death metal / thrash metal
 Pánico Al Miedo

ENTREVISTA

Mis terrores favoritos por César Aguilar
14 de Mayo de 2018 2504 lecturas
“No tenemos nada que temer salvo al propio miedo”, decían los canadienses Rush en “The Weapon”, una de las mejores canciones de “Signals”, su disco de 1982. Tomando esa frase como referencia filosófica y declaración de intenciones, el ahora quinteto de Manlleu Pánico al Miedo se lanza a la piscina con “Formador”, un debut cuidadísimo (y no nos referimos solo a lo puramente musical) que golpea duro y al hueso con su death thrash heterodoxo repleto de riffs punzantes y canciones notables. Un trabajo que sorprende por su claridad de ideas, ambición bien entendida y capacidad de pegada. Contactamos con un entusiasta, veterano y muy melómano Jordi Creus, guitarra y compositor de la banda, que nos habla de la necesidad de ser pacientes, serios y constantes para sobrevivir en este mundillo, de sus héroes musicales, de la experiencia vivida en California con el productor Juan Urteaga y de la gestación a fuego lento de un disco que está cosechando grandes críticas no solo en España. Los amantes de Death, Pantera, Testament o Exodus están de enhorabuena: con “Formador” pueden dejarse el cuello con fundamento.

Si mi información es correcta empezaste Pánico al Miedo en 2012. Reclutaste a Marc (Jufré, voz) y al resto de los músicos y editáis una demo-EP en 2015. ¿Podéis hacernos una breve historia de vuestros inicios?

Sí, es correcto. En 2012 me planteé empezar un proyecto después de muchos años de malos tragos a nivel personal. Volví a engrasar la guitarra y empecé a practicar, estudiar, transcribir y poco a poco a componer. Al año siguiente tuve claro que necesitaba un buen cantante-frontman y me puse a buscarlo. En esos momentos estaba abierto a cualquier posibilidad, incluso a trabajar a distancia en el caso de que encontrara alguien de otro país. Pero entonces un amigo común me habló de Marc. Me pasó unos enlaces de YouTube donde cantaba con una banda de versiones y ahí me di cuenta de su potencial, así que quedé con él y le planteé mi idea. Fueron unas cuatro horas de conversación en las que acordamos unir fuerzas y darlo todo en un proyecto aún sin bautizar. Cuando tuvimos algunos temas empezamos a pensar en los músicos. Una de las piezas que nos ha marcado desde entonces fue la incorporación para la grabación de la demo-EP de mi amigo Andoni ‘Bassman’ Prieto (Phthisis, Extinction, Lampr3a). No solo nos prestó su maestría con el instrumento sino que nos puso en contacto con buenos amigos que a día de hoy son importantísimos para nosotros.

¿Fue complicado arrancar? ¿Cuáles fueron las principales dificultades?

Teníamos muy claro que esto sería un asunto de largo recorrido y en el camino nos las encontraríamos verdes y maduras. La manera en que escogimos trabajar e ir construyendo nuestro proyecto no era compatible con perder los nervios a las dos semanas de haber empezado. Lo más importante, como todo en la vida, es rodearte de un equipo de gente profesional, gente con la que te entiendes y que te comprende, con la que la relación fluye de manera natural, y si una de las piezas te frena o ves que no hay futuro con ella entonces lo mejor es cortar por lo sano lo antes posible. Esta es la filosofía que hemos adoptado hasta el día de hoy.

¿Qué tal feedback recibió el EP? No sé si lo movisteis mucho o qué. Yo confieso que hasta que Blood Fire Death anunció vuestro fichaje no os conocía...

La demo-EP nos sirvió para romper el hielo en todos los aspectos. Por ejemplo, la grabación la hicimos con mi gran amigo Marc Bòria de los estudios LaBedoble de Terrassa y el máster con Juan Urteaga de Martínez, en California. Otro de mis grandes amigos, Toni Mena colaboró con unos solos y arreglos de guitarra para algunos temas. Aunque la demo no la movimos mucho sí que fue de gran importancia para el proyecto. Pero como no tocamos en directo tampoco ayudó a difundir nuestra música.

“Formador” llega tres años después y sorprende sin siquiera haberlo escuchado: grabado en los Trident Studios de California por Juan Urteaga, máster de Jens Bogren, solos de James Murphy y Bobby Koelble, portada de Ed Repka... Habéis echado el resto y tanto visualmente como en el apartado de sonido, es un trabajo cuidadísimo...

Sí, solo matizar que la grabación de batería y bajo se hizo en LaBedoble Estudis de Terrassa con Marc Bòria, que también se encargó de la pre-producción. La grabación de guitarras y voces la hice yo en mi home-studio y Juan Urteaga se encargó de la producción y la mezcla.

Creo que cada detalle en un proyecto, grupo o banda son importantísimos. La imagen de un grupo no solo es la estética de sus componentes sino que las portadas de los discos y el logo juegan un papel clave. Yo siempre digo, señalando a una grabación que ha quedado para la Historia: “Imagínate este disco con una portada distinta, más descuidada... ¿Sonaría igual?”. Creo que nuestra memoria musical necesita una imagen donde apoyar los recuerdos. Si tienes una buena portada para un disco la música tendrá una potente base para que el cerebro pueda almacenar o guardar a modo de pack todo ello, y también las emociones o sentimientos que has sentido cuando lo escuchabas.

Aparte del cuidado que habéis puesto en los aspectos que hemos comentado, “Formador” no decepciona en lo musical, muy al contrario. Se nota que habéis trabajado duro en el repertorio hasta dar con un puñado de temas muy sólidos. Se aprecia un esfuerzo por no dejar cabos sueltos ni aburrir alargándolos innecesariamente. ¿Sentís que habéis madurado desde la edición del EP?

Con el tiempo uno va matizando en todo. Vas ajustando el telescopio y el microscopio. Trabajar con el concepto, trabajar en lo que podemos ofrecer, potenciar todo lo que nos parece interesante y original. Todo esto se va consiguiendo con el paso del tiempo y la perseverancia. Hace meses que estamos trabajando en el segundo disco y te puedo decir que esto se va a notar mucho más.

Para el disco habéis regrabado todos los temas de la demo-EP. No he tenido oportunidad de escucharla. ¿Habéis introducido algún cambio reseñable?

Sí, se han cambiado partes, riffs, solos, las estructuras de algunos temas y la interpretación. Suenan realmente muy diferentes. Aunque en la demo tienen su carácter y en el disco otro. De todos modos, estoy contento con las dos versiones.

¿Cómo fue la grabación? ¿Te ha compensado el viaje?

El viaje a San Francisco ha sido de los que te marcan de por vida. Fue espectacular. Estar en los Trident Studios con Juan y trabajar en tu música con él no tiene precio. Juan es un tío genial y divertido que te hace sentir a gusto desde que entras por la puerta. ¡Incluso nos invitó a su cumpleaños con toda su familia! Fue muy importante para nosotros estar con él y hablar de música, músicos, bandas, etcétera. Piensa que es amigo de Gary Holt, Kirk Hammett y de todos los Testament, por ejemplo. Y de ahí a conversaciones sobre Chuck Schuldiner y Death. ¡Brutal! También disfrutamos en grande en los conciertos y locales varios dónde fuimos. Sobre todo, para esto Oakland es espectacular.

¿Que nos puedes contar del trabajo con Urteaga? Desde luego su currículum es impresionante. Ha trabajado con bandas como Testament, Machine Head, Vile, Heathen...

Tanto a Marc como a mí trabajar con Juan en su estudio nos ha servido ha sido para ganar confianza tanto a nivel personal como a nivel de músico. Juan te pone las pilas para seguir trabajando y creyendo en ti mismo. Cuando estábamos sentados en el sofá del estudio nos mirábamos y decíamos: “Por aquí ha pasado el culo de Gene Hoglan, el de Eric Peterson, el de Steve DiGiorgio o el de Chuck Billy” [risas].

Aparte de esto, Juan trabajó muy duro en el disco. Al haber temas con caracteres tan distintos se preocupó de trabajar el sonido de cada uno por separado. Date cuenta que, por ejemplo, no hay una caja que suene igual en dos canciones. Hay muchos matices que descubres cuando llevas varias escuchas. Juan nos dijo en más de una ocasión que el grupo sonaba diferente en un sentido positivo, en el sentido de originalidad. Estas palabras son de las más importantes que nos han dicho para seguir confiando en el trabajo que hacemos.

¿Cómo surge la colaboración con dos hachas tan prestigiosos como James Murphy y Bobby Koelble?

Soy muy fan de James Murphy. Me marcó desde que salió “Spiritual Healing” de Death, así que me obsesioné con la idea que apareciera en el disco [risas]. Contacté con él y ¡aceptó! Después pensé que sería brutal poder reunir a dos de los solistas de Death en el disco. Y así que contacté con Bobby, que estuvo en la banda en la época de “Symbolic”, y le pareció genial. A los dos les encantó la idea. Entonces les pregunté si habían estado alguna vez juntos en un disco y la respuesta fue no. ¡Brutal! ¡Iba a juntar a dos de los solistas de Death en mi disco! ¡Nunca antes nadie lo había hecho! Además, para los dos es la primera vez que colaboran con un grupo de España.

A James lo puedes escuchar en el tema “Formador”, que abre el disco, y a Bobby en “Cebos Vivos” y en el bonus track, que es el mismo “Formador” que está en el set-list pero con el solo cambiado.

Lo último que sabía de Murphy era que tenía una grave enfermedad. Y de repente lo veo como invitado en vuestro CD y en “The Splendid Iniquity” de Angerot. Supongo que habrá mejorado. ¿Tienes noticias de su salud?

Con James tengo una buena relación y hablo a menudo por el Messenger. Tiene un humor muy ácido. Es un gran tipo. ¡Un personaje! Sí, por suerte su tumor cerebral no fue cancerígeno y está perfectamente. Solo tiene que cuidarse.


Antes los grupos iban paso a paso. Sacaban varias demos antes de embarcarse en un largo, trabajaban su estilo, afinaban sus composiciones y su técnica instrumental. Pero ahora con tanta saturación de lanzamientos parece que hay una obligación de ir a por todas casi desde el primer lanzamiento. ¿Has sentido presión al lanzar el disco? ¿Estás satisfecho con el trabajo realizado?

Sí, nos hemos tomado nuestro tiempo y esta ha sido una de las razones. Como comentamos siempre Marc y yo, en este disco hemos hecho el trabajo que se puede emplear para hacer tres. El mercado está muy saturado y si sales sin pensar puedes morir el día de tu nacimiento. De ahí el nombre de Dying Fetus [risas]. ¡Es broma!

Ahora que la asistencia a los conciertos de bandas pequeñas no es muy alta y apenas se venden discos. ¿Os compensa la inversión realizada?

Esto es como fabricar un cohete y después ponerlo en órbita. Si has utilizado un material inadecuado y el personal que lo construyó no estaba cualificado, las posibilidades de que no despegue y explote en el suelo son altas. Aparte de esto, queríamos hacer un disco de cuyo resultado pudiéramos estar contentos y orgullosos pasara lo que pasara después. Así que ha sido un reto personal y en el futuro seguiremos dándolo todo.

¿Qué es el Formador? ¿Qué queréis expresar con la portada y con la letra de ese tema?

Una cosa es el Formador de la portada y otra el de la letra de la canción. La letra del tema está extraída del inicio del libro sagrado de los Mayas, el Popol Vuh. En este se cuenta la creación del mundo y los Dioses que intervinieron en ella. De ahí sale la idea del Formador. Por otro lado, el Formador de la portada es nuestra mascota, que aparece aniquilando todo tipo de fobias y miedos que se representan más o menos humanizados, lo cual se relaciona con el nombre de la banda. ¡En un mundo donde el odio y el miedo son oro para los que lo gobiernan la respuesta es Formador! Nosotros entendemos nuestro nombre como “infringir pánico al miedo”. O lo que es lo mismo: afrontar los problemas con dos cojones [risas]. También se puede interpretar como “tener pánico al miedo” pero entonces el significado sería totalmente irónico o sarcástico... Lo que no está mal tampoco [risas].

¿Cuáles son tus temas favoritos y por qué? Te digo los míos: “Formador”, “La Fuente”, “Rompe el Cepo” y “Hermanos de Sangre”.

Algunos compañeros del grupo prefieren “Puños”, “El Final De La Grandeza” o “Bautizado Por La Arrogancia”, pero para mí los más especiales son “Formador”, porque fue el primer tema que compuse con Marc, y “Hermanos De Sangre”, que está dedicado a mis amigos Andoni Prieto y Quim Montmany (que estuvo conmigo en Surgery, una banda en la que toqué a principios de los noventa), que en paz descansen. Su fuerza e inspiración me han mantenido firme en la creación de Pánico Al Miedo. Su energía siempre está a mi lado. Aparte, en la letra (que cada uno puede entender a su manera porque es bastante abierta a interpretaciones) está inspirada en el cambio que sufrí de una época de mi vida a la siguiente, que fue la de la creación de Pánico Al Miedo.

“Cebos Vivos” también es especial para mí por el desafío que significó hacer un tema en el que ninguna de las partes se repitiera. La letra también tiene su carácter. Y “Rompe El Cepo” también es uno de mis temas preferidos por su energía, frenetismo y agresividad tanto musicalmente como en la lírica. Aparte, es la letra de donde salió el nombre del grupo: “¡El pánico al miedo golpea y rompe el cepo!”.

Gerard Comellas grabó “Formador” y ahora está fuera del grupo. Desde que empezasteis habéis sufrido varios cambios de line-up, ¿no? ¿Es complicado hoy en día mantener una formación estable?

Sí, es complicado. Gerard dejó la banda por motivos personales, pero la relación con él es excelente. Es un gran músico y un melómano hasta los huesos. Seguimos en contacto y tenemos la suerte de que aún nos podemos beneficiar de su conocimiento y sabiduría musical. ¡Que no es poca! ¡Su criterio es oro! ¡Desde aquí aprovecho para mandarle un abrazo!

Ahora con la incorporación de Pep Bruguera a la guitarra y Chiri López al bajo hemos conseguido un bloque sólido que no cambiaría por nada del mundo. Pep es un primer espada a las seis cuerdas y Chiri, aunque con nosotros toque el bajo, también es un guitarrista virtuoso. ¡Son dos excelentes fichajes! ¡Grandes músicos y excelentes personas! Alfred ‘Drummer’ González hace más tiempo que está en el grupo y se ha integrado perfectamente. Ya tengo ganas de escucharle en la grabación del nuevo disco. ¡Es una máquina!

No me puedo olvidar de Marc Bòria, que ha sido y es una pieza substancial para Pánico Al Miedo. Sus consejos en aspectos técnicos y musicales han sido muy importantes desde el nacimiento del grupo. Toni Mena también ha tenido un peso muy importante con sus colaboraciones tanto en la demo-EP como en el disco. Y tal como he dicho al principio de la entrevista Andoni ‘Bassman’, que colaboró en el EP también fue de gran importancia no solo musicalmente sino a nivel de proyecto en general.

Confieso que esperaba un álbum más directo, pero me he encontrado con una aleación muy compensada de death y thrash metal técnico con unas composiciones que tienen justo lo que pido: buenos riffs y buenos estribillos. ¿Qué debe tener un tema de Pánico al Miedo para que lo incluyáis en vuestro repertorio?

Lo principal es que haya canción en la mayoría de ocasiones, una estructura que funcione, una buena rítmica, partes instrumentales potentes y tal como comentas un buen estribillo y buenos riffs, y que el tema desprenda una emoción o un color bien marcado, que tenga personalidad. Para incluirlo o no en un disco tendría que pegar con una idea o concepto general. Hay temas que los descartamos para el primer disco que van a ir en el segundo.

Tenéis influencias de Death (sobre todo de la época de “Symbolic”) y Testament, Exodus, algo de Sepultura. ¿Me dejo algo o voy bien?

Es curioso porque mucha gente comenta lo de la época del “Symbolic”, y de Death, aunque soy fan de toda su discografía, los discos que más me marcaron son los cuatro primeros, especialmente “Spiritual Healing” por el cambio de sonido que representó. ¡Nunca antes se había escuchado Death Metal de esa forma tan limpia! ¡Me encanta! ¡Los temas del disco me vuelven loco! ¡Y después los solazos de James Murphy! ¡Es todo un “orgasmatron”! [risas].

Las discografías de Testament y Exodus son espectaculares. ¡La evolución de Testament con el paso del tiempo es brutal! ¡Soy muy fan de Eric Peterson y Gary Holt! ¡Y, por supuesto de Dave Mustaine y Megadeth! Tribulation me fascinan... ¡Hay muchas bandas! Desde cosas más proto-metal como Cactus a cualquiera de sus subgéneros. Tengo especial afinidad por todo lo que sale de Oakland y la Bay Area. De allí últimamente estoy enamorado de Necrot, Atrament, Cyanic (¡no Cynic!), Acephalix, Primal Rite, Mortuous o Ails... Fuera del metal me interesan músicos como Frank Zappa, Miles Davis, Mike Patton y Faith No More, Primus, Stevie Ray Vaughan, Arnold Schönberg, Bill Frisell…

En lo que bandas nacionales se refiere, oigo a unos Áspid (de los que incluso habéis hecho una versión). Y no solo por la música, porque son pioneros del thrash groove en el país, sino por el uso del castellano. ¿Han sido importantes para ti?

“Imágenes De Dolor” de Áspid fue una fuente de inspiración clave para Pánico Al Miedo, sobre todo en el tema de las letras. Las letras de ese disco son simplemente geniales y están llenas de fuerza. Sí, hicimos una versión en el home-studio con baterías programadas y sin bajo. Esperamos trabajarla en un futuro y poderla grabar tal como se merece y tocarla después en directo.

En el clip de “La Fuente”, segundo adelanto del álbum, llevas una camiseta de Autopsy. Hicisteis una versión de “Twisted Truth” de los Pestilence de “Testimony of the Ancients”. Imagino que te gusta mucho el death old school…

¡Buena vista la tuya! [risas]. Sí, Autopsy es uno de mis grupos de cabecera, sus dos primeros discos son para mí los mejores de death metal de toda la historia, sin duda alguna. Soy un gran fan de los inicios del estilo: Autopsy, Pestilence, Obituary, Carcass o Atheist son vitaminas diarias para mí [risas]. En relación a esto, en unas semanas podremos anunciar un interesante proyecto que vamos a hacer junto a tres bandas internacionales al respecto del death metal old school. ¡Estad atentos!

Como ya has dicho, a principios de los noventa militaste en Surgery, una banda de death metal que solo llegó a sacar una demo en 1992. ¿Qué tal fue la experiencia?

Con Surgery saqué un par de demos, pero la primera está más abajo del underground [risas]. Los recuerdos de aquella época son brutales e imborrables. La energía de aquel momento es eterna y solo los que la vivimos la podemos comprender. Junto a unas pocas bandas más de la península fuimos de los primeros en practicar death metal en el país.

¿Qué cambios ha habido en esa cosa que algunos llaman escena de entonces respecto a hoy?
 
Antes era todo más mágico y especial, ahora creo que falta unidad. En esos momentos nacía el movimiento y todo estaba en auge. Aunque, está claro, los medios, la información y las herramientas que tenemos hoy en día para realizar un proyecto son brutales. Nada que ver con las de antes.

“Formador” ya está en la calle y habéis empezado a presentarlo en directo junto a Survival Is Suicide, Nuckin’ Futs o Ankhar. ¿Qué os parecen estas bandas?

Todos son grupos auténticos, tienen alma y lo dan todo por su música. Máximo respeto. Las tres bandas me gustan mucho. Cada una en su estilo destaca por su carácter y personalidad.  ¡Grandes!

Y, la última, ¿estáis al tanto de lo que se cuece musicalmente en el país? ¿Hay alguna banda nacional que no sea muy conocida y para vosotros merezca serlo?

Intento estar al tanto pero se me hace bastante complicado. ¡Los días de 24 horas son demasiado cortos y hay mucha faena que hacer!

Lo de ser conocida o no supongo que dependerá del circulo en que te muevas o del tiempo que dediques a escuchar música. Yo personalmente no tengo mucho: practicar con el instrumento y componer me lleva muchas horas. Pero claro que puedo nombrar algunas de las bandas nacionales que son importantes para mí. Por ejemplo, Cabestro, Exctinction, Assot, Altarage, Human Ashtray, Angoixa, Madera, Nuckin' Futs, Ósserp, Foscor o Barbarian Swords.
  


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