PELÍCULAS

por el 12 de Noviembre de 2012
¿Cansado de leer “de los productores de Paranormal Activity, Saw e Insidious...”, y de los nefastos resultados de las películas que se promocionan así? Pues aquí tienes dos tazas.

Dirección: Scott Derrickson
Guión: C. Robert Cargill, Scott Derrickson
Reparto: Ethan Hawke, Vincent D´Onofrio, James Ransone

Nota: 43
Primero de todo, esto es una web de rock y hay que barrer para casa. El black metal empieza a crear escuela, quien lo diría, y no me estoy refiriendo al enésimo tratado de black ambient en una B.S.O. de terror, sino de que directamente el malo de turno en Sinister es un blacker de cabo a rabo.

Baghuul es una deidad pagana, pero tan pagana que casi no se conocen representaciones de ella. Incluso es tan blacker que pasa de montarle la guerra solo a los cristianos ya que lleva miles de años amargando todas las religiones con las que se cruza. Su aspecto es algo así como un miembro de Immortal con resaca y sin ducharse en una semana. 

Leyendo esto cualquier asiduo a nuestro amado foro como mínimo ya se habrá puesto los zapatos para salir pitando hacia el cine, pero... ¡Parad! La coña con el black metal se acaba aquí, lo que viene a partir de ahora es una barraca de feria muy aburrida. 

El dato más terrorífico de Sinister es que dura 110 minutos. De los cuales solo se salvan los primeros treinta o cuarenta. Y es que la pelicula empieza bien, muy bien. Un escritor que investiga crímenes y su familia se mudan a una casa donde ocurrió un homicidio. La razón es buscar inspiración desesperadamente y la verosimilitud del asunto es que se lo oculta a su familia. La policía local le es hostil, su mujer desconfía y para colmo se encuentra una caja con macabras cintas de Super 8 en el desván. La premisa engancha y cuando vemos por primera vez las cintas estamos totalmente sumergidos en Sinister


Y es que las dichosas cintas de Super 8 es lo mejor del film. Tétricas, incómodas y malsanas. El trabajo realizado en ellas es muy digno, para colmo encontrarte a Baghuul (Mr. Boogie según los niños) observando el espectáculo acojona aún más. El sonido está tratado de manera inteligente. Cuando Ethan Hawke enciende el proyector empezarán a sonar ruidos y músicas poco amigables, y no sabrás con seguridad si eso forma parte de la película, o de la película que hay dentro de la película. En especial hay un tema muy meritorio, algo así como si Johnny Cash lo poseyera el diablo y se marcara una jam session robótica con Josh Homme producida por Trent Reznor. En este punto de la película se origina una simbiosis, pues el personaje de Ethan Hawke es y hace lo mismo que el espectador. Es un personaje incrédulo que asiste a una proyección terrorífica por voluntad propia. 

Una vez sobrepasado este punto, Sinister se rebaja a la típica producción sobrenatural bobalicona, con menos sangre y con más aburrimiento. Las actitudes de los protagonistas se vuelven incoherentes y todo acaba perdiendo verosimilitud. Que el padre de familia oculte tanto tiempo lo que está descubriendo no tiene ningún sentido. Encima que no llegue a conclusiones sobrenaturales cuando ve al cantante de Gorgoroth pululando por las cintas canta demasiado. Al final, con la mayor presencia de los niños y después de varios intentos de explicar toda esta parafernalia (algo así como un The Ring satánico), Sinister concluye con un final anti climático y frío, dejando a nuestro amigo Baghuul como un simple encantador de niños quitándole todo el intereses terrorífico que aún podía tener el film. 

  


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