CRÓNICA

Iberian Invasion 2013
Vanderbuyst, Bliksem
14 de Noviembre de 2013 por César Aguilar Sala Trinchera, Málaga 1241 lecturas

En una entrevista reciente le pregunté a Rob Martin, el simpático batería de los thrashers belgas Bliksem, si se sienten identificados con el revival del género y la respuesta fue un contundente: “Honestamente, no hemos prestado mucha atención a lo del revival”. Confieso que la pregunta fue un tanto retórica, más que nada para darles la oportunidad de autoexcluirse de ese pelotón de bandas que poco o nada han aportado al devenir del género. Porque, si bien la música de Bliksem bebe directamente de las fuentes del thrash americano de la edad de oro, sus temas huyen del piñón fijo y no solo viven de los riffs y de la potencia per se, sino también de los detalles y del flow y la variedad de influencias que respiran sus magníficas composiciones.
 
El pasado febrero editaron un álbum de debut interesantísimo, “Face The Evil”, un must have para todo thrasher que se precie, y llegaba la hora de comprobar que el directo, como he leído tantas veces, es su fuerte. Su set en La Trinchera empezó a degüello con el tema título y primer single de su álbum, de lo más directo de su repertorio. Y con solo oír los primeros compases, que gozaron de un sonido perfecto y de una encomiable entrega por parte de la banda, ya se sabía que el bolo iba a ser más que memorable. La machacona “This Time”, el ataque metalero de “Disciples” y el maravilloso medio tiempo “These Tales of Tragedy” (qué gran estribillo, por favor…) echaron más leña al fuego. En un principio, Bliksem pueden llamar la atención gracias a Peggy Meeussen, su enormísima frontwoman, pero, ejem, ejem, ojito, que el resto de la banda no le va a la zaga. Jeroen De Vriese y Toon Huet son hachas de un nivel estratosférico (más loco y dedicado a animar al público el primero, más introvertido pero titular de una técnica endiablada el segundo: menudos riffacos y vaya solos salían de sus dedos). Y la sección rítmica que forman Rob (¡cómo le pega y qué clase tiene el tipo!) y Jan Rammeloo al bajo es simplemente brutal, de chapó.
 
Después cayeron la dinámica “Insanity’s Curse”, “Unbirthmark”, la muy Megadeth “Dead End Road” y la infaltable “The Life On Which I Feed”, de lo mejorcito de su álbum. Tras la versión de “Stand Up And Shout”, el clásico de Dio, cuyo estribillo coreó la audiencia voz en cuello y con los puños en alto, concluyeron con “Circus Schizophrenia”, de su EP, que incluyó una larga jam instrumental en la que Jeroen se dedicó a restregar el mástil de su guitarra contra la valla del foso. A esas alturas me dolía horrores el cuello, pero lo disfruté como un enano. Imposible pedirles más. Muy grandes; espero su próximo disco con impaciencia.

Con los hardrockeros holandeses Vanderbuyst lo más fácil es ponerse en modo irónico y hablar del Delorean, de la BSO de “Rocky” o de “Spinal Tap”. Pero no dejaría de ser injusto, además de poco práctico. Sí, sí, su música es predecible, limitada y suena a los 70s y 80s por los cuatro costados, pero si uno se deja de prejuicios y entra en su propuesta tiene asegurada la fiesta y un puñado de buenos temas.
 
Empezaron a todo ritmo con “Black & Blue”, “KGB” y “Flying Dutchman” y a lo largo de su set repartieron de modo equilibrado los temas de sus tres álbumes, “Vanderbuyst” (2010), “In Dutch” (2011) y “Flying Dutchmen” (2012). Willem Verbuyst es un guitarrista finísimo y muy talentoso, Barry Van Esbroek (batería) no es manco que digamos y Jochem Jonkman (voz/bajo) sabe animar el cotarro y ganarse al público con sus palabras en castellano.
 
Bien por ellos, en vivo le inoculan un extra de heavy a sus composiciones, que grabadas me suenan un tanto faltas de punch, tal vez demasiado pendientes de sonar como sus referentes (Thin Lizzy, U.F.O. o Whitesnake, por nombrar algunos). En su set destacaron “Into The Fire”, “Stealing Your Thunder”, “String Of Beads”, la pegajosísima versión de Herman Brood “Never Be Clever”, y “From Pillar To Post”, interpretadas con talento, oficio y un entusiasmo que supieron contagiar a la audiencia. Para finalizar, en “Beer Drinkers & Hell Raisers” (otra versión, esta de ZZ Top) se unió a ellos Peggy de Bliksem y repartió rock y soul de muchos quilates. En definitiva, que las poco más de cien personas que vivimos esta “Iberian Invasion 2013” pasamos un muy buen rato y nos alegramos de haber presenciado un show sincero y de una calidad musical fuera de toda duda.














Fotos: VicFotoPro
http://www.facebook.com/VicFotoPro

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