black metal / death metal
 The Great Wound

ENTREVISTA

Voces de la experiencia por César Aguilar
10 de Abril de 2016 1660 lecturas
Afortunadamente, hay vida (musical) tras la disolución de los añorados Darkness By Oath. Tristán Iñiguez, guitarrista y compositor de los de Arrasate, se ha embarcado junto con Ekaitz Garmendia (ex Legen Beltza, Extinction) en un nuevo proyecto, The Great Wound. Editado a finales de febrero, “Voices of Regret” (Erzsebet Records/Indar Productions) es un debut remarcable, repleto de melodías y calidad compositiva y escorado hacia terrenos black death con agradecidas pinceladas de sinfonismo. Nos ponemos en contacto con Tristán, que, entre otras cosas, nos habla de la gestación de su álbum, de la música que le ha marcado y del complicado panorama actual en lo que a la industria se refiere.

¿Cuándo empezó a gestarse The Great Wound? ¿Había alguna idea o intención antes de la disolución de Darkness By Oath?

The Great Wound empezó su andadura en enero de 2015, tras la disolución de Darkness By Oath. No hubo idea ni intención anterior de montar esto, no estuvo premeditado. Fue algo espontáneo, salió así.

Después de la disolución de DBO no había mucha gana de seguir haciendo nada, la verdad, pero pronto empezaron a salir ideas en este estilo y al poco ya teníamos tres temas completos. Al final era una cuestión de sacarlos a la luz más que nada y que no quedaran en el olvido, así empezó un poco el proyecto.

Teniendo en cuenta vuestros trabajos anteriores, este suena más a tus influencias suecas –aunque escoradas hacia el black sinfónico– que al thrash que practicaba Ekaitz con Legen Beltza y en el mini álbum de Extinction del año pasado –que tiene matices más death–. ¿Cuál es el papel de cada uno en The Great Wound? ¿Qué habéis aportado individualmente y cómo repartís el trabajo?

Efectivamente, de la composición me encargo yo prácticamente, aunque he de decir que para cuando Ekaitz entró a formar parte de esto ya había tres o cuatro temas compuestos y una gran base de cómo iban a ser las canciones y el estilo musical. Quizá en el futuro lo hagamos de otra manera o Ekaitz traiga más temas. Siempre son bienvenidas las ideas, pero de momento estamos cómodos así. Ekaitz ha aportado mucho con su personalidad, sus voces han hecho que los temas cojan una dirección y ha compuesto muchas partes de voz. También se ha encargado de los solos que hay en el disco. Me entiendo perfectamente con él, es la hostia poder trabajar con alguien que lo pilla todo a la primera, que se compenetra al 100% contigo y que encima aporta ideas. La velocidad que alcanzas para conseguir los objetivos trabajando con músicos de esta talla es increíble.  Aparte, conocerle a nivel personal ha sido lo mejor de este proyecto.

“Voices of Regret” está registrado en Auryn, tu estudio, donde han grabado, entre otros, Darkness By Oath, Sad Eyes u Obsidian Kingdom. He leído que The Great Wound es eminentemente un proyecto de estudio, que no os planteais seriamente tocar en directo. Pero, ¿os hubiérais planteado crear The Great Wound de no contar con la infraestructura del estudio?

Desde luego que no. De no haber existido esa posibilidad yo al menos ni me lo habría planteado. No solo es el estudio, tenemos la suerte de ser un equipo y de contar con muy buenos amigos que nos han echado más que un cable. Por ejemplo, con el videoclip que nos ha hecho David Zabala o el diseño del CD y la portada, obra de Nahikari Lázaro.

Aún con toda la ayuda desinteresada hemos invertido cierto dinero en otros ámbitos y acabaremos palmando pasta. Es impensable a día de hoy que solo dos tipos podamos llevar todo eso a cabo sin morir en el intento. Por eso, The Great Wound puede durar uno, dos, tres CDs o ninguno más. No nos planteamos a priori tocar en directo por una razón más o menos parecida, entre otras cuantas más que no voy a enumerar ahora para no aburrir.

Por otro lado, la digitalización de la música y las tasas de correos hacen que se vendan muchos menos discos físicos, y los bolos son ahora mismo la mejor manera para vender merchandising. Supongo que habréis tenido en cuenta los pros y los contras de ser una banda de estudio, ¿no?

Cierto. Venderemos muchísimos menos discos siendo banda de estudio. Eso es evidente y lo tenemos más que claro. Tampoco es que fuera a ser lo contrario tocando directos, el tema está mal en general, apenas da para recuperar mínimamente el dinero invertido, ni siquiera en nuestro caso con menos inversión. Es cierto que la vía o la tendencia actual es tirar por el directo, aunque no sé hasta qué punto eso va a ser sostenible porque no hace mucho leí que las salas empezaban a cobrar porcentajes abusivos a las bandas por poner cuatro tablas para el puesto de merchandising, llegándose a apropiar de incluso el 42% de las ventas en algunos casos. Es terrible. A alguien hay que sangrarle para recuperar la poca asistencia de la gente. ¿A quién? Al músico, cómo no.

Ekaitz y tú sois músicos ya veteranos, con muchos discos a vuestras espaldas, incluso habéis tenido experiencias con sellos internacionales. ¿Te arrepientes de alguna decisión pasada?

Arrepentimiento, no. Todo de alguna manera te hace llegar al sitio donde ahora estás, tanto lo bueno como lo malo. Como se suele decir: “A lo hecho, pecho”. Quizá sí el hecho de haber tomado otro tipo de decisiones o de haber planteado las cosas de otra manera para que todo hubiera ido mejor, pero lo sabes ahora, no entonces, y sin haber pasado por todo ello no estaríamos ahora reflexionando sobre esto.

The Great Wound es un apelativo realmente sugerente. ¿A qué hace alusión?

El nombre hace referencia a un suceso cósmico que leí en un artículo sobre ciencia. Se trataba de "la gran herida" que podrían generar en el universo dos masas grandes tales como agujeros negros que pudieran chocar entre sí. La verdad es que me gustó el concepto y encajaba con la idea que teníamos sobre las letras, así que decidimos llamar así al proyecto.

Hace como tres meses, a raíz de la muerte de David Bowie, volví a leer eso de que poco a poco nos estamos quedando sin leyendas de la música y que, debido a la proliferación de propuestas musicales de la era internet, sería raro que naciera alguna más. ¿Qué piensas? ¿Son tan importantes las estrellas del rock, los grupos de referencia?

Las leyendas son leyendas porque fueron los primeros en hacer lo que hacían y porque llevan una carrera de veinte o treinta años a sus espaldas. Hoy en día hay muchas bandas y muchos estilos, y a pesar de ello está casi todo inventado. Iron Maiden son lo que son porque salieron haciendo eso cuando nadie lo hacía y lo siguen haciendo en 2016. Metallica lo mismo. Si saliera ahora un grupo como Metallica, chavales nuevos, incluso siendo mejores (cosa muy probable con los medios que hay hoy en día), ¿les haríamos el mismo caso? Lo dudo. Es más una cuestión de años y de personalidad que de otra cosa. Habría que hablar dentro de veinte o treinta años de la situación que existe ahora.

A mí más que la desaparición de las rockstars, lo que me preocupa es la desaparición de oyentes comprometidos con lo que escuchan. Oyentes inquietos, que buscan y no se quedan en la superficie de lo más mainstream, que compran música (y no solo me refiero al formato físico). ¿Creéis que se puede hacer algo para recuperarlos a estas alturas?

No quiero generalizar y en algunos casos puede que no sea así, pero yo creo que tiene que ver con algo cultural y con algo que algunos han vivido y otros no. Me refiero a que es difícil inculcarle la ilusión de comprarse un CD a un chaval de veinte o veintidós años cuando él ha crecido en pleno boom de las descargas y en la era digital. Los que no teníamos esa posibilidad lo que hacíamos era comprarlo bajo nuestro propio riesgo. Gastábamos dinero en descubrir bandas, muchas de ellas nos daban grandes satisfacciones y otras no tanto, pero eso era lo bonito, gastarte tus cuatro ahorros que tanto sacrificio te habían costado en un CD con una portada chulísima. Ahora bastan un par de clicks en el ordenador para saber si te gusta o no y para escucharlo entero. Quizá por eso también se valore menos a las bandas, hay demasiada información a nuestro alcance en todos los ámbitos y desechamos todo enseguida sin dar una oportunidad. Antes te gastabas 3.000 pesetas en un CD y por cojones tenía que ser bueno, que menudo dineral era [risas], oírlo un millón de veces (a veces no había manera, eran malos y punto [risas]), pero ahora si no mola va a la papelera de reciclaje. ¡Y borrar encima, que nos ocupa espacio!

Entrando en materia respecto al disco, “Substract the Light” es un inicio puramente Dissection. Para mí era una banda que prácticamente inventó un género musical. No me da vergüenza decir que me he emocionado tanto escuchando “Storm of the Light’s Bane” que he llegado a llorar. ¿Qué significa para ti, Tristán? ¿Qué sentiste la primera vez que lo oíste?

Para mí ese disco es muy, muy especial. Dissection es una de mis tres bandas preferidas, junto a At The Gates y Dark Tranquillity. Quizá el disco de Dissection es el que más pelos de punta me pone, no sé, es increíble. Hay un riff del tema “Thorns Of Crimson Death”, hacía la mitad (minuto 4:25) y luego con el cambio (minuto 4:50) que me vuelve loco, cada vez que lo oigo me dan ganas de poner todas las guitarras en un montón y darles fuego, porque eso es insuperable.

Si no recuerdo mal, la primera vez que escuché este disco fue en una especie de local que había en mi barrio, en el que nos juntábamos los amigos para jugar al futbolín y hacer el mongolo en general [risas]. Menuda tarde pasamos...

Confieso que al principio las partes más blackened a lo Dissection, Naglfar o Sacramentum eclipsaron mi visión de “Voices of Regret”. Pero según le iba dando escuchas se me abría una paleta más amplia de influencias. De todos modos creo que, como ya ocurría con Darkness By Oath, The Great Wound tiene ambos plantados firmamente en el death metal sueco. ¿Eres estudioso del género? ¿Cómo y cuándo empezó tu amor por este estilo?

Sí. No voy a negar que hay mucho de death metal sueco. También hay otras influencias, pero si es verdad que hay mucho de esa vertiente. No soy ningún estudioso, pero sí un gran fan del estilo. Empecé en aquella época sobre el 95 en la que salían los discos de At The Gates, In Flames, Dark Tranquillity, Dissection, etcétera, cuando empezaron a llegar esas bandas aquí a oído popular como quien dice.

¿Y no os va el rollo black noruego? Hay acercamientos a Old Man's Child o Dimmu Borgir por la vía sinfónica, e incluso algún riff a lo Immortal en “Uncanny Valley” (similar a los discos más “suecos”, los que produjo Peter Tagtgren), pero poco más, ¿no?

¡¡¡Sí!!!, por supuesto que nos va. En este disco prima mucho más la onda sueca del blackened, pero claro que nos gusta. Aún es muy pronto y prefiero no hablar de esto demasiado, pero si hay un siguiente CD de The Great Wound por lo que hay compuesto por ahí… uf, te puedo asegurar que habrá más partes de black noruego. Será bastante oscuro, más rápido, aunque seguiremos manteniendo la melodía y la esencia de este primer trabajo. Y hasta aquí puedo leer que se solía decir [risas].

En “The Darkest Sun” o “Cultures of the Past”, por mencionar solo un par de temas, hay una cierta aproximación a la visión de la primera época de los Septic Flesh. ¿Son una influencia?

¡Sorprendente, la verdad, que te haya recordado a Septic Flesh! Pero sí, por supuesto que pueden ser una influencia. Me gustan mucho, más los discos viejos que los nuevos, y el “Sumerian Daemons” me parece espectacular. Quizá esos dos temas que mencionas son, entre comillas, los más death melódicos, y se salen un poquito de la tónica general del CD.

En el álbum hay un interludio y una outro muy al estilo banda sonora. Tengo entendido, o al menos eso creo, que has estado involucrado en alguna, ¿no?

Nahikari Lázaro y yo tenemos un proyecto musical para bandas sonoras, música para trailers, videojuegos, etcétera, que se llama Ravenhead. Tenemos unos catorce o quince temas compuestos, al menos en su base, y pretendemos sacar un CD con unos diez más, en versión únicamente digital y para los medios que se quieran usar. Esperamos que esté disponible en algún momento de 2017.

En cuanto a la temática, aunque no he podido leer las letras, creo que os decantáis por la ciencia-ficción (como otra de las bandas que pueden ser influencia para vosotros: Hypocrisy). ¿Qué pretendéis comunicar con las letras? ¿De dónde sacáis las ideas?

En este disco hemos tratado varios temas, aunque casi todos tienen algo en común. Hablamos sobre la ciencia del universo: agujeros negros, viajes interestelares, sucesos del cosmos, así como de ciencia ficción, por ejemplo, qué pasaría si hubiera una invasión extraterrestre, o acerca de la manipulación de los gobiernos respecto a la información que nos suministran. También sobre robótica y el efecto que lleva por nombre Uncanny Valley (valle inquietante) del cual hay mucha información en la red, cosas así.

¿Cuáles son tus bandas favoritas actualmente?

Siguen siendo las mismas que hace años: At The Gates, Dissection, Dark Tranquillity, Carcass, Finntroll… simplemente salen muchas más que me van gustando. Me gustan mucho bandas de doom death melódico como Daylight Dies, los desaparecidos Rapture, In Mourning, también Ghost Brigade o Katatonia. Escucho más o menos de todo dentro del metal, ¡Buf! muchas bandas y estilos que nombrar.

¿Y escuchas algo que ni por asomo podríamos imaginar o te limitas al metal y derivados?

En general oigo death, black, doom, thrash, heavy, brutal death, grind, incluso alguna banda de hard rock y demás. Fuera de eso BSOs y poco más. Es cuestión de sentimientos. El resto de músicas no me transmiten absolutamente ninguna sensación, aunque pueda valorar el trabajo.

Para finalizar, tú y Ekaitz habéis seguido al pie del cañón en el mundo de la música, pero ¿y vuestros excompañeros de Darkness By Oath y Legen Beltza? ¿Sabes si hay algún proyecto por ahí?

Ekaitz toca en Extinction, una banda que también se ha formado hace relativamente poco pero ya tiene su primer CD en la calle, “The Dark Matter”. Thrash/death técnico de altísima calidad. Aparte de eso, este 30 de Abril Legen Beltza se volverá a reunir para tocar un concierto en Azpeitia (Gipuzkoa), para los que no pudieron verles en su día tienen la oportunidad.

En lo que se refiere a Darkness By Oath, Aritz Navarro, cantante (que además ha colaborado en un tema de The Great Wound, “The Shadows Behind Us”) sigue al pie del cañón con su banda de toda la vida, Numen. Por otro lado, Gorka y Asier están en una banda llamada Knives, que hacen crust ‘n' roll. Alain creo que ha dejado a un lado la música, de momento.

Bueno, muchas gracias por todo, Tristán, y si tienes algo más que añadir, ya sabes…

Muchas gracias César, por tomarte tu tiempo y felicitarte realmente por las preguntas. La verdad, es de las entrevistas más interesantes que he tenido la oportunidad de contestar. Enhorabuena.

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