Here, Under Protest

He de reconocer que Swingin' Utters no han sido nunca mi banda preferida. Me explico. Dentro de la burbuja hardcore melódica de los 90, que elevó a las bandas de Epitaph y Fat Wreck Chords a las cumbres del Himalaya, siempre me pareció un grupo que vivió a la sombra de otras bandas del género, aunque evidentemente su música incluía unas influencias distintas a las de la mayoría de otros grupos que consiguieron cierta fama por aquel entonces.

De hecho, Swingin' Utters siempre se han caracterizado por tener un sonido mucho más ochentero e influenciado claramente por el folk. Probablemente fue precisamente esto lo que llamó la atención de Fat Mike allá por 1996 cuando decidió reclutar a la banda para su sello discográfico, consciente (como buen empresario) de que no le vendría mal diversificar un poco el sonido del grupo de replicantes que integraban su compañía Fat Wreck Chords, comandados por No Use For A Name, Lagwagon y Good Riddance, entre otros.

Sin embargo, y a pesar de no haber sido su mayor fan, sí he de reconocer que me picaba la curiosidad con este nuevo trabajo. Me picaba porque ocho años sin sacar disco son muchos, y la verdad es que casi daba a la banda por “finiquitada”. ¿Por qué habían vuelto? ¿Con qué habían vuelto? Pues "Here, under protest" constituye la respuesta a mis preguntas, y aunque quizá no sea un disco que vaya a abrirte la puertas del Edén, sí creo que su vuelta ha merecido la pena, y que Swingin' Utters han logrado firmar un disco que acabará ocupando un puesto de honor en su discografía.

Eso sí, "Here, under protest" sigue adoleciendo de algo que siempre he echado de menos en Swingin' Utters: rabia. Sé que el estilo de la banda quizá no la requiera, pero hay veces que las canciones se me hacen excesivamente “frágiles”. Por otro lado, la canción más rápida y punk del disco, "(You´ve got to) give it all to the man", tampoco es de las que más destaca, lo que finalmente me hace pensar que quizá estos tíos saben a qué juegan y se centran en lo que realmente saben hacer mejor.

Y es que aunque no hay rabia, la banda ataca con melodía, y explota sus armas a la perfección. En cortes como "Brand new lungs" te encontrarás a Swingin' Utters en estado puro, con alguna revolución adicional de regalo, moviéndose como pez en el agua en los ritmos suaves y estribillos pegadizos de "Kick it over" o en una auténtica canción de cuna para bebés punk que lleva por título "Sketch squandered teen".

"Here, under protest" acaba rallando a buen nivel a lo largo de los catorce temas, pero también es cierto que ese nivel es un poco monótono, ya que ninguna canción consigue sobresalir de forma especial. Aunque Swingin' Utters tendrán que seguir esperando para tener un hit, hay que agradecerles que hayan vuelto en buena forma, que estos tíos llevan más de veinte años haciendo esto. Y eso merece una celebración.