CRÓNICA

Marearock Fest 2017
Riot Propaganda, Soziedad Alkoholika, Lendakaris Muertos, Sons Of Aguirre, Non Servium
22 de Julio de 2017 por Vicente Madrigal Auditorio IFA (Elche) 4102 lecturas

Otro año más, y ya van 12, el Marearock volvía a la agenda de festivales veraniega de la provincia de Alicante, donde es una clara referencia, sobre todo tras la suspensión indefinida del Aupa Lumbreiras! hace unos años ya. Además, ya sea por obligación o por otras razones, el evento ha estado moviéndose por toda la región durante este tiempo, justo a la vez que crecía en tamaño y días. Esta vez, el Auditorio IFA, situado cerca de Elche, era la nueva sede para esta edición.





 JUEVES 


Esta crónica debería empezar con el miércoles, pero unos fallos en el equipamiento eléctrico (o una falta de coordinación con el ente público y el poco interés de este) hicieron imposible tocar a todos y cada uno de los grupos anunciados para el primer día. Por lo tanto, el jueves teníamos ración doble y eso animó más la jornada. Los grupos del miércoles pasaban al jueves y al viernes, tocando en un escenario pequeño organizado por la Universidad Miguel Hernández de Elche.

El primer aperitivo sabroso de este escenario vino con Llamando A Julia, grupo alicantino muy combativo que basó su concierto en su disco “¡Puño En Cara!”, incluyendo una versión rápida de “Guns Of Brixton” y despidiéndose con una versión bakala del himno del PP a toda pastilla.

También en el escenario UMH pudimos disfrutar de F.R.A.C. (Fundación de Raperos Atípicos de Cádiz), grupo gaditano de rap donde el sarcasmo y el cachondeo andaluz se fusionan para dar de sí una versión irónica de su música, no exenta de un mensaje claro de solidaridad y lucha obrera. Eso sí, las bases, reposadas y con un poco de cada influencia (España y América) le dan el toque final ideal a un grupo que supone un descubrimiento enorme para cualquier seguidor del hip hop y el reggae, sobre todo en directo.

Ya en el escenario grande, Los De Marras hicieron de teloneros ideales para Lendakaris Muertos, que vendrían después. Su nuevo disco “Reamanecer”, junto con los mejores temas de “Surrealismo” o éxitos como “Sexo En La Calle” fueron el mejor acicate para un público un poco frío en las últimas horas de la tarde. Algo que Lendakaris Muertos consiguieron hacer olvidar, calentando al público con lo mejor de lo mejor de su discografía (“Oso Panda”, “ETA Deja Alguna Discoteca”, “Detector De Gilipolleces”, etc.), además de combinarlo muy bien con temas de “Cicatriz En La Matrix”, como “Modo Dios” (hit instantáneo), “Húngara Chúngara” o “Urrusolo Sistiaga”.

Después de la fusión valenciana de estilos de Aspencat que hizo mover a los no tan punkis, había otra gran cita en el escenario pequeño con Mamá Ladilla. Con ellos no hay término medio: o te gustan y te hacen gracia o no los pillas y pasas. Eso sí, en una cosa estamos todos de acuerdo: son unos músicos fantásticos, de lo mejor que pasó por los escenarios este año, sin duda alguna, y que en directo suenan mucho más entretenidos que escuchándolos en disco.

Para acabar el día, pudimos llegar a disfrutar de los últimos temas de Skalari Rude Band, que tocaban al mismo tiempo. Y lo mejor de llegar al final de un concierto es poder disfrutar de las canciones más celebradas y bailadas por el público, y así fue: el suelo era lava de repente y a todo el mundo le quemaban los pies con “Skalari Rude Club”, “Despídete” o “José República”.




VIERNES 


Antes de nada, nuestra primera visita vespertina incluía el concierto de Mente Devil. Son de Villena, como Maniática o Fuckop Family, y su estilo entre punk, hardcore y metal acaba haciendo que pienses en ellos como un todo, de donde sobresalen las letras del cantante y tuitero @Putojuanda, que van desde torturar a alguien por rallarte el coche (“Venganza Macabra”) hasta una versión de Fear Factory de “Edgecrusher”, llamada en este caso “Tengo Que Hacer Caca”.

Después de guardar suficientes energías y planificar bien la jornada, decidimos que lo mejor era esperar a Sons Of Aguirre para que nos dieran el primer empujón, y vaya si lo hicieron. La fórmula que les ha hecho triunfar entre la gente es igual de honesta a Los Chikos Del Maíz, pero incluye el componente humor, que es importantísimo tanto para ellos como para su éxito, aunque en directo tratan de ir con pies de plomo con sus letras irónicas y entre canción y canción aprovechan para dejar clara su postura sobre cada tema que tocan. Viendo gozar al público con “Los Chicos Del FMI” (con Toni "El Limpio" en el escenario), “Ajo Infuso” o la nueva “N.T.S.H.T.S.” nos preguntarnos qué tardarán en editar un disco (largo, de los de verdad) y así seguir petándolo.

Curiosamente el rap y el punk iban a repartirse estas primeras horas de la noche como si fuera una tarta. Tras los hijos de Aguirre llegaban El Último Ke Zierre, que volvieron a tocar sus mejores temas y que prácticamente no se pierden ni una edición del festival alicantino. Tras ellos volvió de nuevo el rap en forma de unión con el metal que da forma a Riot Propaganda. Seguramente fue el momento con más gente entre el público, y esa gran masa que generaron se lo pasó pipa con todo el concierto: empezaron con el inicio de su nuevo “Agenda Oculta”, es decir, con “Plata o Plomo” y la cuarta “Agenda Oculta”, para ir ablandándose poco a poco y tocando sus éxitos más democráticos, por así decir. Algunos de sus nuevos temas han perdido fuelle, pero el directo lo compensa y anima todo, sin duda. Quién sabe dónde pueden llegar si siguen así.

Una de las grandes sorpresas por la calidad del bolo fue la de Kaos Urbano. Con una puesta en escena muy cuidada, los de Alcobendas machacaron cabezas con su oi! y sonaron mejor que todos los demás de su jornada, casi por goleada. Es cierto que los temas antiguos ganan muchísimo ahora en directo, pero pasa exactamente lo mismo con los nuevos, que cogen todo el sentido en directo y suenan vivos e intensos. Ejemplos muy claros son, por ejemplo, “Nuestros Mejores Momentos” o “Sexo, Drogas Y Streetpunk”. Por supuesto, siempre están ahí “Inadaptados”, “De Madriz Al Infierno” o “30 Años”, que son historia del punk nacional y no requieren de explicación.

El viernes lo iban a cerrar dos grupos con un estilo diferente a lo anterior. Los primeros, Mafalda, que ya estuvieron el año pasado, usan varios estilos a la vez (punk, reggae, ska, electrónica) para ofrecer una mezcla que haga mover pero también haga saltar, y a la vez remueva conciencias. Su mensaje es claramente feminista y así se ocupan de recordarlo, alabando el punto violeta colocado por la organización en el recinto, que otros varios grupos recordaron y felicitaron. Las últimas del día fueron Tremenda Jauría, un proyecto de reggaetón y cumbia que encaja perfectamente en la actual filosofía del festival, con mayor apertura a otros sonidos.




SÁBADO 


Llegar al último día no era problema en el Marearock. El problema era que las horas finales del festival iban a ser un continuo no parar, vista la programación que nos esperaba. Al menos, comenzar con un poco de punk melódico gracias a Maniática hizo las cosas más sencillas. También con ellos sorprende lo bien que se conserva su música después de tantos años, aunque las energías no sean las mismas. “Color de Corazón” o “Según Convenga” son únicas en el rock nacional.

El Noi Del Sucre puso una gran puesta en escena, como ya hizo en el Marearock de Ibi hace dos años, y dio toda la guerra que pudo con el punk de su anterior banda Los Muertos De Cristo. Ellos fueron el mejor telonero posible para los dos mastodontes que venían detrás. Los primeros, Non Servium, sonaron casi igual de bien que sus compañeros Kaos Urbano el viernes, pero en ellos sorprende mucho menos, puesto que no se atreverían a dar un concierto que no fuera totalmente intenso y potente, y así lo fue también en esta ocasión. Las canciones nuevas suenan muy bien, y poco a poco van ganando terreno a todos los clásicos, pero al final esto es un festival y la gente demanda lo que conoce, con lo que el equilibrio es necesario. Tanto el público como el grupo sabe que con tocar “A.C.A.B.” o “El Espíritu Del Oi!” entre otros todo acabará saliendo bien y nos iremos contentos a por otro concierto.

Lo que más sorprende de Soziedad Alkoholika no es su obvio poder de convocatoria, ni que sigan intentando incluir canciones nuevas en sus setlists plagados de éxitos, sino que su sonido se metaliza cada vez más y más, haciendo de ellos un grupo de metal al uso en muchos momentos, sobre todo en canciones muy rápidas que exigen un doble bombo donde su nuevo batería desde 2014, Alfred Berengena, se maneja como pez en el agua. Por lo demás, correctos los nuevos temas (“Causas Podridas”, “Sistema Antisocial”, “No Olvidamos, 3 de marzo”) pero no mueven a la gente y no le hacen sombra a los grandes clásicos como “Ratas”, “Mótxalo”, “Política Del Miedo”, “S.H.A.K.T.A.L.E.” o la final “Nos Vimos En Berlín”. Probablemente en una sala y para sus fans los últimos discos y su nuevo sonido tienen mucha más presencia que en los festivales, algo fácil de comprender.

En la recta final de la noche tuvimos el punk-rock enérgico de los asturianos Desakato, que están teniendo éxito en cada festival español y que aquí no iban a ser menos. Vinieron presentando “La Tierra Del Fuego”, del año pasado, y como con S.A., triunfaron sobre todo por sus temas más conocidos, desde “Cada Vez” hasta “Cuando Salga El Sol”, ya sabidos por todo el mundo, pese a no ser un grupo con una larga carrera en el pasado, lo cual habla de su gran mérito.

Josetxu Piperrak le alegró la noche a más de uno. Era otra cita clásica del día, junto a El Noi Del Sucre, pero esta vez con un punto más animado que vino muy bien para esas horas, donde la gente ya empezaba a escasear poco a poco, y al mismo tiempo unos cuantos queríamos apurar hasta el último segundo del festival. No faltaron sus mejores temas, los cuales formaron un final apoteósico, con “Gora Sartaguda” y “Kualkier Día”, que es una canción original del grupo navarro.

El último momento fue para Kante Pinrélico, otros históricos que cerraron las puertas del festi a base de ese punk algo gótico que recuerda tanto a Misfits, y que nos hizo dejar las últimas fuerzas con canciones que todos sabemos o hemos escuchado alguna vez: “Soy De Kartagena”, “La Puta De Satán”, “Soy Lesbiana” o la romántica “Si Me Faltas Tú”.

Y así acabó el festival. En general, los problemas del miércoles, unidos a ciertas carencias (fallos eléctricos y de ventilación en el camping cubierto, muy poca o nula limpieza en aseos y duchas, etc.) tensaron un poco la cuerda, aunque dichos problemas no fueron a más porque la asistencia tampoco fue excesivamente elevada, por lo que la experiencia fue, al menos, un poco más relajada y sin grandes tumultos.

Después de 12 ediciones y un cambio de recinto y localidad por edición, pensar en el año que viene es casi una incógnita. El festival se apoya y mantiene gracias, primero, a las personas que acudimos a él cada año, y por otra parte, cuenta el resto del año con la Sala Marearock de Alicante, del mismo dueño que el festival. También parece positiva la presencia de la UMH en el mismo, y puede darle un gran salto si se utiliza de manera constructiva y con ganas de mejorar. Si el festival seguirá en el mismo recinto y el resto de dudas que nos asaltan las responderemos a partir del año que viene, en la edición número 13. Tocamos madera.


Fotos: Facebook MareaRock Festival

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