CRÓNICA
Aunque
Nada Surf se hayan convertido en unos habituales de nuestras salas a lo largo de sus casi tres décadas de historia, su reciente
“Never Not Together” antojaba esta como una las giras más atractivas de los neoyorkinos en los últimos años. Tanto como para desafiar a la fase inicial del coronavirus y acercarnos a la sala
Zentral, última de sus cinco fechas por nuestro país.
Para sorpresa de muchos, ya que su nombre no fue anunciado ni en carteles ni en redes sociales, era un tipo llamado
John Vanderslice quien salía a escena pasadas las 8 de la tarde. Acompañado tan solo de su guitarra, una mesa de ritmos y un vaso lleno de papelitos con los que iría respondiendo preguntas sobre su vida y milagros de manera cómica, el
show del artista polifacético no pasó de eso, una anécdota que tan solo llamaría nuestra atención cuando un par de miembros de
Nada Surf salieron a vestir su particular propuesta.

De los protagonistas de la noche poco se puede decir a estas alturas, y es que pocas bandas han sido capaces de llevar con tanta seguridad una carrera que ni las etiquetas ni un
hit masivo como “Popular” pudieron derribar. Sin ir más lejos, acaban de publicar el que para muchos es su mejor disco desde aquél
“Let Go” de 2002, un
“Never Not Together” que lanzó sus primeros rayos de positivismo y fraternidad con la inicial “So Much Love”. Puede que la versión actual de la banda haya perdido algo de fuerza sin la guitarra de
Doug Guillard (
Guided By Voices), pero a cambio, su sonido se muestra más sofisticado y detallista que nunca con la incorporación de
Louie Lino al teclado. Por su parte, el madrileño de nacimiento
Daniel Lorca no tarda en alzarse como comunicador esta noche recordando alguna que otra anécdota de juventud por estas tierras al tiempo que caen “Hi-Speed Soul”, “The Plan” (primer tema grabado por el combo en un
single de 7” allá por 1994) o “Killian's Red”, tiñendo de rojo un escenario tan sobrio, fino y elegante como la propia banda.

En tal día como hoy no podía faltar un recuerdo al día internacional de la mujer, mención que
Matthew Caws presentó con una graciosa historia de su hijo en un concierto del mismísimo
Paul McCartney y que llegó en el momento más idóneo. El enorme aplauso daba paso a un azucarado pero revitalizante “Inside Of Love” que hizo levitar a buena parte del foso. Esta comunión entre banda y público se hizo aún más patente en “Hyperspace”, única mención a
“The Proximity Effect” en esta gira, o “What Is Your Secret?”, dos de los temas que sin llegar a ser clásicos mejor funcionaron en este tramo central. En medio de todo ello, tiempo para revisitar otro disco algo olvidado como
“You Know Who You Are” con la luminosa “Cold To See Clear”, proclamar “Live Learn And Forget” como uno de los tesoros escondidos de su reciente nuevo trabajo o recordar a través de “Blonde On Blonde” y “See These Bones” el increíble gusto de
Nada Surf por la melodía.

La confianza depositada en
“Never Not Together” es tal que no dudan en despedirse con “Something I Should Do” y abrir la tanda de bises con “Just Wait”, pieza casi acústica que contó con la colaboración del propio
Vanderslice en algo así como un favor mutuo. Seguramente tengan canciones mucho más apropiadas para este momento, pero el crescendo que se creó con “Always Love” y el siempre desenfadado “Blankest Year” (haciendo nuestro ese
“ohhh… fuck it!”) quedó de lo más curioso. Tampoco faltó la dichosa “Popular” en un segundo bis, pero el sabor de boca con el que despedimos esta noche de domingo hubiera sido igual de dulce sin ella. Lástima que también tuviera su parte agria, y es que va a ser lo último que veamos en una larga temporada…
Fotos: Radar de Frecuencias