CRÓNICA

¿Reventa de entradas para asistir a un concierto / fiesta en la sala Mephisto? ¡No me lo podía creer! Ya es mucho el tiempo que llevo pisando con cierta frecuencia la mítica sala del Poble Nou, y hasta la fecha jamás había visto tanta gente sin entrada en la puerta desesperada por conseguir una. ¿El motivo de tanta expectación? Para empezar, que las fiestas que organizan Rock Zone y Freestyle en Mephisto cada vez tiene más adeptos. Otra es que tocaban tres grupos desconocidos para el público subjetivo pero que son capaces de mover muchos amiguetes y a aquellos que nos gusta disfrutar de un buen grupo underground. El nombre de una firma de ropa tan importante (y chula) como Atticus también ayuda. Finalmente, el marketing. La promoción en la revista, nuestra web y como no, el boca a boca, levantaron gran expectación.

Por problemas de tráfico, llegué un poco tarde, por lo que directamente me encontré con It´s Not Not en plena faena. La actuación del cuarteto catalán fue sublime. Sin lugar a dudas, la más grata sorpresa de la noche. Su post-hardcore extraño, chillón, visceral y cargado de improvisación sonaba realmente bien en directo. Si bien es cierto que la mayor parte del público no estaba preparado para una dosis de sonidos extraños y guitarras descontroladas, el carisma de su cantante y la fuerza de su sonido mantuvieron a toda la concurrencia bien atenta. Lástima que la mayor parte de los allí presentes no conociésemos sus canciones, porque de lo contrario habría sido mucho más espectacular su actuación. Como única pega, cabe decir que el frontman se podría haber ahorrado algún que otro insulto al público (el cual no respondía a sus llamamientos al baile y el pogo).

Después de It´s Not Not hubo un buen rato de fiesta que sirvió como entretenimiento para los presentes, hasta el momento en que llegó el turno de No Children de saltar al escenario. Los mallorquines fueron un gran acierto a la hora de cerrar la velada (en lo que a conciertos se refiere) pues su hardcore melódico, directo y sin concesiones, incitaba a la fiesta. Durante todo el rato que estuvieron sobre el escenario (que fue mucho), repasaron todos sus temas, incluyendo novedades bastante interesantes. Mezclaron temas en castellano e inglés, algunos más pop-punk con otros más cercanos al hardcore, pero aunque nunca llegaron a resultar extremos, esos momentos puntuales de mayor garra guitarrera sirvieron para amenizar su actuación.

Salvando unos puntuales momentos de confusión por culpa del volumen del micro del guitarrista Dimas, el resto del concierto fue sobre ruedas. Convencieron a propios y extraños y demostraron que están en un gran momento. La evolución respecto a sus primeras grabaciones era evidente, y de seguir así, no me extrañaría verles dentro de poco tocando en recintos mucho mayores repletos de gente.

Después de No Children, siguió la fiesta. Más punk, más emo, más hardcore y más diversión, la cual culminó con un curioso “sorteo” de ropa y complementos de Atticus.

Una inmejorable forma de pasar la noche del viernes.


Fotos: Carles Rodríguez