ENTREVISTA
Con su homónimo primer álbum de 2018, Ella La Rabia entraba de pie en nuestra pequeña escena gracias a una original mezcla de rock alternativo, post-hardcore y folclore canario. Algo hasta cierto punto lógico para una banda que quiso probar suerte en la capital sin abandonar sus raíces por el camino. Este mismo viernes se publica "Canción de Cuna Oceánica", una versión híper-vitaminada de todas las virtudes que incluía aquél debut. De ella nos habló la banda palmera al completo.
¡Hola chicos! Encantados de teneros aquí por primera vez.
Edu: ¡Qué fue! El placer es nuestro, nos hace mucha ilusión.
Imagino que os habrán hecho esta pregunta un millón de veces, pero ¿cómo se da el paso de dejar La Palma y venir a Madrid para entrar de lleno en el circuito? Me parece una decisión arriesgada pero, ante todo, muy valiente.
Pablo: Pues para ser sinceros, vinimos a Madrid hace años por otros motivos, la música entre ellos. Pero sí que podemos afirmar que la música es el principal motivo por el que nos hemos quedado, podría decirse que ya somos medio godos (risas).
Viendo ahora con un poco de perspectiva la crisis del combustible, que tanto está afectando al sector y a las bandas que tienen que volar, parece como si os hubierais adelantado a la situación (risas). ¿Qué tal se vive en Madrid y qué añoráis de la isla?
Edu: Pues la verdad, que el hecho de estar emplazados en Madrid otorga unas condiciones óptimas para hacer giras a nivel nacional, ya que podemos desplazarnos en furgoneta para tocar cualquier bolo saliendo el mismo día. Para una banda, el hecho de estar emplazado en las islas es una gran desventaja a la hora de hacer una gira de presentación.
Óscar: Aunque los palos por la gasolina nos los dan igual, no tenemos la necesidad de volar a no ser que toquemos en las islas o fuera del país, que por experiencia suele ser para momentos muy especiales y puntuales (en torno a dos al año), por lo que nos merece la pena.
Javi: La verdad que en las islas se vive muy bien, y es una de las cosas que echamos de menos a parte de a la familia, el mar y sobre todo los bocadillos de pollo pasta con queso y vegetales (risas).
Vayamos a lo importante, que es vuestro nuevo álbum "Canción de Cuna Oceánica". La primera palabra que me vino a la cabeza, mucho antes de hacer cualquier veredicto, fue refrescante. Suena diferente al primer álbum y a todas las bandas de vuestra escena. ¿Fue una de las premisas a la hora de empezar a componerlo?
Pablo: La verdad que no tuvimos que forzar nada, simplemente dimos rienda suelta a todas nuestras inquietudes y seguimos el proceso natural de nuestra música. Y aunque no compusimos el disco bajo ninguna premisa, sí que teníamos clara una cosa, queríamos sacar lo más auténtico de nosotros mismos porque sabíamos que en lo más hondo encontraríamos la música con la que estaríamos más contentos a medio-largo plazo.
Edu: No queríamos que un estilo concreto o el hecho de querer ubicarnos en una vertiente, como podría ser el post-hardcore, encorsetara nuestra creatividad.
Javi: Al final creemos que ese es el factor fundamental por el que el disco suena tan especial. Desde niños nos encanta el folclore canario, la música cubana y la música celta, por lo que es normal que aparezcan estas influencias en nuestras canciones.
Óscar: Antes de componerlo, pensábamos en el disco que nos encantaría escuchar, y parimos "Canción de Cuna Oceánica".
Desde la pandemia, parece que todos los discos se dividan en dos grupos. Los creados desde la distancia y sin la unión necesaria, y los que han sido mimados hasta el último detalle por disponer de más tiempo que nunca. Decídmelo vosotros, pero creo que el vuestro encaja más en lo segundo.
Edu: ¡Totalmente! Este disco ha sido cocinado a fuego muy lento, donde cada paso que dábamos tenía detrás mucho tiempo de decisión. De hecho, veníamos de girar bastante y pasamos a no salir de Madrid durante el proceso creativo del álbum, pero rara vez nos hemos sentido tan unidos como banda como cuando estábamos trabajando en lo que sería nuestro segundo álbum.
En el debut ya jugabais con muchas influencias, pero es que aquí no os habéis cortado con nada. "Yruene", por ejemplo, es un corte de rock contundente con saxofón y un ritmo y letra súper tropicales. Hubiera sido curioso ver su proceso de creación (risas).
Óscar: La verdad es que nos echamos buenas risas (risas).
En el folclore canario de "Canción de Cuna Oceánica", un homenaje a vuestra tierra, aún vais más allá. Pero al mismo tiempo me suena haberos leído en algún sitio que tampoco sois unos palmeros "al uso".
Pablo: Pues al igual que el resto del disco, fue un proceso bastante natural. Nos encanta salirnos del tiesto para intentar ser un poco más nosotros mismos y acercarnos a aquello que a cada uno nos hace únicos. Nos hemos dado un gustazo abordando desde el sonido de la banda cada una de nuestras inquietudes musicales.
Edu: Y lo de palmeros no "al uso", quizás fuera haciendo referencia a la música que escuchábamos en casa de niños. A pesar de que en Canarias la música latina siempre ha tenido un gran protagonismo, nuestros padres tenían música muy variada, desde Led Zeppelin hasta Luar Na Lubre. Más adelante nos fliparon bandas tipo System Of A Down, Green Day o Linkin Park (típico millennial), pero que por aquel entonces en La Palma y en el contexto en el que estábamos nos convertía en medio frikis (risas).
Óscar: Bueno, de hecho, yo no soy palmero de nacimiento, pero sí de adopción.
Ya que estamos, justo hace nada se cumplió un año de la erupción del famoso volcán de La Palma. ¿Cómo vivisteis aquella situación?
Javi: Fue tan impactante como desastroso, lo más bonito ha sido ver a la gente unida arrimando el hombro.
Edu: Siempre hemos tratado de volcar nuestra identidad en nuestro trabajo (arte, letras, videos). La Palma es una de nuestras mayores inspiraciones y siempre hacemos conexiones entre el paisaje y el mensaje de los temas por lo que los volcanes, así como el mar y las estrellas están presentes (como se puede ver en el videoclip de "Elba").
"Ella La Rabia" es lo más rápido y contundente que habéis hecho hasta ahora. ¿Una declaración de intenciones llamarla así?
Óscar: Una de las bazas más fuertes que tenemos es nuestro público. Y, como no podría ser de otra manera, queríamos que la canción que lleva el nombre de la banda estuviera enfocada a disfrutarla con ellxs en directo. Queremos escuchar cómo la gente corea el nombre de la banda y se vuelve loca.
"Santa † " y "Octubre, 2019" destacan justo por lo contrario, con un tono intimista y frases que ponen la piel de gallina. Pero a su vez me han sorprendido (para bien) algunos riffs, muy gruesos y potentes para lo que suele ser el post-hardcore.
Edu: Teníamos perspectivas sobre algunos temas cuya intención abarcaba una sensibilidad diferente. El mensaje que transmite “Octubre, 2019” no tiene nada que ver con, por ejemplo, “Cumbrenueva”. Al final hemos intentado ser fieles a las necesidades instrumentales de cada canción por separado y no necesariamente buscar un álbum homogéneo. No todo va a ser hardcore (risas).
Óscar: Pero sí, en este disco vuelan hachas (risas).
Lo del arte de la portada no pilla por sorpresa porque la del debut llevaba una línea parecida, pero me resulta curioso porque las asocio más a grupos como Baroness, Kylesa o Kvelertak que a lo que me evoca vuestra música, sobre todo en este disco.
Pablo: Nos enamoramos del trabajo de Mariano Sánchez con el primer disco, supo reflejar perfectamente los símbolos que representan nuestra tierra y queríamos seguir la misma línea, pero dándole una vuelta de tuerca.
Óscar: Grupazos todos, por cierto (risas).
Aquél primer álbum destacaba por tener muchas colaboraciones (Kantz, Jorge Vileilla, Juan Blas) y en este, en cambio, es todo lo contrario. ¿Queréis poner el foco en la propia identidad de las canciones?
Javi: Bueno, en realidad sí que hay colaboraciones. En concreto, tuvimos la suerte de contar con Ruben Martinez (Viven, Ànteros) y Carlos Aranda (Viven) para darle magia al tema “Cumbrenueva”. Para nosotros es un honor que hayan colaborado con nosotros porque nos flipa Viven.
Óscar: Además, para las instrumentales contamos con el talento de Alex Ferrán (saxofón), Roberto Lorenzo (trombón), la banda de folclore Támbara, María Galván (coros) y Daniel Arbelo (piano).
Puede que Berri Txarrak hayan sido los mayores referentes de vuestro estilo en cuanto a evolución, compromiso y manera de hacer las cosas. ¿En qué otros espejos os miráis?
Edu: La verdad que Berri Txarrak ha sido un gran referente desde hace tiempo, pero también nos hemos empapado de bandas como Catorce, De la Cuna a la Tumba, Ávida Dollars, Ànteros, Viven, Virgen, Nothink, Viva Belgrado, Aphonnic… Hay buen material en nuestro país.
Está claro que hay bandas buenísimas en esta escena, pero España siempre ha sido una plaza complicada para que este tipo de sonidos rompan. ¿Qué más hace falta?
Pablo: Siempre que vas a ver en directo a una de las bandas que hemos hecho referencia antes (y muchas otras que se nos quedan en el tintero) te enganchas a la calidad musical y de directo que tienen. Cuanto más se fomente que la gente vaya a conciertos en salas, que es donde realmente se aprecia y se descubre a una buena banda, más fácil será crear una escena potente para este tipo de sonidos.
Hasta aquí chicos. Muchas gracias por la charla y esperemos que "Canción de Cuna Oceánica" haga justicia a todo esto.
Muchas gracias a medios como el vuestro que nos dais visibilidad y os enrolláis con bandas como nosotros.
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85Ella La Rabia
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Canción de Cuna Oceánica -
90Ella La Rabia
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Ella La Rabia