Hablando del disco, Jason Black comenta:
"La parte más emocionante de este disco para nosotros fue la autoproducción y el control desde el principio hasta el final
. No habíamos hecho un disco de esta manera desde 'Fuel for the Hate Game'. Por espantoso que fuese no tener la red de seguridad ni la caja de resonancia de un productor, era igual de liberador hacer un disco 100% Hot Water Music".