CRÓNICA

A pesar de que insinuaron no girar mucho hasta primavera, el escenario sigue siendo la droga que a The Wizards más cuesta abandonar. Quizá por este mismo motivo, si ver a una de las bandas más interesantes del momento no es lo suficientemente atractivo, no quisimos perdernos uno de los conciertos esporádicos que está ofreciendo la banda antes de arrancarse con el anuncio de un esperado tour completo.

La cita de hoy, pese a contar con los bilbaínos como cabezas encubiertos, se presentaba como una excusa perfecta para degustar tres formas diferentes de entender el rock. Si bien el concepto y la cercanía geográfica son aspectos que todas las bandas del cartel comparten, las formas no podían ser más diversas. Por un lado, y abriendo ante una escasa audiencia que iría apareciendo a cuenta gotas, Los del Rayo recordaron aquél hard-rock´n roll de actitud punk y letras callejeras del que hicieron gala a finales de los ochenta con temas como “Hijos de la Extrema Dura”, “Huyamos al infierno” o “Preso en tus besos”, así como de su actual versión, una segunda etapa caracterizada por un sonido algo más refinado y enmarcada en algunos conciertos puntuales.    

Por otro, y ejerciendo de anfitriones, nos encontramos con los también renovados Tracción presentando su tercer y justificado “Renacer”. Resulta complicado encuadrar a un cuarteto que siempre se ha movido entre el rock y el metal con tintes heavies e incluso urbanos, y aún lo es más desde que Tol (ex-Sujeto K) sustituyera a Iban Viedma a las voces. Este período de transición que atraviesa la banda regaló buenos momentos, como los de “Dinamita” o “Rompiéndome”, o en las añejas “Rocanrol”, “Zancadillas” o “Rotos y quemados”, aunque la idea de incluir dos temas inéditos del tirón y un par de versiones (una de los propios Sujeto K, por cierto) quedando tantas balas en la recámara quizá no fue la mejor de las decisiones.

En medio de todo ello se encuentra una banda que ha sabido recoger lo mejor del rock setentero, el occult rock y el heavy más pulcro envolviéndolo en un formato moderno. Puede que este sea uno de los secretos que explique el pequeño fenómeno que rodea a The Wizards, atrayendo a gente de escenas diferentes, o quizá simplemente sea el hecho de tener un catálogo que a otras bandas costaría años conseguir (si es que lo hacen). “Apocalyptic Weapons” y “Destiny” hicieron levantar los puños nada más comenzar, dando la razón a los que han calificado “Rise Of The Serpent” de clásico instantáneo, mientras que “Full Moon In Scorpio” no tardaría en llegar de la mano de “Avidya”. El irremediable debate de qué disco es mejor es algo que puedes llegar a entender cuando ambos trabajos pelean por un sitio en el repertorio.

La épica siguió su curso en temas como “Circle Of Time” o “Aftermath”, perfectas lecciones de cómo hacer heavy metal melódico y no sonar pomposo en el intento, mientras que la oscuridad se apoderó de la sala en “Who Are You, Mr. Gurdjieff?”, otro registro que borda la banda bilbaína. El tiempo (y el directo) también han hecho desaparecer la polémica en torno a “Age Of Man”, si bien su estribillo se ha convertido en uno de los más coreados. Estaba claro. El final se iba acercando, y el himno “Calliope (Cosmic Revelations) no podía faltar en una cita que, pese a amagar con terminar demasiado rápido, acabó obsequiándonos con un cover del “Vengeance (The Pact)” de Blue Öyster Cult llevado a su terreno y “Stardust”, otro de esos temas en los que puedes llegar a sentir toda la magia de los magos. Tienen los temas, la actitud, incluso la imagen. Ahora nos toca a nosotros rendir cuentas.