CRÓNICA

Nos hicimos la pregunta infinidad de veces en su momento cuando estaban en vida y nos la seguimos haciendo apenas cuatro años después de su marcha: ¿Cómo es posible que un grupo como Uzzhuaïa no haya triunfado por todo lo alto en este país?

Solo los inexplicables caprichos del destino son capaces de arrojar algo de luz ante un caso como el de los valencianos. Costaba creer que una formación con unas características como las suyas (una imagen cuidada, un directo arrollador, un frontman carismático y, sobre todo, una colección de canciones repleta de singles perfectos para sonar en las radios a todas horas y encandilar a todo tipo de públicos) no tuviese a media España comiendo de su mano. Sí, es verdad que a un nivel más modesto fueron uno de los grupos más destacados de su generación, pero por potencial deberían de haber llegado muchísimo más lejos.

Y fieles a su idiosincrasia de banda "maldita" (aunque quizás sea exagerado calificarles como tal), Uzzhuaïa han regresado para una breve gira de 6 fechas. No para reclamar lo que se les debía, ni para un nuevo intento de asaltar los cielos. Simplemente porque les apetecía volver a disfrutar de subirse a un escenario a tocar un repertorio al alcance de muy pocos, y por consiguiente, hacernos brindar por el rock and roll una última vez.

La primera parada del tour prometía ser una noche por todo lo alto. En Madrid dieron algunos de los conciertos más recordados de su carrera como aquel en Caracol presentando "Destino Perdición", el trabajo que además servía de nuevo como excusa para su vuelta coincidiendo con su décimo cumpleaños. Como no podía ser de otro modo y tras la intro con la música de Terminator, 'Baja California' abrió fuego ante una sala que debió de quedarse a las puertas de completar el aforo. 'Santos & Diablos' y 'Cuando Ya No Quede Nada' vinieron a confirmar que tanto la afición como el grupo habían venido a disfrutar sin guardarse nada, dispuestos a cantar cada estribillo a pleno pulmón.

Poco a poco fueron desgranando lo mejor de su discografía con especial hincapié en sus tres últimos álbumes (de aquel primitivo "Diablo Blvd.", ni rastro, eso sí). Si bien se dejó notar que aún les quedan un par de bolos más para coger la forma definitiva, la complicidad entre los músicos y la emoción jugaron un papel fundamental en el devenir del concierto en momentos clave como la balada 'La Otra Mitad' o '13 Veces Por Minuto' y 'Blanco Y Negro', dedicadas a amigos cercanos de la banda ya fallecidos.

Para la traca final se guardaron algunos de sus éxitos más destacados como 'Destino Perdición', la siempre atronadora 'Desde Septiembre' y la coreada 'Nuestra Revolución', poniendo el broche de oro a un concierto soñado por cualquier fan de Uzzhuaïa. Cuando volvimos a pisar la calle, aquella dichosa pregunta que comentábamos al principio nos asalto nuevamente a todos. Todavía seguimos buscando la respuesta.