CRÓNICA

Txosse de WheelSoundStudio es un visionario. Se trae a su pueblo la gira en acústico de Eric Fuentes a una Sala pequeña. El bueno de Fuentes se hace acompañar al teclado que hace las veces de percusión a su inseparable Bernat Sánchez. Eric es por todos conocidos por su faceta en el sello Bcore durante años, su incursión en el rock de la mano de The Unfinished Sympathy y ahora Eric Fuentes y El Mal pero también por sus producciones de bandas como la de su hermano Rosa Luxemburg.

Ahora ha decidido embarcarse en una gira desenchufada donde repasa sus éxitos de siempre e incluye versiones de sus bandas fetiche como Bad Religion o Iron Maiden. No sabemos hacia dónde se dirige el futuro de este nervioso frontman pero su legado y su concierto demostraron que si tiene un pasado y que éste poco puede cuestionarse, de momento lo único que sabemos es que está tras el sello Hang The DJ Records y que planea reeditar su primer largo en solitario "Descarrilant" en formato vinilo.

Bien pues tras la breve intro hablemos del concierto en sí. Llegamos a una sala media vacía que auguraba una noche de esas que ocurren de tanto en cuanto pero el truco fue esperar a que la gente se aproximara a Cerdanyola en una noche fría de abril. El encargado de romper la frialdad y el hielo fue Jorge Ochoa aka Matameya con su guitarra y su amor irónico. Las melodías que salían de su guitarra eran preciosas, las letras cuanto menos enigmáticas. Buenas tablas y mucha humildad.

Tras preparar el terreno el barbudo Fuentes arrancó la velada con un tema de sus The Unfinished Sympathy. "Rainfrogs" y "Catenaggio" parecían abrir un filo hacia la reconciliación con su pasado. Si eso era lo que pretendía nosotros queríamos nuestra dosis de nostalgia con "Loveless Curse". Acto seguido cambio a la actual "El Pobre Esmolet" para regocijo de los asistentes.

Tres cosas que no me gustaron fue que no interpretó ni "Hora Punta en Territori Enemic" y "Rock and Roll Is A Full Time Job" dos temas imprecindibles de su última referencia para Subterfuge, su actual casa de discos.

En el apartado de versiones me quedo con la antológica versión de Frank Sinatra donde Eric incluso puso la postura de crooner del Rat Pack. Más hardcore que eso no hay nada. El resto de la noche transitó entre éxitos de su carrera en solitario y de su época con The Unfinished Sympathy. Hubo dos bises y el segundo fue emotivo con la interpretación de una de sus primeras composiciones cuando iba al colegio con aproximadamente doce o trece años.

Solamente quince canciones y una hora de concierto. Grande muy grande. Esperemos verle pronto en la carretera y con las seis cuerdas regalando riffs como antaño.





Fotos: Oriol Oliva