CRÓNICA

Joe Buck Yourself
Joe Buck Yourself en Barcelona
08 de Mayo de 2014 por OttoBislevic Sala 2 de Apolo, Barcelona 1696 lecturas

Antes de empezar la crónica, quiero resaltar que pisar La 2 de Apolo por 8 euros, en los tiempos que corren, con un concierto así y consumición incluida (y posterior farra si lo deseas), es algo de lo que estar contento y agradecido un jueves por la noche en Barcelona. Espero que dure y no quede como una rareza de nuestros días.

Dicho lo dicho, en horario de concierto de toda la vida y ante una cuarentena escasa de asistentes, apareció sobre el escenario un espectro, un cadáver, un zombi, un enfermo terminal, un esqueleto recubierto de algo de piel pálida y arrugada, con unos cuantos dientes afilados y amarillos y unos pelos lacios y largos a modo de cresta (“Born to scare” se llama una de sus canciones, para que os hagáis una idea), un larguirucho encorvado, un auténtico hillbilly con camiseta de Dead Boys y camperas, un gollum, una criatura de la noche. Con esto pretendo describir al músico Jim Finklea, es decir, a Joe Buck Yourself. Este señor que encara los conciertos solo, sentado, con su guitarra y con la funda de ésta a modo de bombo (brillante y cómoda idea a la hora de girar por el mundo) y con un par de pedales de distorsión, que parece cabreado y poseído por mil y un demonios cuando interpreta sus canciones, se muestra un tipo cercano, auténtico, orgulloso de su origen y tremendamente agradecido al público y a la vida por permitirle hacer lo que más le gusta: tocar y tocar y tocar. Es por esto, que entre canción y canción, no paró de dar la gracias a todos por estar allí y escucharle -sorprendido también de que hubiesen lindas mujeres entre el público-, soltando constantes “thank you motherfuckers” que acompañaba de muecas y una carcajada histriónica. Un ángel con pinta de ser el mismo diablo (“I’m the evil mother fucker from TN” dice otro de sus himnos).

Joe Buck Yourself tiene una larga trayectoria en este mundillo. Su música es una mezcla de hellbilly, creep rock, punk, cow country, bluegrass, boogie, garaje, trash… llámalo como prefieras, con canciones de letras crudas y brillantes, con títulos y estribillos que expresan las experiencias vividas por este ser humano que tocó fondo hace algunos años. Digamos que puede ser una mezcla de Reverend Beat-Man,Left Lane Cruiser y Bob Wayne, por citar algunos, y ya que estaban en la sala, los locales Th' Booty Hunters. Ha formado parte de Th’ Legendary Shack Shakers y colabora habitualmente con Hank Williams III y su Damn Band o con Assjack, toca todos los instrumentos que te pasen por la cabeza y recientemente ha trabajado bajo la tutela de Jack Endino. Es decir, este mozo de 51 tacos tiene tablas como para aburrir y un montón de discos a sus espaldas, ya sea en solitario o acompañado. "Who Dat?"de 2012 es el último y, sin duda, el más variado de todos ellos (incluye boogie, tango, country, etc), también el menos agresivo.

Así, con esta descripción y con un repertorio tan extenso, un concierto de Joe Buck Yourself pasa a convertirse en una fiesta digna de cualquier antro de mala muerte de la América más sucia y profunda, esa que tanto nos gusta y atrae. Durante hora y algo interpretó unas 20 canciones que intercaló con esos locos agradecimientos que ya os he mencionado y algunas anécdotas como, por ejemplo, este papá reciente explicó riendo con una mezcla de orgullo y pena, que su hijo había nacido clavadito a él y que el médico, asustado, tuvo que golpearle en la cara al nacer a ver si conseguía repararlo. Así es este señor de auténtico.

En sus discos se repiten algunas de las canciones, por tanto tocó algo de todos ellos. Abrió con esa declaración de intenciones que es “Evil mother fucker from TN” que arranca con un “everybody sees I got the devil in me”, por si a alguien le cabía alguna duda antes del concierto. Siguieron himnos como "Dig a Hole", "Tango of Death", "Rage in the South", "Planet Seeth", "Demon in my head", "Devil is on his way", "Drug Train", "Hellbound", "Bitter is the Day" (su canción más tranquila y que ya quisieran muchos tener en su repertorio), "Who Dat?", "Are you my enemy?" (Die Motherfucker Die dice su estribillo a grito pelado), etc... un sinfín de títulos en los que los demonios, el mal, el diablo y los motherfuckers están muy presentes. Incluso tocó el “Six pack to go” de Hank Thompson. Se levantó dos veces para irse y dos veces se sentó para acabar tocando “Music City’s Dead”, en la que Joe Buck expresa su enfado por ver en lo que Nashville y el sur en general se están convirtiendo en estos últimos años.

A pesar de que el ritmo bajaba un poco con algunas de las canciones, también debido a que parece que siempre hay gente que va a los conciertos a hablar y a reír de sus cosas a todo pulmón, unido a que las megapantallas de los móviles muchas veces ya no te dejan disfrutar del espectáculo, el concierto mantuvo la intensidad de principio a fin, para recocijo del personal. Joe Buck no se guardó nada, y eso que aún le tocaba atender a los fans, vender su propio merchandising, recoger los bártulos y lanzarse a la carretera en busca del siguiente bolo. No me extraña que manifieste que a veces pasa días sin poder ducharse. Hillbilly Pride.

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