CRÓNICA

Azkena Rock Festival
Gluecifer, Joan Jett, Turbonegro, Berri Txarrak
23 de Junio de 2018 por Jorge Azcona Mendizabala, Vitoria 1975 lecturas

Si hay algún festival en este país que año tras año viva ajeno a modas absurdas y permanezca fiel a sus principios ese es el Azkena Rock Festival. Así lo atestigua la frase que enmarca la entrada (#al azkena se va) y las diecisiete ediciones de las que puede presumir gracias a un público que ha hecho suyo dicho slogan.

SÁBADO 23
Bajo un sol de justicia, la misma que parte del público reivindicaba para una banda que con tanta historia y el cuño azkenero marcado en la piel nunca antes había tocado en el festival, Nuevo Catecismo Católico saldarían esta pequeña cuenta pendiente en el escenario Love y en lo que para algunos de los más tempraneros sería el bautismo de la jornada del sábado. Agradeciéndonos a su manera el haberlos elegido frente a The Lords Of Altamont y apoyando públicamente a Las Furias por la bochornosa agresión sufrida en la Virgen Blanca en plena manifestación contra "La Manada", su actuación estaría marcada por lo que ha caracterizado a la banda a lo largo de los años, punk-rock sudoroso de la vieja escuela, entrega y actitud a raudales en temas como "Incontrolable" o "Prefiero estar en el suelo".

Con Berri Txarrak el panorama cambiaría por completo, y es que a pesar de ser casi de la casa no es común encontrarse a un grupo con el poder de convocatoria de los de Lekunberri a estas alturas de la tarde. El trío liderado por Gorka Urbizu ofrecería una actuación en la onda de sus últimos conciertos, acotado a formato festival pero donde "Infrasoinuak" seguiría siendo el mayor protagonista (no en vano cerrarían con "Zuri") y con perlas como "Jaio.Músika.Hil", "Harra", el cover de "Ametsen eraiste neurtua" de Anari en el habitual espacio central de "Oreka" o el homenaje a Vinnie Paul en forma de "I´m Broken" sin mediar palabra alguna. ¿Acaso hay mejor forma de hacerlo? También mencionaron su anterior y última visita al festival, allá por 2006 y recordando lo que fue una visita fugaz en plena gira alemana. Si alguien aún se pregunta cuál es el secreto de esta banda estas son algunas pequeñas razones. 

Era hora de inaugurar el escenario principal, dedicado en esta ocasión a dos colosos como Malcolm Young y Tom Petty, para retroceder más de cuarenta años con Mott The Hoople. Representantes del rock británico los 70, defendieron su pequeño legado con dignidad y demostrando desde los primeros acordes de "American Pie: The Golden Age Of Rock´n´Roll" hasta el clásico "All The Young Dudes" que rockear y ser casi un octogenario no tienen porqué ser incompatibles. ¡Que se lo digan a Ian Hunter y Morgan Fisher!

Giro de 180 grados en todos los sentidos para ver en el escenario Respect a unos Turbonegro convertidos en la Village People y con un sonido inicial que presagiaba algo realmente desesperanzador. Por suerte este no tardó en mejorar al mismo tiempo que iban cayendo temas de su notable último disco como "Hurry Up & Die", "Hot For Nietzsche" o la inesperada "John Carpenter Powder Ballad", así como un pequeño amago de "Bohemian Rhapsody / We Will Rock You" pasado por el típico filtro noruego. La cosa estaba yendo de un claro menos a más, y puede que fuera por la llegada de los clásicos, el alcohol haciendo mella o el anochecer (seguramente un poco de todo), que la segunda mitad del bolo acabó por convertirse en una auténtica fiesta y en uno de los más celebrados del día. No es para menos cuando le pones de banda sonora un "The Age Of Pamparius" o "Get It On".

Pasaban las once de la noche y el reclamo del día estaba a punto de aparecer. Joan Jett y sus fieles The Blackhearts llegaban a Vitoria sin la vitola que suele ofrecer un cabeza de cartel consistente pero con un festival ilusionado por cumplir otro de sus sueños. Y es que eran más de diez años los que llevaba detrás de esta señora. No muy habitual por estas tierras tampoco iba a resultar muy complicado contentar a los más fieles, y como era previsible en el repertorio tuvieron cabida tanto temas propios ("Bad Reputation", "Fake Friends"), versiones obvias de The Runaways ("Cherry Bomb", "You Drive Me Wild"), así como otros covers que ha sabido hacer suyos ("Do You Wanna Touch Me (Oh Yeah)", "Light Of Day") antes de llegar a los típicos clásicos en los que el público se desperezó como "I Love Rock ´n´Roll" o "I Hate Myself For Loving You". Aquí es cuando todo parecía llegar a su fin, pero no se despidió sin antes regalar un bis que a mi juicio no aportaría demasiado más allá de contentar a los incondicionales unos minutos más. Sin alardes y algo lineal pero correcta la actuación de una de las mujeres más famosas de la historia del rock.

No hizo falta presenciar el show completo de The Beasts Of Bourbon para comprobar que no atraviesan su mejor momento. Sin mucho rodaje y marcados por la desgracia dentro de la banda, se puede llegar a entender una actitud algo apática de curiosamente otra de las formaciones con más peso en la historia del ARF. Tampoco podíamos irnos del festival sin echar un vistazo a uno de los escenarios Trashville, espacio dedicado a los sonidos más auténticos y garajeros y donde Reverend Beat-Man & Sister Nicole Izobel García ofrecían su particular visión del rock & roll ataviados con sotana, alzacuellos y hábito de monja.


Creo que Gluecifer eran los verdaderos cabezas de cartel del festival para mucha gente, y la soberbia actuación de los escandinavos no hizo más confirmar aún más esta teoría. En cuanto se lanzaron a piñón con "I Got A War" supimos que esto iba en serio, y los pequeños problemas en el micro del trajeado Biff Malibu no le amedrentaron más allá de los típicos nervios que supone un regreso después de tantos años. Solventados los contratiempos técnicos, la banda se mostró totalmente engrasada y soltando sin piedad un repertorio con más peso en su última etapa, "Automatic Thrill" y "Basement Apes" a la cabeza, pero con guiños a los fans de toda la vida. Así, y con un Biff por el que parece no haya pasado el tiempo (vocalmente hablando), también cayeron himnos tan coreados como "The Year Of Manly Living" dedicado a Kike Turmix (algún que otro discurso sí que fue más innecesario) o el broche final con "Rockthrone". Si todas las reuniones fueran como esta otro gallo cantaría.

La jornada concluía con la digna cifra de 16.200 asistentes (15.050 el viernes) y la confirmación de que un año más, en el que el festival cumplirá la mayoría de edad, estaremos en Mendizabala. Por cierto, Wilco también.





Fotos: Azkena Rock Festival

COMENTARIOS

1 Comentarios

  • #1
    el 25 de Junio de 2018
    arumi90
    Lamento decir que nunca antes habia oido hablar de este festival pese a llevar ya unas cuantas ediciones a sus espaldas. Por lo visto Vitoria ya va a pasar a ser una de mis ciudades favoritas. Y para nada un cartel flojo este año. Buena critica, muchas gracias !


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