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 Foo Fighters

CRÓNICA

Foo Fighters + The Gaslight Anthem + Dinero
Foo Fighters, The Gaslight Anthem, Dinero
06 de Julio de 2011 por Sofía Cuevas Palacio de los Deportes, Madrid 4908 lecturas

Si tuviéramos que explicar a alguien que no tuviera ningun tipo de contacto con la música el por qué de la enorme expectación que se había creado los últimos meses en torno a este concierto deberíamos hacer hincapíe en varios aspectos. El primero de ellos es que los Foos llevaban demasiado tiempo sin pasarse por nuestro país, nueve años en concreto. Tiempo más que suficiente para que aquellos que ya habían tenido la oportunidad de asistir a alguno de sus shows volvieran a tener ganas y curiosidad por ver su evolución y un período demasiado largo también para los que les descubrieron durante la última década y esperaban verles por primera vez en directo.

Si a eso le sumamos que, lejos de dormirse en los laureles, con su recién estrenado "Wasting Light" quedó demostrado que no está entre sus planes inmediatos dejar de sacar discos plagados de temazos, esa persona a la que intentáramos poner en situación ya podría hacerse una idea de a qué atenerse.

La compensación por hacernos esperar tantos años se tradujo en dos horas y cuarenta minutos de actuación, solo interrumpida por la prolongación de algunas canciones y los minutos previos a el bis y con intruso en el escenario incluído (el hijo de Taylor Hawkins estuvo todo el concierto semiescondido detrás de la batería imitando con sus baquetas todos los movimientos que efectuaba su padre).

A eso de las seis y media de la tarde el Palacio de Deportes abrió sus puertas y comenzó a llenarse poco a poco con los centenares de personas que a lo largo de todo el día fueron agolpándose y reuniéndose en sus alrededores. Los primeros encargados de calentar motores fueron los españoles Dinero, si bien el público comenzó a animarse un poco más con los siguientes invitados de lujo: The Gaslight Anthem.

Liderados por un Brian Fallon que chapurreó unas cuantas frases en español y aprovechó para comentar que Madrid le había encantado, durante los cincuenta minutos que estuvieron sobre el escenario aprovecharon su primera vez en nuestro país para presentarse como banda y repasaron algunos de los temas más conocidos de sus tres discos: "Old White Lincoln", "Bring It On" o "Great Expectations" sonaron a lo largo de su actuación, siendo el más aclamado con diferencia "The 59" Sound", y despidiéndose con "The Backseat".

A algunos su actuación se nos hizo demasiado corta, y a pesar de que por la discreta respuesta de la gente con la mayoría de los temas y con unas gradas que seguían en una alta proporción vacías parece que no son aún demasiado conocidos por aquí, esperamos que la próxima vez que pisen la capital lo hagan ya como artista principal y en una sala de dimensiones más reducidas, donde sin duda el grupo de New Jersey gana muchos enteros.

La suma de las actuaciones de ambos grupos nos colocó casi sin darnos cuenta en las nueve y media de la noche, los ánimos generalizados estaban cada vez más exaltados y los pocos sitios que quedaban libres en las gradas fueron finalmente ocupándose. Con un recinto a reventar la revolución estalló cuando con puntualidad inglesa a las diez empezaron a sonar los primeros acordes de "Bridge Burning", trallazo que da comienzo a su último disco. El grito de Dave Grohl "These are my famous last words!!" fue el pistoletazo de salida a unos primeros minutos frenéticos, seguidos por "Rope" y "The Pretender". El primer gran momentazo con diecisiete mil personas cantando al unísono llegó con "My Hero", momento que Grohl aprovechó para acercarse a los entregadísimos asistentes atravesando la pasarela que se extendía desde la parte central del escenario hasta bien avanzada la pista.

Tras este clasicazo siguieron sucediéndose temas míticos de su amplia discografía uno tras otro sin bajar el ritmo en ningun momento e intercalando momentos más animados con "Monkey Wrench" o "White Limo" con himnos como "These Days", "Best Of You" o "Walk" que, a pesar de pertenecer a su último trabajo, se ha convertido en poco tiempo en favorita para muchos.
 
Las casi tres horas que duró el concierto permitieron a los Foo Fighters, para sorpresa generalizada del personal, tocar temas que no suelen estar presentes en sus setlists como "Skin and Bones" o "Let It Die" y marcarse un par de covers durante los bises, una de Mose Allison y la segunda de Queen. Hasta Taylor Hawkings tuvo su momento de gloria cuando hizo las veces de solista en "Cold Day In The Sun", habiendo sido previamente presentado por Grohl como "the best drummer in the world". Tras "All My Life", en la que el muchas veces descrito como "el tío más simpático del mundo del rock" tuvo algun que otro problemilla con una cuerda de su guitarra, los cinco músicos desaparecieron durante unos instantes del escenario.

Sin embargo, esta salida del stage fue solo momentánea, puesto que una cámara de visión nocturna retrasmitía lo que estaba sucediendo fuera de nuestra vista: Dave Grohl, entre trago y trago de una cerveza que ninguno de los que estábamos muriendo de calor en la pista hubiéramos rechazado, apareció en un primer plano y prometió con los dedos de su mano hasta cinco canciones más (y finalmente fueron seis).

Tras este mínimo descanso, de nuevo la plataforma fue testigo de un estadio entero pendiente de un único hombre y de su Gibson, de la que un frontman que estuvo perfecto durante toda la noche y que no paró ni un instante arrancó "Wheels" y "Times Like These" en otro de los grandes momentos de la noche. Tras las covers y habiendo prometido no volver a ausentarse durante una década pudimos disfrutar de un final apoteósico gracias a "Everlong" y de otros tantos minutos en los que Dave aprovechó para saludar y aplaudir a el público que a estas alturas (casi la una de la madrugada) ya era consciente de estar viviendo un momento único.

Dicho esto, aquellos afortunados que tuvimos la suerte de asistir a el recital que ofrecieron Foo Fighters el miércoles estaremos de acuerdo en que podremos presumir durante mucho tiempo de haber formado parte de uno de los mejores shows de rock ´n´ roll que pueden verse hoy en día (sino el mejor). No tengo la menor duda de que dentro de muchos años seguiremos recordándolo y reviviéndolo como un momento irrepetible y como toda una lección de actitud, ganas, entrega y amor por la música. No todos los días se tiene la oportunidad de ver a cinco músicos tocar sin apenas descanso durante horas dejándose la piel, sin demasiados artificios ni un solo bajón de intensidad, ni se disfruta tanto en un concierto como para salir de un maratón de rock con una única pregunta planeando sobre la mente..."¿Y cuándo decis que vuelven?".

COMENTARIOS

7 Comentarios

  • #7
    USER_AVATARel 17 de Julio de 2011
    MarggotJ
    Bolazo i-rre-pe-ti-ble
  • #6
    el 14 de Julio de 2011
    lawyerdrummer
    El viaje a Madrid valió la pena. Superadas todas las expectativas.
  • #5
    USER_AVATARel 13 de Julio de 2011
    rearviewmirror
    Ni un solo pero se le pueden poner a este bolazo. Teloneros de lujo y luego casi 3 horazas de Foo Fighters en estado puro. No se puede pedir más.
  • #4
    USER_AVATARel 13 de Julio de 2011
    inquiline
    Un conciertazo si señor. Me sobraron un par de temas que hubiese cambiado por otros, pero en general, lo dicho, conciertazo.
  • #3
    USER_AVATARel 13 de Julio de 2011
    starfucker
    Después de que un grupo te de casi 3 horas de concierto poco mas se puede decir. Grohl es un excelente frontman y está muy bien secundado por Taylor Hawkins y Chris Shifflet, quedando Nate Mendel y Pat Smear en un segundo plano. La pena fue que al dia siguiente muchos currábamos y nos tocaba madrugar..... pero el concierto fue memorable!!


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