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El Ayuntamiento ha decretado el cierre de la sala Caracol, una de las más emblemáticas de Madrid. Es una ofensiva más de Ruíz Gallardón contra la diversidad cultural de la ciudad. Primero alegan unas excusas y luego otras, así desde hace nueve años. Lo único que tenemos claro es que quieren cerrar la sala. Quieren bajar el telón, dejarnos sin música ni espacios donde ejercer nuestra libertad de expresión. Es necesario responder a la soberbia del poder porque la situación es grave.
El colectivo de trabajadores de la Caracol, junto con asociaciones de salas, colectivos culturales y artistas comprometidos, convoca una concentración festiva en la Plaza de la Villa el próximo lunes 21 de junio a las 20:30 horas. Dado que el lunes 21 es el Día Europeo de la Música, ésta se convertirá en la protagonista de la concentración. Se anima a todos a asistir con espíritu reivindicativo, pero también con ganas de divertirse y de disfrutar de la música en la calle (si quieres tocar estás invitado).
La realidad de las salas de música en vivo en Madrid es muy dura. No se trata sólo del cierre de la Caracol. El 90% de las salas de la ciudad pueden correr su misma suerte en poco tiempo. El acoso del Ayuntamiento complica el funcionamiento de las mismas, sume a sus trabajadores en la incertidumbre laboral y perjudica enormemente a los músicos madrileños, especialmente a los más jóvenes. Y, por supuesto, resulta muy perjudicial para el público, que ve cómo se empobrece la oferta cultural.
Es francamente decepcionante, y para otros acaso inexplicable, no sólo la falta de visión y el desprecio por la cultura, sino la indiferencia burocrática, incoherencia y falta de sensibilidad con la que se muestra el gobierno local a la hora de tratar estos asuntos. Intereses inmediatos (cultura de “elites”, llaman ellos) que están precipitando la desaparición de lo que con tanto esfuerzo y empeño se ha logrado en años de lucha y trabajo.
Es preciso un cambio de actitud por parte del Ayuntamiento para evitar que nuestra ciudad se convierta en un desierto. En Madrid hay un tesoro que preservar. ¿Por qué las salas culturales son un PATRIMONIO en todas partes menos aquí? No podemos permitir que la oferta cultural, abundante y diversa, deje de ser uno de los signos de identidad de nuestra ciudad. SALVAR LA CARACOL ES SALVAR LA CULTURA.
21 DE JUNIO, MÚSICA EN VIVO EN LA CALLE PARA DEFENDER LA CULTURA. ENTRADA LIBRE PARA GENTE COMPROMETIDA
Gracias jimjav
el 21 de Junio de 2004