CRÓNICA

Extremusika 2008
Hora Zulu, Ktulu, Strawberry Hardcore, Narco, Edguy
17 de Abril de 2008 por Álvaro Retortillo Osuna Sala A!, Vigo 3815 lecturas

Crónica: Álvaro Retortillo Osuna
Fotos: Luís Sánchez Ruano


Extremúsika 2008 debía ser el año de la consagración del festival por varios factores: un rotundo éxito en ediciones anteriores, bandas nacionales e internacionales de reconocido prestigio, cada vez más asistentes procedentes de las diferentes partes del Estado, un precio más atractivo que los festivales de la competencia etc. Pero llegó la señora lluvia en su vertiente más salvaje y lo complicó todo enormemente.

Las predicciones meteorológicas lo venían anunciando desde hace días, dando una probabilidad del 100% de precipitaciones en Cáceres para las fechas del festival, pero aún así cabía la esperanza de que tales precipitaciones no se materializaran (el año pasado las predicciones fallaron) o que su envergadura no fuese demasiado grande y los problemas causados, por tanto, mínimos. Pero no fue así y Extremúsika 2008 será recordado como uno de los “festivales del agua”, por detrás de aquella mítica edición del Espárrago Rock o el más reciente Viña Rock.



JUEVES 17

Lo primero que nos encontramos el jueves al llegar al recinto e ir a por la pulsera a la caseta de acreditaciones fue que nos daban una de público en vez de una de prensa y, tras las pertinentes preguntas, nos instaron a “grabar o sacar fotos con vuestro equipo como podáis desde el público”. La desagradable sorpresa fue aún mayor cuando nos encontramos con amigos que trabajan para medios locales y gente de otros webzines y fanzines que sí tenían la acreditación de prensa. Aún seguimos preguntándonos el porqué.

La acampada se iba llenando de gente y todo parecía preparado para que empezase la fiesta. La presencia de ligeros chubascos alternados con claros no hacía presentir, ni de lejos, los problemas que después vendrían por lo que, a priori, la cosa no se presentaba demasiado negra para lo que se había dicho. Los primeros a los que tuvimos ocasión de ver descargando encima del escenario fue a los granadinos Hora Zulu. La banda de Aitor y compañía ofrecieron un enérgico concierto que hizo botar a las primeras filas a pesar de la lluvia y que fue de menos a más, y en el cuál presentaron algún tema de su nuevo disco “Querer creer, creer querer” junto a piezas de sus anteriores trabajos. Les siguieron los remodelados Ktulu, quienes después de varios años de parón han regresado recientemente con un nuevo álbum bajo el brazo titulado “Show Caníbal”. A pesar de tan sólo queda el vocalista Willy de su formación original, no cabe duda de que ha sabido rodearse de una banda eficiente y potente que interpretó con fuerza nuevos temas como “La ira de los monos” junto a otros más clásicos como “Crisis de fe”, “Apocalipsis 25-D” o “Pura vida”. El principal inconveniente con el que se toparon los catalanes fue la presencia de un sonido excesivamente distorsionado, aunque a medida que se desarrollaba el show fue mejorando. A continuación aparecieron encima del escenario Strawberry Hardcore, con un directo que divirtió a la gente con un César tan activo como de costumbre dándolo todo en canciones como “Todo lo que me da la gana”. Los mexicanos Vantroi tuvieron que lidiar con el empeoramiento de la climatología (factor que no cesó en lo que restaba de jornada), pero aún así consiguieron que numerosos fieles se congregaran en las primeras filas, a pesar de que el grueso de la gente se arremolinaba debajo de las carpas. Los siempre cumplidores Barricada no fallaron, brindando al público un show repleto de clásicos en el que brillaron canciones como “Rojo”, “No hay tregua”, “Oveja negra” o “En blanco y negro”. Con la extensa discografía de los navarros es normal que se echen en falta determinados temas míticos (como nos comentaba algún fan en las primeras filas), pero con las limitaciones de tiempo existentes y la destreza y las tablas de la banda sobre el escenario, creo que la mayoría de los allí presentes nos dimos por satisfechos. Cerró el día Loquillo, quién no pudo terminar su concierto cuando ya la lluvia y el viento dificultaban enormemente al público disfrutar de la música. Desde la organización se comunicó que se suspendían las tres actuaciones restantes (Rata Blanca , Saratoga y Mamá Ladilla) y que se les intentaría buscar un hueco en la programación del día siguiente. Empapados, nos dirigimos al campamento base que habíamos montado en la zona de acampada a intentar continuar con la fiesta, pero la enorme cantidad de agua acumulada en las tiendas nos hizo tomar la decisión de bajar a los bares de la ciudad.



VIERNES 18

El segundo día del festival comenzó con un clima similar a la jornada anterior (una pequeña llovizna y el cielo totalmente cubierto) pero con visos de empeorar a lo largo del desarrollo de los conciertos. Tras enterarnos de los horarios de las actuaciones canceladas el día anterior (Rata Blanca no actuó por problemas de agenda), llegamos justo al recinto en el comienzo de la actuación de Mamá Ladilla. Como viene siendo habitual, los de Juan Abarca y los suyos nos deleitaron con un set lleno de humor y buen hacer, dando un repaso a su carrera con temas de su primer álbum como “Tu fiesta”, “Ataca” o “Chanquete ha muerto” con canciones más recientes como “Surfin Papa”, o “Sucedió en Beckelar”. Ahora sólo queda esperar que no se demoren mucho en su próxima entrega discográfica, pues con ellos la diversión siempre está asegurada. Los siguientes en salir a escena fueron Narco, otros de los más esperados tras su reciente reunión. Sin Chato Chungo, sustituido por Distorsión Morales, pero con Vikingo MD, DJ Muerto y el resto de la tropa, los sevillanos dieron uno de los mejores conciertos del festival. Pocos quedaron indiferentes ante canciones como “A cada paso”, “Tu dios de madera”, “Puta policía” etc., pura energía y mala leche sobre el escenario, reivindicando su puesto en la escena metálica del país y lo necesarios que son para la misma. Hasta el cielo quedó impresionado con su show, pues justo al terminar el concierto cayó el chaparrón más grande de todo el festival, que hizo que el respetable corriera raudo hacia las (cada vez más) inundadas carpas.

A pesar de que no soy muy aficionado al hip-hop, Violadores del Verso presentaron un más que correcto show que no decepcionó a sus incondicionales. Posteriormente llegó la hora de bailar con los franceses Gwendal, una de las apuestas más eclécticas de Extremúsika 2008, que hicieron botar y bailar al público asistente a su concierto. Los Mojinos Escocíos dieron lo que vienen siendo habitual en ellos, una actuación en la que la parte extramusical y la parafernalia humorística del Sevilla y compañía es tan importante como las propias canciones. Albertucho tiene cada vez más tirón y ello lo corrobora la gran cantidad de gente que se agolpó en las primeras filas para disfrutar del show del sevillano quién, acompañado de una más que solvente banda, presentó nuevos temas de su recién estrenado “Amasijo de porrazos” junto a otros más antiguos que fueron coreados a pleno pulmón por un gran número de fieles. A pesar de que la mezcolanza estilística es una de las señas de identidad de Extremúsika, el bajón de público se hizo notorio cuando aparecieron los alemanes Edguy, uno de los reclamos heavies del festival. Estuvieron fríos y les faltó comunión con el público, todo lo contrario que Def Con Dos, que casi nunca fallan en eventos de este tipo. Las huestes de César Strawberry, Juanito Sangre y demás “ultramemos” ofrecieron una de las mejores actuaciones del día y es que, con la cantidad de temazos que tienen en su repertorio y la precisión y la fuerza con la que son interpretados, además de su siempre activa y enérgica puesta en escena, es difícil resistirse al empuje de la banda con temas como “Pánico a una muerte ridícula”, “Agrupación de mujeres violentas”, “Acción mutante”, “Mundo chungo” etc.

Porretas y Reincidentes son dos de las bandas cuya presencia en festivales de este tipo es casi incuestionable, pues han sido durante muchos años (y siguen siendo) bandera para una gran cantidad de la gente que asiste a los mismos. Los primeros nos brindaron un concierto lleno de rock urbano y cachondeo (“con mi bota de vino…”) y los segundos canciones reivindicativas y “mucho vicio”. Los uruguayos La Vela Puerca tuvieron que luchar contra la vuelta de la lluvia más rabiosa y contra la retirada de buena parte del público a las carpas, pero aún así, en los cuarenta minutos que estuvieron sobre las tablas, demostraron que son una banda muy a tener en cuenta en el futuro. A partir de aquí, nos comunicaron que debido a las inclemencias climatológicas, la actuación de Bersuit quedaba suspendida y que debíamos abandonar el recinto.



SÁBADO 19

Al día siguiente nos despertábamos con la noticia de la suspensión del festival, por lo que nos quedamos sin ver bandas como Molotov, Europe etc. Un gabinete de crisis, formado por gente de la organización, el ayuntamiento de Cáceres y Protección Civil decidió que continuar con el mismo suponía un gran peligro tanto para los artistas como para el público. Una pena que el evento tuviera que despedirse así, pero la lluvia, el viento y el barro (cuando no las lagunas que se habían creado en el recinto) impedían enormemente el normal desarrollo de las actuaciones, por lo que pienso que fue la mejor decisión. A partir de aquí, se han sucedido las críticas a la organización en diferentes foros. Yo creo sinceramente que si la lluvia no hubiera hecho un acto de presencia tan furioso, ahora mismo se estaría hablando de que Extremúsika 2008 fue un completo éxito, pero ya se sabe, un contexto así amplifica las percepciones negativas de la gente. Aparte del ya mencionado problema con la acreditación con el que tuvimos que lidiar y que nos impidió hacer una cobertura del festival como hubiésemos deseado, no voy a entrar en las feroces críticas que se han vertido sobre las características del recinto, los precios, la devolución de una parte del importe de la entrada (un gesto plausible de la organización, pues por ley no están obligados a ello), las colas de acceso al recinto etc., pero lo que creo que no puede ser pasado por alto es la sangrante situación de desamparo en la que quedó la gente que no pudo marcharse de Cáceres el sábado y que no tenía otro sitio para dormir más que la acampada (la Cruz Roja aconsejó no acampar más por motivos de salud). Se anunció que los festivaleros sin cobijo podrían dormir en pabellones e incluso en algún medio local se publicó que se habían habilitado unas mil camas al respecto, pero luego resultó ser falso. Aquí no se puede obviar la falta de compromiso manifestada por las autoridades locales. Si se quiere albergar un evento de estas dimensiones hay que prever este tipo de situaciones y la verdad es que el Ayuntamiento de Cáceres no ha estado a la altura de las circunstancias.

A pesar de todo, soy de los que intenta ver las cosas desde una óptica positiva y, más allá de las penurias pasadas, creo que Extremúsika 2008 ha de ser recordado por las buenas actuaciones que nos brindó en sus dos días de festival. La organización habrá hecho cosas mal y las críticas constructivas son normales y necesarias, pero lo que no entiendo es la cantidad de descalificaciones personales vertidas hacia Ángel Romero, organizador de un festival que ha dado mucho a una ciudad como Cáceres y que ahora mismo, tras escuchar las últimas declaraciones de la gente de Avallekas, pende de un hilo para la próxima edición de 2009. Esperemos que todo se enderece y podamos disfrutar de un Extremúsika 2009 en Cáceres aunque, eso sí, sin lluvia.

COMENTARIOS

1 Comentarios

  • #1
    el 2 de Mayo de 2008
    MaNuKN
    Como me recuerda al Viña de 2007...wa....:)


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