Un martes de enero, mi viaje furtivo a Madrid para ver a una de mis bandas fetiche (Circle Takes the Square) se convirtió en una noche de lo más tranquila y sin grandes cosas que recordar. Son malas fechas para conseguir un éxito en un concierto. Entre la cuesta de enero que hacía complicado pagar los más de 20 euros de entrada y el hecho de que fuera entresemana, llegué allí justo con los últimos compases de KEN Mode para encontrarme una sala a media entrada o menos.
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Crónicas.