PELÍCULAS

por el 12 de Noviembre de 2012
Americanos haciendo películas sobre lo malos que son en Irán no debería ser noticia, por suerte Ben Affleck firma Argo.

Dirección: Ben Affleck
Guión: Chris Terrio
Reparto: Ben Affleck, John Goodman, Alan Arkin, Bryan Cranston, Taylor Schilling

Nota:
 72
La revolución Iraní de 1979 es un hecho que está marcando la política internacional de los últimos años (la guerra en Siria sin ir más lejos). Occidente ha tardado 25 años en darse cuenta de la que liaron en Irán, así que la propaganda de Hollywood ya se está poniendo manos a la obra ante el más que posible conflicto armado con Irán o sus aliados. 

Argo recrea visualmente muy bien ese acontecimiento, y es de agradecer, pero no profundiza en la revolución ni en sus causas y aún menos señala a los culpables. Básicamente por que no interesa. No escucharemos ni una sola palabra del golpe de estado orquestado por USA en Irán por allá el 59 (no fuera que esos chiflados iraníes nacionalizaran su petróleo...), y la posterior instauración de una monarquía autoritaria que se pasaba los derechos humanos por el arco de la Torre Azadi. Algo muy parecido a las actuales monarquías sunitas aliadas de la OTAN.

Algunas películas, por ejemplo Persépolis, hacían guasa de lo bien que se estaba con la monarquía, de lo “occidentales” y “modernos” que eran los iraníes, y de como la revolución llevó al país a la Edad Media. Del SAVAK y los sistemas de opresión de la monarquía, ni una sola palabra. Es más, en Irán estaban tan jodidamente bien que toda la población (y sin ayuda de gobiernos externos) montó una revolución, agarrándose a la única opción que tenían, el fundamentalismo islámico. Que los inicios de la revolución fueran apaciguados a base de tiroteos tampoco ayudó.

Sin ser un defensor del régimen de los ayatolás, si que lo soy sobre la soberanía Iraní. Aún así podemos agradecer que hayan sido un poco respetuosos con el tema. En Argo no encontraremos una broma macabra como lo fue El Dictador, donde se mofan del que era el país con más riqueza y mejores condiciones de vida de África antes de la invasión de la OTAN. A ver cuando tardan en hacer una pelicula cambiando los mercenarios internacionales de Libia por “revolucionarios liberadores de la opresión”. 

Y en este contexto me predispuse a ver Argo, no es que a la calidad de la película le afecte este contexto político, pero siempre va bien saber que no te van a engañar. Al fin y al cabo si nos ponemos a desgarrar todo el cine de los 70 y 80 anti comunista habría demasiadas grandes películas señaladas.

La formula de Argo es seria y contiene buen gusto, una mezcla entre acontecimiento histórico, humor light, thriller y drama. En lo primero acierta, pues está magníficamente recreada. Los puntos cómicos (localizados siempre dentro de Hollywood y usando a este mismo como catalizador de clichés) bien escritos y simpáticos. El problema surge con el drama, donde la historia no profundiza dejando las relaciones familiares de Affleck y la conyugales de los rehenes en el limbo. Así pues, el componente ganador de Argo es el Thriller. La tensión no para de crecer durante la última hora del metraje, Affleck además no es un negado, y como ya demostró en The Town esto del suspense no se le da nada mal. Quizás abusa demasiado de los primeros planos y de ciertos recursos para explicar como los personajes entran o viajan a ciertos sitios (cuando no creo que haga falta), pero en general Affleck vuelve a dejarnos una película bien dirigida, y ya lleva tres de tres. Es verdad, no acaba de encontrar su estilo, pero prefiero este error a otros. 

Realmente Argo es un film un poco descafeinado, cuesta encontrarle algo que te apasione, pero alguna cosita si que tiene. Ese romanticismo que destila por las películas de ciencia ficción de los 70 es puro amor. Incluyendo un final precioso, sugerente y lleno de simbolismo.
  


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