Para un fan del punk no hay nada mejor que una sesión de sábado tarde-noche para levantarse la cresta y calzarse las botas del pogo. Y eso fue lo que ofrecía un año más el F*ck Censorship, festival creado por y para los grupos que no se callan ni una y que gritan bien fuerte a favor de la libertad de expresión. Esta edición se iba a caracterizar por no tener grandes nombres, pero sí algunas novedades materializadas en grupos que nunca habían pisado tierras villenenses hasta ahora.
Puedes leer la crónica de nuestro compañero Vicente Madrigal aquí.
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Crónica del F*ck Censorship 2020