PELÍCULAS
por Jorge Azcona el 31 de Marzo de 2021
Cuando, minutos antes de salir al escenario por última vez, las miles de almas que llenaron el Navarra Arena ovacionamos el anuncio de un futuro documental quizá aún no éramos conscientes del extraño momento de vacío que vendría junto a él. Sin embargo, alguien solo desaparece cuando cae en el olvido, y que "Dardara" haya conseguido el mejor promedio de espectadores por sala en su estreno en cines, entrando en el top 10 de las películas más vistas del país, demuestra que la gente no se ha olvidado de Berri Txarrak ni un solo día.
Tras este hilo conductor, y como no podía ser de otra manera, se esconden las reflexiones de Gorka Urbizu. Su voz en off, poética en algunos momentos y más desnuda que nunca en otros, sin duda ayuda a entender la complicada decisión de poner fin a la banda, algo en lo que también se apoyan una serie que secuencias a las que no les hace falta sonido para proponer un ejercicio de reflexión mucho más profundo. El irreductible paso del tiempo, la huella que dejamos en este mundo o el vértigo de un futuro por escribir (culminado con una composición que podría estar en su futuro disco en solitario) son algunas de las preguntas que, junto al autor, acabas haciéndote tras su visionado.
Más allá del fenómeno fan descrito arriba, la película es también un homenaje al melómano en general. Aunque tu relación con Berri Txarrak sea menos estrecha que la de otros compañeros de butaca, te resultará inevitable no empatizar con esa pareja de niños norteamericanos que montan una banda de metal extremo, no agudizar la vista para ver qué discos asoman en la mítica tienda Amoeba o no prestar especial atención a cada prueba de sonido, cada conversación de backstage e incluso de alguna elección de repertorio, curiosidades que al amante de la música le enamoran y no suele ver a menudo. Con "Dardara" entenderá del todo el porqué la pasión siempre fue el mínimo exigible y, quién sabe, quizá también llegue a formar parte de ese hilo que todavía nos une.