CRÓNICA

Desconozco cuales serán los verdaderos motivos que hacen que Eli “Paperboy” Reed & The True Loves estén cada dos por tres visitando nuestro país… ¿Será el sol que hace en nuestras playas? ¿el vino? ¿el jamón? ¿las mujeres? El caso es que desde que publicó el estupendo “Roll With You” allá por 2008, raro es que este chaval de Massachusetts no se pase por España unas cuantas veces al año para deleitarnos con su excitante soul deudor de los grandes de los 60. No en vano, en esta ocasión eran siete las fechas programadas, con parada especial en Madrid donde actuaría dos noches en el Teatro Lara. Nosotros asistimos a la primera de ellas.

A pesar de lo poco propicia que parecía la situación (en verano y un martes justo después de un puente) consiguieron colgar el cartel de “no hay entradas” para las dos veladas. Y es que en muy poquito tiempo Eli “Paperboy” Reed ha conseguido una legión de fieles que está dispuesta a bailar con él cada vez que se presenta la ocasión. El Teatro Lara parecía un lugar idóneo para un concierto de estas características, lejos de las grandes salas donde el contacto con el público no es tan cercano.

A eso de las once de la noche, The True Loves hacían acto de presencia en el escenario y comenzaban a aclimatar el ambiente para la clásica presentación como mandan los cánones a cargo del teclista JB Flatt. Fue entonces cuando Eli apareció sobre las tablas, con paso firme se acercó hasta el pie de micro y arrancaron con su espectacular revisión del “Ace Of Spades” de Motörhead. Se notaba que iban a por todas y no tardaron en caer clásicos de su repertorio como “The Satisfier” o “Am I Wasting My Time”.

Con “Help Me” el ambiente empezaba a caldearse. Eli pedía la colaboración del respetable como si de un predicador se tratase y nosotros respondíamos como sus fieles. Para cuando llevaban apenas media hora de actuación, “Tell Me What I Wanna Hear” y “Stake Your Claim” activaron los resortes de todos los presentes y el patio de butacas se convirtió de improviso en una pista de baile en la que ni el más tímido se podía resistir a mover los pies.

La banda se ostraba a tope de confianza. No es para menos, tras casi dos años de gira presentando “Come And Get It” son una maquinaria perfectamente engrasada, capaz de empalmar con pasmosa facilidad un tema tras otro. “You Can Run On” pasó de convertirse en un tema vocal propio de The Temptations a un imparable pepino de rock and roll a toda pastilla en cuestión de milésimas. Culpa de ello la tiene la genial sección de vientos y sobretodo la bestial pegada que imprimía Attis Jerrel tras la batería, el auténtico motor de la formación. Incluso baladas como “Time Will Tell” o “Pick A Number” ganaron enteros al prescindir de los arreglos de cuerda que presentan en el disco, más crudas y directas.

Ya en los bises Eli “Paperboy” Reed puso toda la carne el asador. Como poseído por el espíritu de James Brown, nuestro hombre se retorcía en el escenario, saltaba, gritaba e incitaba al bailoteo de manera compulsiva. “Come And Get It”, “Take My Love With You” y como no, la traca final de “Doin' The (Boom Boom)” supusieron el cierre a una actuación que dejo satisfechos a todos tras más de hora y media. Con shows así, seguro que no tardaremos mucho en visitarle de nuevo cuando la próxima primavera publique su nuevo álbum de estudio.