Parece que Watkins ha llegado a un acuerdo con el fiscal, ya que ha sido el propio cantante el que se ha declarado culpable de los cargos de pedofilia. Sin embargo no ha aceptado los cargos de secuestro y el fiscal no se ha opuesto a ello.
Entre los cargos que se le imputan destacan seis asaltos sexuales a menores de 13 años y la posesión de material pornográfico "extremo" con menores. Entre los archivos incautados al cantante la policía ha encontrado grabaciones e imágenes de actos sexuales con menores que involucraban incluso a animales. Watkins, que llevaba meses negando los hechos, ha confirmado haber tomado muchas de las imágenes aportadas por la fiscalía como prueba. La mayoría de ellas fueron recuperadas de discos que el cantante había subido a la nube, además de material recuperado de ordenadores propiedad del frontman.
Esta pequeña red pedófila montada por el cantante parece tener su origen en dos mujeres, fans de la banda, que usaron a niños como moneda de cambio para favores de todo tipo por parte del acusado, incluyendo trato con drogas, ya que en la vivienda de Watkins se ha encontrado metanfetamina, cocaína y GHB (el mal llamado éxtasis líquido). El propio fiscal ha llegado a decir que las drogas tenían un papel fundamental en la trama y que el acusado "planeaba enseñar a estos menores cómo drogarse". Ambas mujeres acusadas se han declarado también culpables de asalto, intento de rapto y de posesión y distribución de material pornográfico con menores.
De momento no se conoce la pena que le será impuesta, pero parece que Ian Watkins pasará una temporada cantando entre barrotes.