• Entrevista a Iván Méndez (Resurrection Fest)

    Publicado el 1 de Julio de 2016 por RockZone
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    Entrevista a Iván Méndez (Resurrection Fest)
    A pocos días del arranque de la undécima edición del Resurrection Fest, hablamos con su principal responsable Iván Méndez sobre el momento actual y el futuro de un evento que ya ha asentado dentro del circuito europeo, la competencia, y si es posible disfrutar de un festival cuando el que lo monta eres tú.


    Faltan menos de cinco días para que el miércoles 6 de julio el recinto del Resurrection Fest en Viveiro abra sus puertas para albergar la fiesta previa del festival con los conciertos de Skindred y Narco entre otros. Naturalmente el ritmo de trabajo es frenético. Programada para las 4 de la tarde, nuestra entrevista se ve retrasada hasta a las 7 a petición del propio Iván Méndez porque antes él y su equipo tienen que solucionar unos asuntos de producción. Normal. Al fin y al cabo, la organización de un festival de las dimensiones del Resu no es otra cosa que ir solventando millones de marrones sucesivamente y no volverse completamente loco. Este año, con la presencia de un peso pesado como Iron Maiden en un cartel donde también destacan The Offspring, Bring Me The Horizon, Volbeat o Gojira, seguro que no les faltan.

    ¿Cómo vives la semana antes del festival? ¿Pesan más los nervios o la ilusión?

    IVÁN MÉNDEZ: La semana antes es cuando acabamos de solventar los últimos flecos que quedan del trabajo que se hace durante todo el año. La producción es el trabajo de un año entero y la programación ya se hace con casi año y medio de antelación. En la última semana se ultima el montaje del festival y los detalles de decoración, que ya sabes que es algo a lo que damos bastante importancia. Pero sobre todo es una semana muy tensa (risas). Ya somos un equipo muy grande aquí trabajando entre montadores y los que estamos involucrados. En la última semana salen muchos imprevistos que hay que solucionar.

    Una de las putadas de ser el director de un festival es que pasas todo el año trabajando en él y cuando llega seguramente no tienes fuerzas ni para disfrutarlo.

    (Risas) No se puede decir que disfrute del Resu. El último día, cuando pasa el cabeza de cartel, como que te quitas un peso de encima y piensas que si no ha pasado nada, malo sería que pasase a partir de entonces. Pero este año, que el marrón gordo lo tenemos el sábado, que es el día de Iron Maiden, que es la banda que tienes las exigencias técnicas más grandes, no creo que disfrute mucho. La verdad es que disfruto más cuando voy como público al Groezrock, al Hellfest o a cualquier festival español que en el Resu.





    ¿Cómo ha cambiado con los años tu perspectiva cuando vas a otro festival? ¿Te fijas en cosas que antes no veías?

    Suelo ir a festivales con mi novia y ahora siempre fijo en cómo ponen las vallas, o como colocan un escenario; es decir que me fijo en temas técnicos que el público ni se fija. Y mi novia me dice ‘A ver, disfruta un poco, que siempre estás igual’ (risas). Voy con ojo crítico. Los festivales son un muy buen sitio para inspirarte y coger nuevas ideas que se puedan aplicar al Resu. Cuando llego me pongo a examinar todo con lupa, pero a medida que va pasando la noche y tomas unas cervezas, ya te lo tomas como un asistente más.

    Quizá la única putada de dedicarte a lo que te gusta es que no te puedes quitar ese ojo crítico. Si tienes un restaurante es difícil que vayas a otro y puedas disfrutar sólo de la comida. El hecho de conocer tanto los entresijos del negocio desde dentro, ¿te ha hecho perder un poco pasión por la música? ¿Es todo negocio?

    La música me encanta y empecé todo esto por ser un fan. Si todo esto fuese un sólo un negocio intentaría trabajar las horas justas. Siempre hay que cuadrar los números, pero en nuestro caso, que somos un equipo pequeño, lo seguimos viendo con romanticismo. Es verdad que a medida que te haces mayor te quedas con otro tipo de detalles y hay una parte que la examinas como un negocio. Pero por mí parte y del equipo entero seguimos viendo las cosas como fans.

    Aunque el año pasado fue el décimo aniversario, ha sido éste con el anuncio de Iron Maiden que el festival ha dado un salto. ¿Pero hasta qué punto el contratar una banda así te condiciona el resto del festival? ¿Tuvisteis dudas de apostar tan fuerte por una banda?

    Tuvimos muchísimas dudas porque a pesar de que el año pasado tuvimos a Motörhead que también es una gran banda, no es una banda que a nivel de convocatoria o de producción tenga nada que ver. Tuvimos dudas pero la verdad es que la banda nos lo puso todo de cara para que pudieran tocar. No tuvimos que sacrificar nada para que tocaran Maiden, sino que pudimos hacer el resto del cartel como queríamos. Yo creo que viendo el cartel global no es un festival donde toque Maiden y cuatro bandas más como el Sonisphere. Lo que es cierto es que anunciar a Maiden nos hizo llegar a un público que no nos conocía y puso el festival en boca de gente que no era habitual.

    ¿Crees que la única opción para que un festival tenga un futuro es crecer en número de asistentes o hay otras?

    Yo creo que hay otras maneras de desarrollar un festival como ofrecer la experiencia general del festival. No es lo mismo un festival que se hace en un polígono de una ciudad que uno que se hace un pueblecito con todo su encanto como Viveiro. Hay otras formas como ofrecer escenarios especializados, programación adicional que no sea sólo musical… Lo más importante es crear marca de festival, que tenga una identidad propia. Esos son los cimientos sobre los que construir. La gente viene al Resurrection porque tiene un carácter muy marcado. Es Galicia, es un festival muy familiar y la gente sabe lo que encontrará.

    Para mí ésa es la base. Al final de grandes nombres hay cuatro y un año pueden ir a tu festival y al siguiente a otro. Lo que diferencia no es el cabeza de cartel sino todo lo demás.

    Sí, nosotros también lo vemos así.





    Supongo que en los últimos años, además del público, también los otros festivales os han puesto en el mapa. ¿El ponerse en el circuito europeo ayuda o también hace que ciertas cosas te resulten más difíciles porque entras en competencia directa?

    A la hora de acceder a otras bandas, el haber tenido a grandes nombres, ayuda. Lo que dificulta es que la competencia entre festivales es más feroz y se está creando una burbuja alrededor de las bandas. Es como una subasta. Dos festivales se ponen a pujar y al final eso no beneficia a ninguno de los dos y es malo para el sector... porque todas las burbujas acaban explotando.

    ¿Y eso lo habláis con promotores de otros festivales?

    Sí. Nosotros intentamos colaborar con todos los festivales con los que convivimos porque a la larga es beneficioso para todos. Pero la situación de cada festival es diferente. Sobre todo los que tienen una multinacional detrás, ahí el problema del dinero es más bien poco. Pero creo que todo el mundo es consciente de que esa burbuja existe. El futuro debería pasar por la colaboración para que los festivales en España salieran reforzados.

    Pero la colaboración entre la competencia no se lleva mucho, más bien lo contrario…

    (Risas) La historia de los últimos años habla por sí sola. La colaboración es más bien escasa. Pero nuestra política es no fastidiar al vecino. Nosotros queremos que nos vaya bien, pero también que le vaya bien al vecino. Al final eso es lo que hace que el sector avance.

    Este año habéis agotado las entradas para el sábado, los abonos prácticamente también… ¿Está Viveiro preparado para acoger a tanta gente?

    Este año te lo diré (risas). Esperemos que sí. Estamos trabajando mucho a nivel de logística, aumentando zonas de acampada, de parking, rutas alternativas de tráfico, cuidando aspectos que hasta ahora no era necesario porque todo fluía. Este año como va a venir más gente, nos hemos involucrado de pleno en toda esa gestión.

    Una última cosa. ¿Qué es lo que más ganas tienes, ya no de ver, sino de vivir en esta edición?

    Por un lado ver el recinto acabado porque llevamos todo el año preparándolo. También de ver los últimos conciertos de cada día con todo el recinto lleno y algunos grupos particulares, aunque no pueda ser entero, pero al menos cuatro o cinco temas. Y también ver a gente que ves de festival en festival. Y obviamente que pase de todo….

    ..Y poder irte de vacaciones.

    Eso es (risas).

    Para más información visita www.resurrectionfest.es


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