CRÓNICA

Aphonnic
Aphonnic, Sinaia
29 de Febrero de 2020 por Jorge Azcona Sala The Garage, Vitoria-Gasteiz 2890 lecturas

Como en casi todos los aspectos de la vida, la fuerza nace de la fe y la unión que depositamos en ella. Esto es lo que debieron pensar tanto Aphonnic como Sinaia al anunciar seis fechas conjuntas por la península dentro de sus respectivas giras e intentar ofrecer una alternativa diferente y lo suficientemente atractiva para ese público cansado de las propuestas más habituales.

Por desgracia, la fecha escogida para Vitoria no acabó siendo la más acertada. Coincidir con tanto concierto interesante (Supersuckers en Helldorado y Brothers Till We Die y Fears Away en un Urban Rock Concept situado a un par de calles) es un arma de doble filo del que casi nunca salen favorecidos este tipo de eventos minoritarios. Imagino que llenar The Garage no estaba en la cabeza de nadie, pero tampoco una entrada tan discreta como la que se pudo ver en la remodelada y coqueta mítica sala gasteiztarra. Los que no fallaron a la cita fueron los incondicionales de Sinaia, banda para la que la capital alavesa siempre ha sido especial y ha contado con un hueco en su agenda. No hace ni cuatro meses de su última visita, abriendo para Narco en aquella ocasión, pero la de hoy iba a ser especial por aquello de poder ofrecer un repertorio completo. Y es que entre los recientes "Sangre y cal", "Declive" o "Platea", temas que vienen siendo la base de presentación de su último "Solo Humanos", también tuvieron su hueco otros de la primera etapa de la banda como "Ciudadano cliente", "Reinicio" o "En la pista". El secreto del combo, además de mezclar punk-rock, metal y hardcore de una manera muy atractiva y pegadiza, no es otro que su actitud cercana y agradecida sobre el escenario. Ves a un tío tan bonachón como Valentín besando el suelo que una vez pisó Green Day (además de tantas otras leyendas cuando esto era aquél famoso Elefante Blanco) y solo puedes quererles. Tampoco faltaron momentos habituales de sus conciertos, ya sea el guiño a Berri Txarrak antes de atacar "Vesania", su personal visión del "Valiente" de Vetusta Morla o el desenfreno que siempre supone "Cultura Desalmada (Asesinos)", uno de los temas más core de su catálogo. El camino de Sinaia siempre ha sido el de la hormiguita, y ahora es cuando los esfuerzos van dando sus frutos. Ahí seguiremos para ir dando buena cuenta de ellos.

Había ganas de disfrutar de Aphonnic en sala tras más de dos años sin hacerlo y sobre todo de ver cómo funciona "La Reina" en directo, disco que en apenas mes y medio ya se ha convertido en otro clásico más que sumar a la larga lista de los gallegos. La introducción habitual de la banda y un "Osos color salmón" que sigo sin ver del todo acertado para arrancar sirvieron para dar inicio a una actuación que no tardó en sufrir las primeras complicaciones. Un problema con la conectividad de la tablet hizo que la banda tuviera que tocar con lo puesto quedando su técnico de sonido de brazos cruzados casi de principio a fin. Llegados a este punto el protagonismo debía para ser las canciones, pero si de algo va sobrado el cuarteto es de himnos. Los nuevos no tardaron en llegar, con el trío "KaleboRock&Roll", "Dulce de leche" y un "En globo" que subiría la temperatura al grito unánime de ¡ballenas a estribor!. Otro de los momentos más emotivos de la noche llegó con "Necios", corte que dedicaron al colectivo LGBT y todos los que sufren rechazo social y que ni la irrupción del sampler de la intro en pleno tema consiguió arruinar. Es tan sencillo como no dar mucha importancia al asunto y llevarlo con sentido del humor.

Aunque personalmente me hubiera gustado escuchar más temas de "Héroes", del que solo tocaron "Luz y Fer" y un último "Mi Capitán", e incluso algún recuerdo de "6 Bajo Par", no es extraño que el peso del repertorio cayera sobre su nuevo trabajo e "Indomables". Solo hizo falta ver la reacción del público a canciones como "Ombligos", "Fruta fresca" o "Cunfía", la más pedida sin duda, para entender la importancia de aquél disco en la carrera de Aphonnic. La presentación de esta última no pudo ser más acertada, y es que como bien dijo Chechu, no importa cuántos fuésemos si realmente éramos los que debíamos estar. Al igual que en determinados momentos de su actuación se echó en falta más calor en la despedida, pero es lógico que el ánimo no fuera el mejor cuando te ves obligado a combatir contra viento y marea desde el primer momento. Aunque cueste encontrar una lectura positiva a todo esto, tienen toda la gira por delante para hacer justicia. 


Fotos: Jose E. Egurrola (Metalcry)

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