CRÓNICA

Crónica: Fernando Martín
Fotos: Rubén Navarro

Varios años habían pasado desde la última visita de Beatsteaks, grupo tan famoso en Alemania, su país natal, como desconocido en nuestro país. Y ciertamente no me habría animado a ir a verlos si no fuera por dos motivos. El primero: los encargados de abrir iban a ser Nothink, una de esas bandas que si tienes oportunidad de ver no puedes dejarla pasar; y el segundo: eran demasiadas las personas que me habían hablado de su gran directo. Visto que los madrileños me encantan no había mucho que perder, así que allí me planté a la hora indicada.

Unos minutos de retraso dieron paso a los sonidos electrónicos y orquestales de “The Red Carpet”, introducción con la que el público empezó a tirar hacia adelante. Poca gente en relación a la que se dio cita cuando salieron a escena Beatsteaks, pero más que suficiente en cualquier caso para unos Nothink que tocaron con muchísima energía. Repertorio impecablemente escogido, en el que se encontraban sus principales hits de sus dos trabajos, y tocado aprovechando al máximo el tiempo que les habían concedido. Fue algo más de media hora centrada en su último disco, “Spotlights” del que pudimos escuchar su primera mitad al completo, así como algún tema más; recordando el “Bipolar Age” con “Starting Days With The Right Foot” y “Mr. Smile”. Se les vio con confianza y ganas, sonaron especialmente bien gracias al equipo y características de la sala y llegaron al público, a pesar de que permaneció demasiado parado. Como único punto negativo marcaría la falta de los arreglos grabados por la filarmónica de Kiev, pues sin ellos hay fragmentos que quedan demasiado vacíos, e incorporarlos de alguna forma al directo les haría ganar enteros.

Cuando los alemanes hicieron acto de presencia la sala presentaba un aspecto bastante diferente. Más de gran concierto, con una buena cantidad de personas poblando las primeras filas. Su comienzo fue toda una declaración de intenciones. En el primer tema, “To Be Strong”, ya estaban dándolo todo, sin parar de moverse. De ahí al final fue una auténtica fiesta, y los asistentes nos contagiamos desde ese primer momento. Y ni comparación con el sonido de sus discos. Cada día se dice más que los grupos tienen que vivir de sus directos, y aquí no hay absolutamente nada que reprochar a Beatsteaks. Tocaron varias canciones de sus dos últimos discos, como “Jane Become Insane”, “Hail To The Freaks”, “Atomic Love”, “Hello Joe”… sin olvidar otras míticas de sus primeros trabajos: “Panic”, “Let Me In”… y entre ellas baile de instrumentos, pues estos germanos juegan con tres variantes entre los instrumentos de cuerda, tocando con dos guitarras y un bajo, tres guitarras y un bajo e incluso dos guitarras y dos bajos, dependiendo de la canción, claro.

Como iba diciendo hicieron un setlist muy completo, con un total de unas 20 canciones, donde no faltó una parte de total desfase, con extravagancias varias, un homenaje a los Beastie Boys en forma de versión y la fusión del cantante con el público en parte de un tema. Mucho baile, bises, aplausos por doquier y absoluta satisfacción del 100% de los asistentes en uno de los mejores conciertos que he podido presenciar en mi vida. Desde aquí mi reconocimiento para ellos, y agradecimiento para quienes me animaron a no faltar a esta cita inolvidable.