé

COMENTARIOS

2 Comentarios

  • #2
    el 12 de Noviembre de 2013
    Pee-Wee
    Gracias por el aporte, Cesar!!! Hombre, la de Bjork no digo que sea mala, pero la de Klone me gusta más jeje
  • #1
    USER_AVATARel 11 de Noviembre de 2013
    CesarAguilar
    Muy buena crónica. Grande, Kobi, siempre metido en fregados pacifistas y pro-metal en una tierra tan poco dada a ello. Ahora, en lo de Björk has hecho bien en abrir el paraguas, porque \"Army of Me\" es un temazo, y el disco en el que está incluida, \"Post\", de lo mejor de los 90. Ahora abro yo mi paraguas para resguardarme de los jebis. Aunque lo mejor, creo, sería hacer lo que predican Orphaned Land y Khalas: enterrar el hacha de guerra de una santa vez.


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