CRÓNICA

Para quienes una de estas fechas fuera su primera vez con The Baboon Show (aunque suene raro a estas alturas) no solo era una cita para disfrutar, teniendo en cuenta que este siempre ha sido el principal objetivo de la banda. También lo era para comprobar si el hype que está haciendo al cuarteto triunfar allá por donde pasa está justificado o es algo meramente circunstancial.

Además de ser una noche en la que las mujeres tuvieran la oportunidad de dar ese paso al frente que da nombre al tour, era también la nuestra de ver a dos de las bandas más en forma de la escena actual si nos ceñimos al nicho que va desde el rock´n´roll más desenfadado hasta el punk sucio y garajero.

A los suecos (o españoles de adopción si tenemos en cuenta el número de visitas en este último año) se les unían en este tramo de la gira los catalanes The Capaces liderados por la siempre incombustible Martillo, quienes más allá de un breve lapsus debido a su embarazo el año pasado, pueden presumir de llevar casi dos décadas al pie del cañón.

En esta ocasión, a pesar de no pasar por alto su larga trayectoria en temas como "Scarwoman" o "For Good", sería su último lanzamiento, "Rawness", el máximo exponente de una actuación marcada por algo innegociable en sus directos, la actitud. Y es que se tuvo que romper la correa de la guitarra de Oscar Jawa para dar el único momento de respiro en su actuación. Si a esto le sumamos una audiencia que apenas tardó un par de temas en entrar en masa y pildorazos de última hornada a lo "Light The Fuse" y "Black Dahlias", la tarea de caldear el ambiente estuvo más que cubierta.

Media hora de espera que sirvió para comprobar el estado de una sala prácticamente llena, echar algún que otro trago y escuchar la intro formada por Judas Priest y AC/DC y señal de que el telón estaba a punto de caer fue la antesala al grito autóctono de ¡bat, bi, hiru, lao! que a su vez sirvió para presentar "No Afterglow", primer tema de los dieciocho que caerían esta noche. A pesar de ser uno de los más coreados, junto al obvio "Radio Rebelde" que cayó demasiado pronto haciendo cantar a todo el respetable, no dejó de sorprender el nivel de implicación del público a lo largo de todo el set, bien siendo el protagonista en los coros o pogueando como si no hubiera un mañana. Es cierto que su último disco es el culpable de que The Baboon Show sea uno de los grupos del momento, siendo la banda consciente tocándolo casi al completo, pero temas como “Me, Myself And I” o “You Got A Problem Without Knowing It” demostraron que hay vida más allá de “Radio Rebelde”. 

Los puntos fuertes de la banda (para algunos precisamente lo contrario) son su alto compromiso en temas políticos y sobre todo de igualdad y, precisamente, vivir los directos de manera intensa. Lo primero se deja notar incluso en uno de los públicos más variados que te puedes encontrar actualmente en un concierto de punk-rock, y los discursos no faltan cuando caen temas como “Same Old Story”, adaptación de Knutna Nävar que los suecos han sabido hacer suyo. Sobre lo otro, no hubo más que ver el show de Cecilia a lo largo de toda la actuación, con el crowd surfing que protagonizó en “Dig On” (baile en barra incluido) como punto álgido dejando a Hàkan Sörle a cargo de las voces.

Los bises no tardarían en llegar, en dos tandas rápidas y con alguna sorpresa como “Jugando con fuego”, así como unas previsibles “Punk Rock Harbour” y “Heidi Heidi Ho Ho” que no evitaron dejar la sensación de estar ante uno de los grupos más queridos a día de hoy. Si te los has perdido no te preocupes, los tienes a la vuelta de la esquina y en todo tipo de festivales. ¿Acabará siendo esto un arma de doble filo para la propia banda?