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 Thirteen Bled Promises

ENTREVISTA

Mantenlo alien por César Aguilar
08 de Diciembre de 2015 2935 lecturas
Para culminar un año excelente en lo que a lanzamientos del sello Blood Fire Death respecta (Chaos Before Gea, Ósserp, Soul Aside o Stained Blood, entre otros), los madrileños Thirteen Bled Promises acaban de editar un segundo álbum sobresaliente. Cuidado y trabajado hasta la extenuación, épico, melancólico, oscuro, técnico, “The Black Legend” es la obra total que debería catapultar a ligas mayores a estos cinco alienígenas militantes del más brutal metal extremo. Nos ponemos en contacto con ellos y Turri (voz), Fran (guitarra), Darío (guitarra), Cosmea (bajo) y Johny (batería) contestan a nuestras preguntas con detalle y rigor. Así que no lo dudéis: la verdad está aquí dentro...

Habéis tardado tres años en editar este álbum y se nota en todos los aspectos. Desde la portada, el concepto y, claro, hasta la música. ¿Cómo ha sido el proceso de gestación de “The Black Legend”?

Fran: El desarrollo de este álbum ha sido duro, no solo porque Johny estaba en Bélgica sino porque la idea era dar un paso adelante en todos los sentidos. Queríamos trabajar mucho más los aspectos que comentas, tanto portada y concepto como la música. De esos más de tres años que separan este lanzamiento del anterior, la primera mitad la dedicamos casi exclusivamente a presentar “Heliopause Fleets” por todo el país. Casi al final de esta etapa de directos comenzamos a escribir lo que ya es “The Black Legend”.
 
El proceso de composición fue incómodo al principio, pero nos acostumbramos y fuimos eficientes. Nuestro método consistió en quedar semanalmente Darío y yo para tocar en lo que se había trabajado los siete días anteriores. Al principio avanzábamos lentamente, pero cuando quedaba un año para entrar al estudio empezamos a trabajar más duro, dedicando todos los días al menos una hora. Le enviábamos el material a Johny, él lo trabajaba, le ponía las baterías, proponía cambios, se hacían, y así una y otra vez. Por su parte, aunque también estaba involucrado en la escritura de los temas, Turri investigaba sobre el concepto del álbum y las letras. Y mientras todo esto ocurría, un día Cosmea fue abducido por nuestra nave y nos aportó un impulso extra a nivel compositivo.

Preparando esta entrevista leí otra con Turri de la época de “Heliopause Fleets” en la que decía que al disco tal vez le faltaba un plus de oscuridad. ¿Lo habéis conseguido con este?

Turri: Sí señor. La oscuridad puede alcanzarse de muchas formas y creo que en este disco hemos sabido encontrarlo a través de la tristeza. La humanidad deja todo que desear como especie y es una constante frustración ver lo egoísta y vil que es el ser humano. Eso, sumado a nuestros propios demonios personales, ha sacado de nosotros una línea narrativa bastante más turbia y nos ha dado un foco claro a la hora de componer.

La portada de “The Black Legend” da una idea de por donde van los tiros musical y letristicamente. Mientras que en la de “Heliopause Fleets” se mezclaba el gore y lo alienígena aquí también hay demonios, ritos paganos y un concepto más intrincado y elaborado...

Turri: En la portada de “Heliopause Fleets” lo que vemos son intraterrestres, dentro del infierno, o de lo hueco de la tierra, desmembrando telequinéticamente a unos humanos, y tienen también a un alienígena capturado. El que se fije a fondo verá que ambas portadas están conectadas. Si colocas “Heliopause Fleets” debajo de “The Black Legend” podrás apreciar que ese mundo intraterrestre que se exponía ahora camina sobre la tierra. Los mismos personajes intraterrestres aparecen en ambas. En esta nueva portada se muestra el origen de su enemistad con los alien y el porqué de su enfrentamiento por el destino de la raza humana, a través de un homenaje a 'El Aquelarre' de Goya.

Es muy gratificante ver que os tomáis vuestro trabajo como una obra total, que ese tipo de ambiciones artísticas no son solo propias de las bandas de rock progresivo. ¿Cuándo empezáis a plantearos ese modo de trabajar?

Turri: Plantear así las historias me viene desde hace años. Como estudiante de arte, siempre me han fascinado los trípticos y las trilogías. Permiten construir una historia completa en tres pasos que puedes ordenar como quieras. Las tres historias principales que componen “Pulp Fiction”, “Star Wars”, “Matrix” o “Regreso al Futuro”. O los trípticos de Francis Bacon, por ejemplo, son maneras de narrar muy similares conocidas por todo el mundo, y son disfrutables por tener un sentido completo. Queremos crear nuestra propia trilogía de ciencia ficción.

En estos tiempos en que apenas se venden discos y se consume música indiscriminadamente, cuidar estos aspectos también es una manera de hacer más atractivo el producto, ¿no?

Fran: Claro. Nosotros mismos muchas veces descubrimos música tan solo por la portada. Cuando hay tal saturación de bandas, mimar la parte gráfica te hace despuntar de cierta forma para que el público te dé una oportunidad. Y no solo la portada, también el merch. Por eso decidimos lanzar el Legend Pack, que incluye una increíble bandana además de la cami, el disco, pegatas y poster. En un mundo en el que todo es digital, hay que cuidar mucho lo físico.

Me quedé muy pillado cuando vi las líneas en euskera de “Sons of the Northward Clash”. ¿Cómo surgió la idea?

Turri: El disco está ambientado en el Norte, donde se originaron los Aquelarres, que duraron desde la Edad Media hasta el siglo XVIII. Según sabemos 'aquelarre' deriva del la voz vasca 'akelarre'. Estuve buscando posibles rezos u oraciones en euskera utilizados para tales fines, pues según aprendí, debían de existir. Ya que no conseguí dar con ninguno, contacté con colegas de allí y me echaron una buena mano para crear algo lo más parecido posible, pues “Sons of the Northward Clash” está planteada en su totalidad como una invocación para que el Señor de la Guerra intraterrestre surja del inframundo con sus ejércitos. Es nuestra peculiar reinterpretación de los akelarres y es la canción que ilustra la portada.

Por cierto, eso me recordó un artículo de El Mundo Today cuyo titular era: “El euskera podría tener origen extraterrestre”. ¿Entraría la posibilidad dentro de vuestro planteamiento cosmológico?

Turri: Yo tengo ascendencia vasca, y también Darío y Fran. Estas afirmaciones distan mucho del cachondeo y son absolutamente ciertas, pero no podemos contarte nada más. A nuestro último concierto en Gernika vinieron dos alienígenas a vernos y muchos testigos pueden corroborarlo.

Decís que en lo que hacéis hay humor, pero no sé hasta qué punto. Por ejemplo, en el vídeo de “Biblephagy Slender Phytobezoars” cuando aparece el bebé alien a mí me parece un momento muy WTF?, o el final, con esos los platillos volantes al estilo “Plan Nine From Outer Space” modernizados. ¿Es humor o falta de presupuesto? ¿Sois militantes convencidos de la serie B?

Darío: Siempre hay mucho humor en nuestro trabajo como banda, pero quizá en esta ocasión musicalmente y en cuanto a letras y títulos nos hemos puesto más serios. Respecto a lo que dices del vídeo, es nuestra falta de presupuesto tomada con humor. Hemos hecho todo lo que ha estado en nuestras manos y le hemos puesto sobre todo mucho corazón al proyecto. Pensamos que los vídeos son una buena manera de enseñarle a la gente lo que queremos proyectar como banda, y en nuestro caso, que somos enamorados del cine y otras artes, queremos dejar nuestra impronta.

Somos una banda que no recibe apoyo económico de sellos ni marcas, de esas cosas que podrían hacernos “fliparnos” más en las producciones audiovisuales. Pero con mucho amor, y sobre todo con los pies en el suelo, determinamos que este era el vídeo que queríamos hacer. Sí, el final no es el propio de una producción a lo Michael Bay o J. J. Abrams, y personalmente yo no soy partidario del exceso de efectos digitales. Por eso contamos con la colaboración increíble de Simbiox para llevar a cabo los FX del video. El bebé no es digital, es una réplica de un maldito alien recién nacido de silicona y otros materiales, pintado a mano, que nos recuerda al espíritu que se podía encontrar en films más de la década de los 80s, de la que somos más que fans. ¡Somos unos malditos enamorados de aquella época! Así que sí, somos militantes de la serie B hasta la muerte.

¿Os influyen algunas películas o libros a la hora de componer o elaborar esas teorías vuestras?

Darío: La verdad es que a los cinco nos chifla la ciencia ficción. También somos amantes del terror, tanto películas como libros. Los engullimos con facilidad y mucho placer. Más allá de eso, somos curiosos en cuanto a teorías, investigación de lo oculto, ¡suponemos que como cualquier curioso! [risas]. Sí, por supuesto que nos influyen.

Por cierto, ¿qué significa “Biblephagy Slender Phytobezoars”?

Turri: Esbeltos fitobezoares de bibliafagia. El bezoar es un cálculo que se genera cuando comes con frecuencia cosas que no son comida. Una especie de masa de tumorcito que te crece en el estómago a base de no poder digerir algo. Para entendernos, las perlas son bezoares que se les generan a las ostras por ingerir arena. Un fitobezoar es lo que se te genera por comer celulosa o papel. Esta canción habla de un hombre con un hambre insaciable de acabar con toda escritura sagrada engulléndola. En el disco planteamos que la religión es un invento de los alienígenas para someternos, y el hambre infernal de este hombre le genera unas piedras preciosas en su estómago por comer incesamente biblias. La bibliofagia se utiliza para definir a gente que "consume" libros, la gente que lee un libro tras otro, pero médicamente se aplica a la gente que come páginas de libros por trastornos. Con una pequeña alteración del lenguaje, convertimos el afán por comer libros en el afán por comer biblias hasta hacer todas desaparecer.

Hace unos meses salió una versión de System of a Down en el segundo volumen del recopilatorio Bipolar Sessions de RockZone. Leí bastantes críticas que la tildaban de demasiado alejada del original, que solo el riff inicial tenía algo que ver. Supongo que vuestra intención era esa, ¿no?

Cosmea: No queríamos que fuera una simple interpretación del tema original en un tono más grave. Buscamos llevarla a nuestro terreno adaptando los riffs y respetando ciertos elementos característicos de la canción. Teníamos claro lo de dejar tal cual el primer riff, que todo el mundo puede asociar el tema rápidamente al original, además de convertir la parte lenta que entra con el bajo en un breakdown aún más lento y pesado. En cuanto a la estructura es prácticamente igual al tema original.

Turri también colaboró en “Aliens & Shit”, el tema más deathcore del último disco de Hummano. ¿Cómo surgió la colaboración? Está claro que hay muy buen rollo entre vosotros…

Turri: Nos llevamos de puta madre. Hummano es la banda de Madrid con la que nos sentimos más afines, en cachondeo, actitud y manera de trabajar. Ya había colaborado con ellos en “Undercøck”, una canción de su disco anterior que va sobre destripar a los típicos abusones del colegio. La temática alien está más presente de lo que podamos pensar en nuestra historia real y tras varias conversaciones con Fer, su guitarra y gurú, decidimos que sería cojonudo hacer otra colaboración tratando este tema en su disco. Fue un auténtico honor. Nos metimos unas rayas de marihuana y me invitaron a buffet de pizza en el Domino's, aunque tuvo que presionarles Cappa, el jefazo de The Metal Factory Studios, donde ellos y nosotros hemos grabado ambos discos.

¿Cuál crees que es el público de Thirteen Bled Promises? ¿Hay algo que defina o caracterice a vuestro fan medio? 

Cosmea: Pienso que cualquier persona que se sienta atraída por la música metal, sea la variante que sea, puede disfrutar de nuestro álbum. Más concretamente aquellas personas que disfruten con las voces guturales, los blast beats y las atmósferas oscuras. Incluimos elementos que pueden atraer a fans del metal más moderno o a otros que vengan de la rama más clásica. ¡Recibimos apoyo de terrestres y extraterrestres de todo tipo!

De un tiempo a esta parte veo un estancamiento en cuanto a géneros del metal se refiere. Los grupos que más me gustan actualmente toman influencias de muchos géneros y las degluten y regurgitan de un modo personal y reconocible. A falta de algo más definitorio ha surgido la etiqueta ‘Metal Extremo’. ¿Cómo veis el estado del metal actual?

Fran: Creo que está mejor que nunca. Puede parecer contradictorio ya que la saturación de bandas es considerable, pero cada año sale algún que otro discazo que te devuelve la confianza en el género. Lo que ocurre es que a veces hay que buscar a fondo entre el océano de lanzamientos que nos abruma, y es frustrante encontrar la misma propuesta con diferente nombre una y otra vez. Aún así hay bandas desafiando los límites establecidos como Cattle Decapitation, Rivers of Nihil, Fallujah, Enfold Darkness, Animals as Leaders, Archspire, Beyond Creation, Obscura, Job for a Cowboy o The Last Ten Seconds of Life, por poner algunos ejemplos.

¿Cómo describirias vuestra música a alguien que no os haya escuchado?

Johny: La describiría como una sintonía de elementos complejos y variados que crean una atmósfera donde la velocidad y la rabia se mezclan con lo lúgubre, transportándote hacia la inmensidad de lo desconocido. Eso es nuestra música: compleja, feroz, rápida pero también infinitamente lenta.

¿Hay algún tema que defina a Thirteen Bled Promises a la perfección?

Johny: Escoger un tema es difícil, ya que cada uno es como un capítulo que forma parte del contexto narrativo de la banda. Yo diría que la obra en su totalidad es lo que define fielmente a Thirteen Bled Promises y es el reflejo de lo que queremos transmitir.

Desde mi punto de vista no sé si lo que hacéis ahora es deathcore, lo que yo entiendo por deathcore. Me parece más bien un death metal brutal con rasgos muy modernos y técnicos. En vuestro material oigo a bandas como The Black Dahlia Murder, las disonancias y los tempos extraños de unos Gorguts post “The Erosion of Sanity”, progresiones de guitarra solista a lo Obscura. Pero ¿hay sitio en la banda para el death old school?

Cosmea: Personalmente el death metal clásico es lo que más escucho en mi día a día. De hecho, ya que mencionas a Gorguts, si tuviera que elegir uno en su discografía sería “Considered Dead”. Quizá en Thirteen no tiene mucho protagonismo el old school, pero sí creo que se pueden escuchar más influencias de este estilo en “The Black Legend” que en “Heliopause Fleets”. Nos alejamos poco a poco del “core” sin abandonar los breakdowns ni los elementos de esta rama que nos gustan y con los que hemos construido nuestro propio sonido.

La variedad de estilos que escuchamos entre los cinco crea un abanico de influencias enorme a la hora de componer. Siendo honesto, el nivel técnico de las bandas que mencionas juega en otra liga, pero sin duda sirven como influencia. The Black Dahlia Murder es el ejemplo perfecto de una banda con sonido moderno que demuestra haber mamado mucho del death de toda la vida.

¿Qué escuchábais en la infancia y la adolescencia? ¿Cómo se cruzó el metal en vuestras vidas?

Johny: Durante nuestra infancia y adolescencia escuchamos, como todo el mundo, una gran variedad de estilos. Pero desde temprana edad el metal se cruzó en nuestras vidas como una respuesta a aquellas cuestiones que nada ni nadie podía responder y como una forma de vida. Así que desde muy chavos supimos que queríamos dedicar tiempo a esto y que a su vez fuera el motor de nuestras vidas. Es un gran anhelo que todos compartimos y ahora hemos hecho de él nuestro proyecto.

En “The Black Legend” hay más riffs black metal. Vuestros compis de Stained Blood también han tirado por ese camino con su segundo álbum, “Hadal”. ¿Qué aporta el black a Thirteen Bled Promises? ¿Tal vez esa oscuridad que Turri echaba de menos en “Heliopause Fleets”?

Johny: Por supuesto. Para este disco queríamos potenciar los elementos que definían el sonido de Thirteen y añadir otros nuevos que dotaran de una atmósfera más sentida a nuestra música. Nos apasiona esa bella armonía que se crea entre la oscuridad más desoladora y la agresividad que solo un verdadero sentimiento de odio puede hacerte experimentar. Creo que el black aporta este nuevo elemento de emoción y oscuridad que complementa a la perfección el complejo narrativo del grupo. Ambos elementos se coordinan y conectan perfectamente.

Está claro que habéis sufrido una evolución compositiva y que la producción de “The Black Legend” es mejor. Pero no es solo eso. Hay riffs como el inicial de “Biblephagy Slender Phytobezoars”, la parte instrumental de “Death of an Alien” o incluso temas enteros como el genial “The Day After Roswell” que me parecen una obra de arte y se clavan en el cerebro como una astilla. ¿Es difícil ser pegadizos en un estilo tan extremo como el que practicais? ¿Es lo que buscáis?

Darío: Ante todo ¡mil gracias por el elogio! Hemos hecho los temas que nos gustaría escuchar, ni más ni menos. Yo soy partidario de la melodía aun en un género algo más complicado en el que destacar por ella, y además sentimos que le da un extra a la historia que Turri narra. Nuestra meta desde los comienzos ha sido crear la música más oscura y pesada que fuéramos capaces. En esta ocasión hemos tenido un sonido más épico por así decirlo en melodías más acordes a la época en la que nos sitúa el contexto del álbum. Así que no sé si buscábamos dar con la fórmula del tema pegadizo, lo que sí sabíamos es que queríamos darle al disco un tono más melancólico y triste.

¿Creeis en la inspiración o es todo trabajo duro?

Darío: Inspiración 10%, trabajo duro 90%.

“Heliopause Fleets” también terminaba con su tema más extenso, pero “The Day After Roswell” son siete minutos íntegramente músicales. Fluyen a la perfección, intercalan unos riffs melódicos acojonantes y jamás decae su interés. ¿Os costó más trabajo que las demás componerla?

Johny: ¡Gracias por tus palabras, hombre! Pues la verdad cada tema tiene su propio proceso compositivo y por tanto su complejidad. Todos han sido un bonito reto. Con “The Day After Roswell” teníamos claro que queríamos crear una canción oscura, cargada de emoción y con pasajes en los que se apoyara la letra, donde ningún elemento faltase o sobrase y quizás esto último fue lo difícil. Incluso suprimimos partes para que fuera una pieza redonda. Realmente nos sentimos muy contentos y orgullosos de este tema y de cómo cierra nuestro album.

Y la última. La tirada de vuestro álbum de debut está agotada y me he enterado de que hay gente que ha llegado a pagar MUCHO por una copia de segunda mano. Habéis vendido discos en los cinco continentes, en la web Total Deathcore “Heliopause Fleets” está en el top 10 de los mejores discos de deathcore. La presentación del vídeo de “Biblephagy Slender Phytobezoars” para el resto del mundo la hizo la web No Clean Singing. ¿Este interés que estáis recibiendo puede desembocar en un fichaje por un sello internacional? ¿Trabajáis con vistas a conseguirlo o creéis que desde aquí se puede gestionar todo perfectamente?

Cosmea: Trabajamos para crecer como banda en todos los aspectos y llegar a todas partes con nuestra música. Nos sorprende muchísimo que la gente pueda pagar un dineral por una copia de segunda mano, es la hostia. En el futuro nos gustaría reeditar “Heliopause Fleets” para aquellos que se hayan quedado con las ganas de tenerlo. Un sello grande es sin duda una buena forma de situarte en el mapa; puede abrirte puertas en giras interesantes, hacer reediciones o garantizar una distribución más amplia de tu material, entre otras cosas. Sin embargo, esto no nos quita el sueño a día de hoy y ser “dueño” completamente de tu banda también tiene su lado bueno. Para “The Black Legend” buscamos sellos durante unos meses y como no apareció nada lo suficientemente atractivo decidimos apostar por la autoedición y continuar solos. Tenemos a Pau Navarra de Blood Fire Death en la promo y ayudando en varios frentes, por lo que estamos contentos. En un futuro por supuesto que sería interesante aterrizar en un sello potente.
 
Muchas gracias por vuestras respuestas, enhorabuena por el disco (que es de mis muy favoritos nacionales este año), y si tenéis algo que decir es el momento…

Muchas gracias por esas palabras. Son las que dan sentido al duro trabajo, por las que vale la pena embarcarte en un lanzamiento como el de “The Black Legend”. De verdad que nos ha encantado la entrevista, ¡ojalá todas fueran tan divertidas como esta! Gracias y mantenlo alien.
  


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