DOCUMENTAL

por el 28 de Abril de 2021
Puede que en las últimas semanas te hayas parado a pensar si el algoritmo de Google o cualquiera de tus redes sociales se ha empeñado en querer recordar a Héroes del Silencio como si no hubiera un mañana. Ya fueras seguidor de la banda o no, estoy seguro que ha sido complicado evitar la enésima retrospectiva de su carrera, otro ranking de su discografía o cualquier artículo recordando a la extinta banda zaragozana. La razón no era otra que allanar el camino hasta llegar al estreno de este documental creado para Netflix, uno de los más esperados de la temporada.
Dejando fobias y amores incondicionales a un lado -su música nunca logró sobreponerse a la opinión extrema- no cabe duda que HdS fue una de las bandas más importantes de la historia del rock de este país y, sin duda, la que más éxito y repercusión obtuvo a nivel internacional pese a ser engullida por su propio éxito en poco más de diez años. Esta, y no los entresijos de su separación o secretos inéditos que muchos esperaban encontrar, es la idea que plasma Alexis Morante en "Héroes: Silencio y Rock & Roll", un documental con el que recordar en voz de sus protagonistas su corta historia de manera cronológica y detenerse en aquellas estaciones que, de una manera u otra, fueron relevantes en dicha travesía.

La primera de ellas se sitúa, como no, en la capital maña de los primeros años 80. O lo que es lo mismo, una movida de provincias que sin la popularidad de la madrileña acabaría viendo nacer a los propios Héroes tras el germen de bandas como Zumo de Vidrio o Proceso Entrópico. Es cierto que muchos de estos 94 minutos se centran en los entresijos de su creación, pero también resultan esenciales para entender los inicios de una banda incomprendida y supuestamente artificial que, sin embargo, "peleaba para que no les pusieran bailarinas detrás ni una batería amarilla" en cualquiera de sus apariciones televisivas, dejando claro que su posición estaba "en el rock y la oscuridad". Ni su sonido anglosajón y ambiguo estaba preparado para el gran público ni los medios y la industria discográfica llegaron a tomar en serio al cuarteto, hasta que, como condición para publicar "El Mar No Cesa" en EMI, su primer maxi single vendiera 5000 copias. Acabaría despachando seis veces más. No en vano, los amantes de la hemeroteca disfrutarán al máximo con todo el material gráfico que ofrece, desde los testimonios de su mánager "Pito" Cubillas (¡subtítulos, por favor!) o críticos de la época que los despedazaron como Diego Manrique, hasta la España del playback y los cardados.

 

La década de los noventa fue, en cambio, la que aglutinaría todos los triunfos y sinsabores de la banda zaragozana. El éxito queda personificado en la figura de Phil Manzanera, quien acabó encontrando el sonido que siempre habían buscado y sobre el que giran muchos de sus momentos clave en el documental; la composición de "Entre dos tierras", el clímax creativo de Bunbury y Valdivia o su desembarco europeo (no sin la valentía del propio grupo). Impagables los documentos que muestran a miles de alemanes cantando sus letras sin entender una sola palabra o la histórica actuación del Rock Am Ring (1993). Con las secuencias que rodean al proceso de creación de "El Espíritu del Vino", viaje inspirador a La India mediante, se empieza a vislumbrar, paralelamente, el distanciamiento personal de sus cuatro miembros. Las drogas, esas que también pusieron su granito de arena para componer el disco más ambicioso y complejo de su carrera, "estropearon más que ayudaron en Héroes". Y es que la banda habla abiertamente de todo lo que les fue resquebrajando poco a poco, de una gira mastodóntica que tal vez hubieran debido dosificar, de la poca comunicación en el autobús de gira o de cómo el fichaje de Alan Boguslavsky también escondía una función de salvavidas ante tal fricción interna.

De aquí en adelante el documental acelera demasiado el paso, otorgando a "Avalancha" un peso bastante residual, explicando breve y diplomáticamente su disolución final (de las famosas directrices que Bunbury pretendía implantar en la banda tan solo se detalla que "el rock & roll estaba muerto" y que "Gibson y Marshall eran marcas del pasado", y del resto de razones pasa muy por encima) y culminando el metraje de manera algo brusca con una histórica gira de reunión (2007) que podía y debía haber dado mucho más de sí.

La sensación respecto a "Héroes: Silencio y Rock & Roll" dependerá de tu afinidad con la propia banda. Si te consideras fan incondicional y conoces toda su biografía al dedillo puede que te resulte redundante, escaso y puramente superficial. Al resto le ofrecerá una visión global y entretenida de lo grande que pudo llegar a ser su legado. Amén de un ejercicio de verdadera nostalgia.
  


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